JORNADA NBA / final nba 2009

Pau Gasol conduce a los Lakers a la victoria en la prórroga

El español anota 24 puntos, captura 10 rebotes y suma 7 tantos en el tiempo extra

El 'big three' de Orlando funciona, pero Lee falla sobre la bocina el tiro de la victoria

hispanosnba.com |

Pau Gasol fue decisivo. Anotó la canasta que llevó el partido a la prórroga, resultó factor clave para que Lee no desnivelara el marcador sobre la bocina del tiempo reglamentario y anotó 7 puntos en el tiempo extra. Con 24 puntos y 10 rebotes lideró junto a Bryant (29 puntos) la segunda victoria de los Lakers.

Si los angelinos ganaron el primer partido de modo idílico, sin agobio alguno, con una autoridad irreprochable (100-75), su triunfo en el segundo se produjo a través de un camino completamente opuesto: sufrimiento, agonía, tensión máxima...

Una serie final debe de ser así. Los Lakers estuvieron noqueados, pero Orlando no supo dar el golpe de gracia y terminó sucumbiendo en la prórroga (101-96) tras llegarse al final del tiempo reglamentario con empate a 88.

L.A. Lakers 101 Orlando 96 (tras prórroga) (2-0)

Gasol demostró anoche que está hecho de la pasta de los campeones. Su participación fue decisiva en el segundo triunfo de los Lakers, un triunfo que marca un camino en el que difícilmente los angelinos volverán sobre sus pasos. Porque ahora sí se puede decir, con cierta seguridad, que Pau Gasol y Trevor Ariza están muy cerca de lograr su primer anillo.

Que el español fue figura capital en la tarde-noche californiana lo atestigua esta serie cronológica de hechos: anotó a 33 segundos de final la canasta que empató el partido a 88 y que llevó el mismo a la prórroga, impidió sobre la bocina con su salto sobre Courtney Lee que éste anotara la cesta del triunfo visitante en el cuarto período y sumó 7 puntos en los 5 minutos de la prórroga, incluido un 2 más 1 decisivo que disparó a los suyos en el marcador (97-91 a 1:14 del final).

Pero es que además de todo eso, Gasol -que terminó con 24 puntos, 10 rebotes, 3 asistencias y 2 robos sin ninguna pérdida de balón en 44 minutos- tuvo que defender, y con acierto, a Dwight Howard, ya que Andrew Bynum volvió a hacer una de las suyas y su acumulación de faltas sólo le permitió jugar 16 minutos.

La de Gasol y la de todos sus compañeros fue la alegría final incontenible del que se siente vivo cuando ha tenido una pistola apuntándole a la cabeza, ese tipo de liberación de adrenalina que sólo conoce el que la ha sentido alguna vez en sus carnes.

Porque Orlando tuvo a los Lakers en su mano. Fue al final del tiempo reglamentario. Gasol había empatado a 88 a 33 segundos del final. Los Magic atacaron para adelantarse, pero la penetración de Lee no llegó a buen puerto, se topó con el aro y el rechace acabó en manos de Odom. Restaban 9 segundos y todo estaba de parte angelina. Los locales atacaban para ganar.

No fue un buen ataque. Bryant intentó resolver a última hora y Turkoglu por detrás le puso un soberano tapón, dando tiempo a Orlando a pedir un tiempo muerto cuando restaban 6 décimas de segundo para acabar. Al final, los Magic tenían la última palabra, una palabra que debería ser muy corta, un monosílabo.

Turkoglu se dispuso a sacar de banda pero no lo vio claro y pidió un nuevo tiempo muerto, y fue tras ese segundo tiempo cuando el Staples Center se heló por completo y por la cabeza de todos los presentes desfiló por primera vez en esta serie el miedo al fracaso, el recuerdo de los Celtics.

La jugada diseñada en la banda por Van Gundy fue ejecutada con maestría por sus pupilos. Turkoglu sacó de banda buscando un alley-oop con 6 décimas de segundo por jugar. Para que ello fuera posible, Rashard Lewis, que hizo un memorable partido- tuvo que ejecutar un bloqueo ciego en la parte alta de la bombilla a Kobe Bryant, que perdió así de vista a su defensor al quedarse atrás, fundido en un impacto con el cuerpo de Lewis. Y Courtney Lee, libre de marca, recogió en el aire el pase perfecto de Turkoglu y se elevó para anotar en alley-oop contra tablero. Pero justo en el momento en el que estaba a punto de sonar la bocina, Pau Gasol saltó sobre el atacante, lo justo como para hacerle variar el tiro, que no entró. Y el partido fue a la prórroga.

No hubo opción para Orlando en el tiempo extra, una prolongación en la que brilló con luz propia Pau Gasol (7 puntos) y la sangre fría de su equipo, que entre el final del cuarto período y el tiempo de prolongación anotó 14 tiros libres consecutivos.

Son este tipo de jugadas, la de Lee sobre la bocina, las que marcan un antes y un después en una serie eliminatoria, más aún si es la final de un gran torneo. No es imposible, pero sí difícil, que Orlando se recupere de ésta. Porque tuvo el partido en sus manos y no lo retuvo.

Lo tuvo básicamente porque defendió mucho mejor que en el primer encuentro y porque en ataque encontró la extraordinaria virtud ofensiva de su 'big three', el trío estelar Howard-Lewis-Turkoglu que en el primer partido había rozado el ridículo. Ese 'big three' pasó de producir 33 puntos con 6 de 27 en el tiro en el primer encuentro a sumar 73 tantos con 25 de 48 en el lanzamiento en el segundo.

Especialmente sembrado estuvo Rashard Lewis, que hizo un partido increíble. Anotó 18 de los 20 puntos que su equipo logró en el segundo cuarto y terminó el partido con 34 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias, incluidos 6 triples, 1 de ellos en fantástica suspensión a 26 segundos del final de la prórroga para firmar la resistencia a la tremenda de los Magic (99-96). Resistencia que no llegó a buen puerto.

No se quedó muy atrás el turco Turkoglu, que tras una primera parte anodina (3 puntos con 1 de 7 en el tiro), acabó el partido con 22 puntos, un tercer cuarto prodigioso -14 puntos en él- y un final de partido perfecto, que incluyó una maravillosa improvisación en forma de triple a 47 segundos de acabar el tiempo reglamentario (86-88), un taponazo a Bryant a 2 segundos del final de dicho cuarto y un pase perfecto a Lee sobre la bocina para intentar ganar el partido. Lo puso todo el turco para que el partido no llegara a la prórroga.

Y Dwight Howard estuvo también mucho mejor, aunque fue el mejor defendido, con una gran labor de Gasol en el uno contra uno y una batería implacable de ayudas espectaculares de sus compañeros. Porque Howard vivió en un constante 2 contra 1 que le maniató en muchas fases del partido. Pero sus números fueron muy buenos, producto de un juego completo: 17 puntos, 16 rebotes, 4 asistencias, 4 tapones y 4 robos, aunque 7 pérdidas.

El problema de Orlando es que no hubo resto, es que tras ese trío de lujo vino el vacío interestelar. El resto de jugadores sumaron 8 canastas en juego, no aportaron casi nada.

No ocurrió eso en los Lakers, donde también hubo un trío espectacular que se comió la mayor parte de la ofensiva del equipo: el formado por Kobe Bryant, Pau Gasol y Lamar Odom.

Sumaron 72 puntos estos 3. Bryant se fue a los 29 puntos y 8 asistencias, aunque también perdiera 7 balones, Gasol a los ya citados 24 puntos y 10 rebotes y Odom alcanzó las 19 unidades con 8 rebotes. Pero a su lado estuvieron Fisher, que demostró la importancia de su veteranía en el tramo final del partido, o Ariza, aunque éste de modo intermitente. El jugador hispano acabó con 8 puntos, 7 rebotes y 3 robos, pero anduvo desdibujado en el tiro -3 de 13-.

Que el partido se decidiera en la prórroga no sorprendió a nadie, porque todo su desarrollo se caracterizó por un marcador contraído en el que nadie fue capaz de dilatar la distancia con el otro. No se abrieron huecos. En 53 minutos, lo más cerca que estuvieron los Lakers de irse en el luminoso fue cuando alcanzaron los 7 puntos de ventaja. Mientras, los Magic no pasaron de ganar por 3.

En ese angosto margen se vivió el partido. Un partido en el que las cosas se le pusieron difíciles a Orlando desde el primer momento al cargarse de personales en los primeros minutos Lewis, Lee y Pietrus (quien no pudo con Bryant y vivió toda la noche amargado por las faltas).

Sin embargo, los visitantes se repusieron y alcanzaron el final del primer cuarto con un marcador de juguete, pero positivo (15-15). Entonces, los Lakers tenían ya un serio problema con el rebote. En los primeros 12 minutos, Howard ya había capturado tantos rebotes como todos los Lakers (8). Pero Orlando tenía otro. Ya había extraviado en el primer cuarto 8 balones.

Fueron éstos, males que persiguieron a ambos equipos durante todo el choque. Los locales se vieron dominados en los tableros, sobre todo por lo bien que cerró Orlando su aro, y los visitantes perdieron 20 balones durante todo el partido.

El ritmo defensivo se mantuvo en el segundo cuarto, llegándose al entretiempo con 40-35 en el marcador a pesar de la exhibición de Lewis, que para entonces amasaba 20 de los 35 puntos de su equipo. Orlando sumaba un 32,4% en el tiro de campo, en la línea del 29,9 del primer partido. Así no había opción de victoria posible.

Llegó el tercer cuarto y los de Van Gundy firmaron por fin su primer gran cuarto ofensivo de estas finales. Anotaron 30 puntos -14 de Turkoglu- y se fueron al cuarto cuarto 2 arriba (63-65) y con una sonrisa en los labios. Fue aquí cuando los Lakers empezaron a sentir la presión en su cogote, el aliento del rival.

Se inició el cuarto final y ahí surgió la figura de Odom, que en un momento especialmente delicado para los locales anotó 6 puntos consecutivos para mantener a los de Phil Jackson en el partido. Su poderío mental (8 de los 10 primeros puntos de su equipo) contrastó con la fragilidad de un bisoño Bynum, que cometió su quinta personal a 8:49 del final y volvió a dejar a Gasol con toda la responsabilidad defensiva frente a Howard. Y en régimen de igualdad se llegó al final anteriormente descrito y a la prórroga.

En esa prórroga, los Lakers demostraron que tienen experiencia y aplomo. Se notó sobre todo en su infalible modo de ejecutar los tiros libres. Y ahí Gasol tuvo un papel destacable (10 de 11), como lo tuvo en todos los minutos finales, acallando a algún que otro 'entendido' estadounidense que dudaba de su capacidad para afrontar los grandes retos. Desde esta pasada noche, los Lakers están más cerca del título.

L.A. Lakers 101 Orlando 96 (2-0)
L.A.LAKERS: Fisher (12), Bryant (29), Ariza (8), Gasol (24), Bynum (5) -cinco inicial-, Odom (19), Farmar (4), Brown, Vujacic y Walton.
ORLANDO: Alston (4), Lee (2), Turkoglu (22), Lewis (34), Howard (17) -cinco inicial-, Redick (5), Nelson (4), Gortat (4), Pietrus (2), Battie (2).
Parciales: 15-15, 25-20, 23-30, 25-23 y 13-8.

 Otros datos:
  • Sólo 3 veces ha perdido el título un equipo que ha ganado los 2 primeros partidos.
  • El big three visitante (Howard-Lewis-Turkoglu) sumó 73 de los 95 puntos de su equipo, anotó 25 de las 33 canastas de Orlando, capturó 33 de sus 44 rebotes y repartió 15 de sus 22 asistencias.
  • El resto de jugadores de Orlando anotó 8 de 31 y los suplentes, en concreto, 6 de 20.
  • Gasol sumó su décimo doble-doble en 11 partidos.
  • Los visitantes dominaron su tablero (34 rebotes a 4).
  • Los Lakers anotaron los últimos 14 tiros libres de los que dispusieron.