La gran estrella de los Washington Wizards, el base Gilbert Arenas, anda estos días completando el proceso de rehabilitación de su rodilla izquierda de cara a poder iniciar la pretemporada con el equipo y confía en volver a ser este año el Arenas de siempre.
A ese Arenas, el de siempre, hace 2 años que no se le ve sobre las pistas de la NBA por culpa de las reiteradas lesiones en sus rodillas que le han llevado hasta 3 veces al quirófano en el último año y medio.
Estos días se encuentra en Chicago a las órdenes del preparador físico Tim Grover, todo un gurú en la rehabilitación de jugadores con el que han trabajado otras estrellas como Dwyane Wade, Tracy McGrady y O.J. Mayo. El intenso trabajo con Grover parece haber dado su fruto y Arenas parece sentirse de nuevo en plenitud de condiciones.
“Nadie podía defenderme antes y nadie lo podrá hacer ahora”, afirmaba hace unos días un Arenas pleno de confianza al diario Washington Times. El base aseguraba que Tim Grover, con el que ha estado trabajando hasta 6 y 7 horas diarias, había “salvado su carrera”.
Una carrera que cree que los Wizards pusieron en peligro al no frenar su regreso la pasada temporada. Arenas piensa que su retorno fue precipitado y, aunque reconoce que fueron sus ganas de jugar las que le hicieron creer que estaba mejor de lo que estaba, no duda en afirmar que los responsables del equipo deberían haber hecho más por convencerle de lo contrario.
Duros reproches a la franquicia
“Si tienes a un chaval que ama el baloncesto, que come, duerme, bebe y piensa baloncesto y todo lo que sabe es de baloncesto y se lesiona y es tu jugador franquicia, necesitas protegerle de sí mismo”, afirma Arenas.
“Si estoy diciendo que me siento bien y tú sabes que se supone que tendría que haberme llevado seis meses en vez de cuatro volver a correr... deberían habérmelo impedido. Mejor que decir ‘dejémosle hacer lo que quiera y usémoslo para vender entradas’”, argumenta el jugador, que no duda en rematar afirmando que “les dije que me sentía bien porque quería jugar y ellos hicieron lo que hicieron”.
Duras palabras hacia la actitud de los responsables del equipo de Washington a los que Arenas asegura no juzgar por ello ya que son “cosas que pasan”.
Pese a todo, el Agente Cero está convencido de que este año podrá pasar página a todos esos amargos momentos y volverá a ser el que era y que, a final de temporada, estará en uno de los 3 quintetos que la NBA nombra con los mejores jugadores de la temporada.. Ése, y jugar el mayor número de encuentros, es su objetivo.