El hasta hace poco pívot del Regal Barcelona David Andersen ha oficializado su compromiso con los Houston Rockets al tiempo que el hasta ahora escolta de los texanos, Von Wafer, ha tomado el camino inverso al aceptar una oferta del Olympiakos para jugar en Grecia.
La llegada de Andersen a Houston se daba por hecha hace tiempo, ya que era conocido que había acuerdo entre franquicia y jugador, pero no se ha hecho oficial hasta hoy. El pívot australiano con pasaporte danés abandona Europa para probar suerte en la NBA tras haber sido 3 veces campeón de la Euroliga, en 2001 con el Virtus de Bolonia y en 2006 y 2008 con el CSKA de Moscú.
Andersen fue elegido en el puesto 37 del draft de 2002 por los Atlanta Hawks, pero no ha sido hasta ahora, con 28 años cumplidos, cuando se ha decidido a dar el salto a la NBA, tras llegar a ser uno de los hombres altos más cotizados en Europa. Sus derechos fueron adquiridos por Houston a los Hawks este mismo verano.
Los Rockets le han ofrecido, al parecer, un acuerdo por 3 años y 7,5 millones de dólares, quedando la tercera de esas campañas a expensas de lo que decida la franquicia texana, una oferta que ha sido suficiente para que Andersen optase por ejecutar la cláusula de rescisión del contrato que le unía con el Regal Barcelona hasta 2011.
Houston busca con la incorporación de Andersen reforzar su juego interior, muy debilitado ante la baja del chino Yao Ming, que con casi toda seguridad se perderá la temporada al completo tras ser operado del pie izquierdo.
Wafer se marcha a Grecia
Mientras, Von Wafer, que el año pasado jugó como escolta con los texanos ha decido dar el salto en dirección contraria y aceptar la oferta por 2 temporadas que le ha hecho el Olympiakos griego. Es el segundo gran fichaje que realiza en la NBA el club heleno tras la incorporación hace unos días del lituano Linas Kleiza.
Wafer tuvo buenas actuaciones a lo largo de la pasada temporada y protagonizó jugadas espectaculares, pero su anárquico comportamiento en el campo durante muchas fases del juego desesperó por momentos a su técnico, Rick Adelman, y provocó que los Rockets no se plantearan seriamente su renovación.