Si hay un jugador que está teniendo un verano movido, ése es sin duda Quentin Richardson, cuyo contrato no para de cruzar de lado a lado el país. Ayer, su nombre se vio vinculado por cuarta vez a un traspaso en lo que llevamos de verano. Su nuevo destino: Miami.
Richardson cambiará el frío polar de Minneapolis por el calor casi caribeño de Miami, al menos por ahora, porque, visto lo visto, en cualquier momento su destino podría volver a cambiar.
Los Timberwolves han enviado al alero a Miami a cambio del pívot Mark Blount, quien ya estuvo en Minnesota 2 temporadas antes de unirse a los Heat, apenas 3 semanas después de haber intercambiado al jugador con los Clippers a cambio de 3 hombres. Richardson había llegado a los Clippers traspasado desde Memphis, a donde a su vez llegó desde Nueva York a principio de verano.
En total, 4 cambios en apenas 2 meses y el jugador, imaginamos, disfrutando de las vacaciones en su casa y esperando que alguien le diga a dónde deberá dirigirse finalmente cuando empiece la pretemporada.
Por de pronto, Pat Riley, director general de los Heat, se ha mostrado encantado con la llegada del jugador a quien cree que serán "capaces de emparejar bien contra los mejores anotadores de la liga”. Unas declaraciones que dejan entrever que existe interés en Miami por el jugador, pero otros equipos dijeron cosas similares para terminar empaquetándole a los pocos días.
De hecho, extraña la llegada de un alero como Richardson después de que los Heat renunciaran a igualar la oferta de los Cavs por Jamario Moon dado que consideraban que tenían jugadores de sobra para ocupar la posición de 3. En su favor juega la excelente relación personal que mantiene con la estrella de los Heat, Dwyane Wade, ya que ambos son de Chicago y suelen entrenar juntos durante el verano.
Por otro lado, los Heat siguen negociando la posible incorporación del base Jamaal Tinsley, aunque las partes parecen estar por ahora lejos de un acuerdo.