El ala-pívot Zach Randolph jugará la próxima temporada en Memphis Grizzlies. El acuerdo entre los Grizzlies y Los Angeles Clippers para que así sea ya se ha alcanzado, pero no se dará a conocer oficialmente hasta que no se abra el mercado de fichajes, lo que ocurrirá en unos días.
La operación implicará, según medios estadounidenses, el regreso de Quentin Richardson a los Clippers tras jugar varios años fuera de Los Ángeles.
La presencia de Richardson en Memphis ha sido un visto y no visto. Recaló en el equipo hace escasas fechas en el intercambio que llevó a Darko Milicic a Nueva York, y ahora se sabe ya que Memphis sólo quería utilizar a Richardson como moneda de cambio en otra operación, la de Randolph.
Malas señales para Marc Gasol
Al pívot español Marc Gasol, titular en los Grizzlies, se le acumulan las malas noticias. Primero fue la selección del gigante Hasheem Thabeet en el número 2 del draft, un jugador que ocupa su misma posición en la cancha. Y ahora el fichaje de Zach Randolph, un hombre que, si bien es un ala-pívot definido, podría ocupar puntualmente el puesto de 5.
Pero lo peor no es la competencia en la zona, que al fin al cabo es sana y puede suponer un salto de calidad en el equipo. Lo peor es el perfil deportivo y humano de Zach Randolph. Porque poco se puede esperar de un equipo que hoy por hoy tiene en su plantilla a dos de los jugadores más egoístas de la liga, Rudy Gay y el propio Randolph. Necesitarán varios balones para poder hilvanar un ataque. Contemplar su ofensiva se puede convertir en un horror para los amantes del buen baloncesto.
Un jugador polémico
Un aspecto que ha lastrado la carrera del brillante Randolph ha sido su condición de jugador polémico. El ala-pívot de Indiana no es fácil de manejar en el vestuario, tiene escaso espíritu cooperativo y siempre ha dado la impresión de ir por libre sin importarle demasiado el formar piña con el resto de sus compañeros.
Ello ha hecho que haya pasado de firmar en su día un multimillonario contrato multianual a deambular por la liga sin rumbo fijo.
A sus 6 temporadas consecutivas en Portland -las 6 iniciales de su carrera-, le ha seguido una estancia de 1 temporada en los Knicks y de otra temporada en los Clippers, equipos en los que no ha cuajado. Y a su carácter fuera de la cancha y su falta de altruismo dentro se han unido las lesiones. Sin ir más lejos, la pasada campaña sólo disputó 39 partidos. Eso sí, promedió 20,9 puntos y 9,4 rebotes.
Y es que no se puede olvidar que Randolph, que todavía tiene 28 años, fue elegido en 2004 como Jugador Más Mejorado de al NBA y ha llegado a promediar en su último año en los Blazers (temporada 2006-2007) 23,6 puntos y 10,1 rebotes.
Sin embargo, no parece, a priori, que Memphis pueda suponer un punto de inflexión a la hora de relanzar su carrera.