Los médicos de Dallas Mavericks estiman que el base José Juan Barea podría estar recuperado de su lesión del hombro izquierdo a finales de septiembre, pero el jugador boricua espera estar listo a mediados de agosto con el fin de poder vestir la elástica de Puerto Rico en el Torneo FIBA Americas.
La cita internacional es importante porque el torneo de selecciones nacionales será la base clasificatoria para el Campeonato del Mundo 2010 que se disputará en Turquía.
Según publica el diario Dallas News, Barea quiere recuperarse cuanto antes, aunque tampoco quiere hacerlo de manera atropellada, ya que para la rehabilitación resultan tranquilizadoras las actuales fechas, ya sin competición baloncestística.
“Va a ser un verano diferente para mí”, reconoce el base caribeño, que tiene todavía que completar un largo proceso de recuperación, un proceso lleno de pasos que le devolverán paulatinamente la salud perdida.
El proceso de recuperación
El primer paso será retirarle la inmovilización de su brazo y hombro izquierdos, que ahora tiene en cabestrillo. Una vez suceda esto, Barea comenzará su rehabilitación con el fin de poder recuperar la fortaleza y potencia que ha perdido en el hombro que ha sido operado y tras esos ejercicios de gimnasio llegará la pista y los primeros entrenamientos, primero sin balón, luego con él... al final de ese pequeño túnel estará esperando la cancha de baloncesto para regresar por fin al ritmo competitivo.
Barea tiene claro que va a intentar llegar a tiempo para jugar con su selección. El jugador habla de mediados de agosto o finales de ese mes, lo que le permitiría integrarse en la expedición de Puerto Rico.
No hay vuelta de hoja. Si está recuperado, no va a renunciar a representar a su país: “Si estoy completamente sano, jugaré. Si no, no jugaré. Hay una oportunidad”. Sin embargo, los plazos que se traza Barea como objetivo parecen ser demasiado ambiciosos desde el punto de vista de los servicios médicos de su club, que prefieren hablar de una vuelta bien avanzado ya septiembre con el fin de poder afrontar sin problemas la pretemporada de los Mavericks.
Meritoria campaña
La de Barea ha sido, sin duda, una notable temporada. Se hizo un hueco en el equipo, jugó 79 partidos con los Mavs y 15 de ellos alcanzó la categoría de titular. Y promedió buenos números: 7,8 puntos y 3,4 asistencias.
Su final de temporada tuvo aún más mérito, por cuanto hizo muy buenos partidos sin estar bien físicamente.
Así lo reconoce su propio entrenador, Rick Carlisle, que considera sorprendente cómo el jugador lo dio todo en la cancha teniendo su hombro izquierdo tan seriamente maltrecho, como así lo constataron los exámenes que se le hicieron al final de la campaña, unas pruebas que revelaron un desgarro significativo en el ligamento del hombro izquierdo de Barea.