La temporada regular 2009-2010 ha comenzado para 5 jugadores hispanos: Luis Scola, Trevor Ariza (ambos de Houston), Fabricio Oberto (Washington), Rudy Fernández (Portland) y José Juan Barea (Dallas). Tuvieron suerte desigual tanto a nivel individual como a nivel colectivo.
Oberto y Fernández ganaron sus partidos; Scola, Ariza y Barea cayeron derrotados. A nivel estadístico, el base puertorriqueño de Dallas Mavericks fue el mejor.
Portland 96 Houston 87
Estos Rockets sin Ming, McGrady y Artest no parecen estar llamados a hacer grandes cosas. Les falta altura en el interior y algún jugador con la capacidad de cargar con todo el equipo a la espalda, y en la jornada inicial se notaron estas carencias al tener como rival a un equipo que puede dar mucho que hablar en la presente campaña, los Blazers.
El partido, en el que jugaron 3 hispanos, no tuvo demasiada historia. Portland se fue en el segundo cuarto con un parcial de 31-18 y se acomodó perfectamente al encuentro yéndose al final del tercer cuarto con 19 puntos de ventaja.
Llama la atención tan cómoda victoria teniendo en cuenta que los de McMillan extraviaron 26 balones. Eso sí, defendieron de forma convincente, lo que les sirvió para superar la discreta tarde de su estrella, Brandon Roy, que acabó con 20 puntos tras anotar 5 de sus 18 intentos a canasta.
En realidad, el hombre resolutivo, llegado desde el banquillo, fue Travis Outlaw con 23 puntos. La agradable sorpresa fue el rendimiento de Martell Webster, que fue titular e hizo 14 tantos, lo que sugiere que por fin se ha recuperado de su gravísima lesión. La mala noticia, mientras tanto, tuvo un nombre propio: Greg Oden. El joven pívot mostró lo mejor y lo peor de sí mismo, ya que a la par que capturó 12 rebotes y puso 5 tapones, sólo fue capaz de anotar 2 puntos en 26 minutos y perdió 7 veces el balón.
En el interior, Przybilla estuvo resolutivo en los minutos que jugó (10 rebotes en 16 minutos). Y la buena noticia para el baloncesto hispano es que Rudy Fernández jugó bastantes más minutos de los esperados tras perderse prácticamente la pretemporada, y lo hizo bien: 8 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias en 26 minutos con 3 de 5 en el tiro de campo y 2 de 3 en el triple.
En el choque hubo otros dos hispanos, ambos titulares en Houston. Trevor Ariza hizo un buen papel con 12 puntos, 3 rebotes, 2 asistencias y 2 de 4 en el triple en 33 minutos; Luis Scola sintió el peso de su malestar físico y anduvo muy gris, acabando con 3 puntos, 4 rebotes y 1 de 6 en el tiro en 22 minutos.
Los mejores Rockets fueron Brooks -19 puntos, pero 0 de 6 en el triple-, el citado Ariza, Lowry (12 con 8 asistencias) y David Andersen, que debutó bien en la NBA con 11 puntos y 5 rebotes en 19 minutos.
Dallas 91 Washington 102
Gran debut en el banquillo de Flip Saunders en el banquillo de los Wizards, que ganaron en Dallas a unos Mavericks que ya empiezan a sembrar dudas desde el principio.
Decepcionante el equipo texano, que demostró que carece de un juego interior convincente y que echó de menos la mejor versión de un Jason Kidd que, no nos engañemos, está ya en la cuesta abajo de su carrera.
Washington vivió una doble felicidad, porque la victoria vino de la mano de un renacido y espléndido Gilbert Arenas, capitán del barco capitalino con 29 puntos y 9 asistencias. Junto a él, brillaron desde la segunda unidad Blatche (20 puntos) y Foye (19) y en el quinteto inicial Caron Butler (16 y 8 rebotes). Todos ellos hicieron olvidar la ausencia de Jamison en un partido en el que hubo un muy buen control de balón (9 pérdidas por bando).
Mientras, el argentino Fabricio Oberto cumpió con creces y se llena de esperanza de cara a la nueva temporada. Fue titular, disputó 17 minutos y acabó con 5 puntos (2 de 2 en el tiro), 3 rebotes y 2 asistencias, participando en los mejores momentos de juego de su equipo. Buen trabajo el suyo.
También fue bueno el trabajo, en el bando contrario, de José Juan Barea, el tercer jugador más destacado de los Mavs tras Nowitzki (34 puntos y 9 rebotes) y Marion (16 tantos). El base boricua jugó 23 minutos excelentes en los que contribuyó con 13 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias tras anotar 4 de sus 8 tiros de campo, incluido 1 triple. Fue el mejor hispano de la jornada.
Lo malo para Dallas fue el resto. El equipo anduvo poco certero en el tiro y nada amenazante en la pintura. Nada pudo hacer así ante un equipo versátil que demostró que lo mismo podía darse a la ofensiva furibunda (35 puntos en el segundo cuarto) que a la defensiva aplicada (recibieron los visitantes 17 puntos en el último cuarto).