Está claro que la NBA no bromeaba cuando, antes de iniciarse la pretemporada, recordó a equipos y jugadores la prohibición de criticar públicamente los arbitrajes. Los últimos en notarlo en su bolsillo han sido Stan Van Gundy y su equipo, los Orlando Magic.
Tanto el técnico como la franquicia deberán pagar 35.000 dólares de multa por los comentarios de Van Gundy sobre los árbitros encargados de suplir a los que se encuentran en huelga por la falta de acuerdo en el convenio que les une a la NBA.
“Son buenos, árbitros jóvenes que están progresando y algún día estarán preparados. Es como si nosotros jugáramos con una plantilla completa de la Liga de Desarrollo. Muchos de esos chicos estarán listos para jugar dentro de 3 o 4 años”, afirmó Van Gundy cuando le preguntaron por los nuevos colegiados.
Unos comentarios en los que abundó asegurando que estaba claro que los 60 árbitros oficiales de la NBA eran “los mejores del mundo” y que, por lo tanto, en cualquier comparación con ellos sus sustitutos saldrían perdiendo, como ocurriría en cualquier otra profesión, aunque “no sea culpa suya”.
“Estos tipos están aún esforzándose por aprender. He visto a algunos realmente buenos. Creo que un par de ellos van a ser muy buenos muy pronto, ¿pero otros? Puede que no”, remató Van Gundy para terminar de provocar la reacción de la NBA.
La liga ya demostró hace unos días, con la sanción a Larry Brown y Lionel Hollins, que no iba a permitir comentarios sobre la calidad de unos árbitros que están presentes en la liga por la incapacidad de la NBA para llegar a un acuerdo con los suyos, pero parece difícil que deje de haber comentarios si la liga no encuentra una solución al conflicto laboral.