La NBA ha informado a todos los equipos en un memorándum de su intención de iniciar la temporada con árbitros sustitutos como consecuencia de un nuevo fracaso en las negociaciones con el Sindicato de Árbitros. Los colegiados no han aceptado la última propuesta de la liga.
El principio de acuerdo alcanzado entre la liga y los representantes de los árbitros no ha satisfecho al conjunto de los colegiados, que lo rechazaron en votación por 43 votos en contra y 14 a favor, una diferencia menos contundente que el 57 a 0 de la votación precedente, pero con idéntico resultado.
En el rechazo del acuerdo alcanzado, que ha provocado la renuncia del principal negociador del colectivo arbitral, Lamell McMorris, ha tenido mucho que ver, según ESPN.com, el cambio del sentido de voto de uno de los miembros del Comité Ejecutivo del Sindicato, Bill Spooner.
Spooner, junto a Joey Crawford y Bob Delaney, habían apoyado el acuerdo, formando una mayoría en el comité frente a la posición contraria mantenida por Steve Javie y Bennet Salvatore. Pero el cambio de opinión a última hora de Spooner favoreció finalmente el rechazo colectivo por no considerar suficientes las concesiones realizadas por la liga.
La NBA mantiene sus planes de sustituir a los árbitros
Ante el fracaso de las negociaciones, la NBA mantiene sus planes de sustituir a los árbitros por colegiados habituales de la Liga de Desarrollo y de la WNBA. Hay que recordar que la legislación laboral estadounidense, al contrario que otras muchas y entre ellas la mayor parte de las europeas, permite la contratación de trabajadores externos para desempeñar las tareas de los que están en huelga.
El comunicado distribuido a las franquicias se debe a que, tras lo ocurrido, los responsables de la liga no tienen esperanzas de que se alcance un acuerdo con los árbitros antes del inicio de la temporada.
En el texto enviado a los equipos, la liga se queja de que no es la primera vez que los árbitros rechazan los acuerdos alcanzados por sus representantes. Las discrepancias se siguen centrando en el recorte que la NBA pretende hacer en los beneficios sociales de sus árbitros, recortando sus pagos por retiro, sus beneficios médicos, así como dietas, gastos de viaje y otras compensaciones. Unos recortes que provocaron el reciente envío de una carta por parte de la mujer de uno de los colegiados al comisionado de la liga, David Stern, en la que le acusaba de no respetar a las familias de los árbitros.