Las dos grandes franquicias de la NBA ofrecieron anoche imágenes bien distintas. Mientras que los Celtics daban una sensación de plenitud para las alturas de temporada en las que nos encontramos, los Lakers exhibían, sin Pau Gasol, una sensación de completa impotencia.
Los angelinos perdieron en el Staples Center 80-94 ante unos Dallas Mavericks muy bien pertrechados a los que el puertorriqueño José Juan Barea aportó 12 puntos; los bostonianos aplastaron a los Bulls de Chicago por 118 a 90 en un sencillo ejercicio de poderío.
Mientras, Miami volvió a triunfar con otro gran partido de Jermaine O'Neal y un Carlos Arroyo que pasó desapercibido.
L.A. Lakers 80 Dallas 94
Partido para olvidar el protagonizado por unos desnortados Lakers que tropiezan a las primeras de cambio echando en falta al lesionado Gasol, aunque ésta no debería ser excusa de ningún modo viendo la formidable plantilla con la que cuenta Phil Jackson.
La derrota ante los Mavericks tuvo la doble lectura de la incapacidad local, por un parte, y el generoso esfuerzo colectivo visitante, por otro.
Dallas hizo un gran partido basado en un excelente trabajo defensivo que anuló el ataque californiano empezando por su gran estrella, Kobe Bryant, que se tuvo que conformar con 20 puntos tras una malísima serie de 6 de 19 en el tiro de campo.
Los visitantes llegaron a ir 22 puntos arriba, controlaron el partido con maestría y supieron distribuir a la perfección los roles entre sus jugadores. Nowitzki (21 puntos y 10 rebotes), Marion (18) y Terry (16) llevaron la manija en la producción ofensiva; Kidd controló el tempo del partido y distribuyó el juego adecuadamente (11 asistencias); y Dampier batalló en la pintura (10 rebotes).
A todos ellos se unió José Juan Barea, que hizo un buen trabajo defensivo y anduvo muy activo en ataque. El base boricua jugó 25 minutos y se fue del Staples con 12 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias tras anotar 3 de sus 7 tiros en juego y los 6 que hizo desde la línea de personal.
Mientras, los Lakers se mostraron incapaces de ofrecer alternativas ofensivas, y sólo lograron 35 puntos en la segunda parte. Bryant estuvo flojo y sólo se salvó las aportaciones puntuales de Bynum (14 puntos y 10 rebotes) y el esfuerzo en diversas facetas del juego de Odom. Artest anduvo desaparecido en combate y en la segunda unidad sólo se salvaron Shannon Brown y Josh Powell.
Boston arrasa a Chicago
El que no ofreció ninguna duda fue Boston, equipo que ha empezado la temporada a todo trapo. Ya tiene 3 victorias en sus alforjas tras 3 partidos disputados: ganó en Cleveland y tras arrasar a Charlotte (92-59), ayer hizo lo propio con Chicago (118-90).
Los bostonianos funcionaron como un reloj suizo de precisión y con parciales de 29-18 y 38-26 en el segundo y el tercer cuarto enviaron a los Bulls a mejor vida.
Los de Doc Rivers terminaron con un 58,1% en el tiro de campo, con 12 de 24 triples y 33 asistencias, completando una auténtica sinfonía ofensiva tras haber compuesto en la jornada anterior una sinfonía defensiva. Y es que cada jugador estuvo en su sitio.
Los exteriores brillaron. Pierce hizo 22 puntos, 8 rebotes y 3 robos; House anotó partiendo desde el banquillo 22 puntos en 22 minutos; y Ray Allen logró 20 en 23. Entre los 3 sumaron 11 triples de 17 intentos. Garnett sumó 16 puntos, Shelden Williams alcanzó un doble doble y Rajon Rondo dominó el partido como un maestro al sumar 16 asistencias y sólo lanzar 2 veces a canasta en un ejercicio de extraordinario altruismo.
En el lado contrario, el vacío. Los Bulls fueron incapaces de confirmar la buena imagen que dieron en su estreno y sólo Joakim Noah salvó los muebles con 16 puntos y 10 rebotes.
Indiana 83 Miami 96
Segunda victoria consecutiva de Miami y segundo gran partido del renacido Jermaine O'Neal, que volvía a la pista en la que firmó sus mejores momentos como jugador.
El Conseco Fieldhouse vio al nuevo O'Neal (22 puntos y 12 rebotes) como pieza clave que arrasrtró a los locales a la desgracia. Y es que el pívot y el omnipresente Wade (32 puntos) fueron las llaves del triunfo de unos Heat en los que Carlos Arroyo pasó desapercibido.
El jugador puertorriqueño se ejercitó en cancha durante 14 minutos en los que no anotó ni un solo punto tras errar sus 3 tiros. Su única estadística positiva, que dio 2 asistencias. Pero vio como Miami ganaba en Indiana después de una prolongada sequía, pues no lo hacía desde 2001.
Los de Spoelstra explotaron bien los dos arranques fríos de los Pacers, que sucumbieron en el primer y el tercer cuarto por 16-28 y 16-30. Ello les obligó a ir siempre a remolque en el marcador. Granger -22 puntos, pero con 6 de 20 en el tiro- y Murphy -12 con 13 rebotes- fueron las mayores amenazas de un equipo en el que naufragó como organizador T.J.Ford.