No parece que en Cleveland vayan a saber pronto si su gran estrella, LeBron James, seguirá o no en el equipo que ha liderado desde su llegada a la NBA. Pese a la oferta de renovación presentada por los Cavs, LeBron no tiene prisa por decidir su futuro.
Los responsables de los Cavaliers presentaron al jugador el pasado 18 de julio una oferta para extender su contrato 3 años más, hasta el 2012, por el salario máximo permitido por el actual convenio salarial. El jugador tiene hasta el próximo 30 de junio de 2010 para firmarla, pero no solo no parece que tenga intención de hacerlo sino que todo indica que ejecutará la opción que tiene para abandonar su actual contrato el próximo verano.
“Firmé un contrato en 2006 con una opción y no tendría sentido para mi firmar ese contrato si no mantuviera abiertas mis opciones”, ha declarado estos días James en la presentación en su ciudad natal, Akron (Ohio), de la nueva línea de productos Nike que llevan su nombre.
Toda una declaración de intenciones del alero de los Cavs, cuya decisión final no se producirá, con casi toda seguridad, hasta el final de la próxima temporada. De hasta dónde puedan llegar este año los Cavaliers puede depender la continuidad o no de LeBron en la franquicia de su estado natal.