24 años llevaban los Nuggets sin ganar a los Lakers en un partido de playoff. Hace unas horas esa histórica racha se ha truncado. Liderados por Carmelo Anthony y Chauncey Billups y recuperando el factor Kleiza, Denver se impuso en el Staples Center por 103 a 106.
La derrota robó protagonismo a los grandes números logrados por los dos jugadores hispanos de los Lakers. Trevor Ariza hizo su mejor anotación en playoff desde que está en la NBA, 20 puntos, pero es que además sólo erró 1 tiro de campo y robó 4 balones. Lástima que perdiera un balón decisivo en los últimos segundos. Mientras que Pau Gasol fue el completo dominador de los tableros y acabó con 17 puntos y 17 rebotes.
El encuentro fue otro duelo fantástico entre Carmelo Anthony (34 puntos) y Kobe Bryant (32), aunque esta vez se metiera por medio un hombre decisivo en el rendimiento de estos Nuggets en temporada regular y el playoffs, Chauncey Billups, que hizo 17 de sus 27 puntos en la segunda parte y encestó los tiros libres finales que dieron la victoria a Denver.
L.A. Lakers 103 Denver 106 (1-1)
El segundo encuentro de la serie Lakers-Nuggets trazó una trayectoria muy similar al primero, tanto por su estilo de juego como por su igualdad. Incluso el marcador fue casi calcado. Pero los matices son fundamentales. Mientras que la emoción se decantó en el primero con resultado favorable a los locales, en el segundo los visitantes se llevaron el gato al agua.
Y en esa igualdad rota en los últimos segundos, los bases titulares de ambos equipos resultaron decisivos, pues la veteranía de Billups va hacia arriba y la de Fisher hacia abajo. El base de Denver logró 27 puntos (17 en la segunda mitad) y anotó 3 tiros libres cruciales en los últimos segundos, si bien erró uno que pudo llevar el partido a la prórroga. Ahí surgió la oportunidad de Fisher.
Fisher anduvo negado toda la noche. No fue capaz de aplacar defensivamente a Billups, apenas aportó nada ni en el ataque (3 puntos con 1 de 9 en el tiro) ni en la dirección del juego (3 asistencias)... pero tuvo la bola que le pudo redimir de todo. Algo que no ocurrió.
Restaban 4 segundos para el final. Los Lakers sacaron tras un tiempo muerto y la posesión acabó en la esquina derecha del ataque para que Fisher buscara el triple salvador que empatara el partido sobre la bocina. Pero el lanzamiento fue muy forzado y nunca representó una opción real de que el partido acabara en la prórroga.
Los Lakers se habían dejado buena parte de sus opciones segundos antes, cuando Ariza, que hizo un partidazo, perdió un balón decisivo. Un poco antes, a 29 segundos del final, Kenyon Martin adelantó a los visitantes 101-103 con una canasta fácil a fantástico pase de Nené Hilario. Atacaron los Lakers de inmediato para igualar el luminoso, pero Bryant, muy bien defendido, estuvo a punto de perder el balón. Pau Gasol se lanzó al suelo y consiguió recuparlo en forma de lucha. Faltaban 18 segundos para acabar y los locales perdían por 2.
El español ganó el salto entre dos y dirigió bien la pelota hacia Ariza, pero éste la perdió, permitiendo así que Billups adelantara 101-105 a los Nuggets a falta de 13 segundos a través de 2 lanzamientos de 1. Aún así, Denver estuvo a punto de ver cómo el partido se iba a la prórroga.
A Pau Gasol no le tembló el pulso en 2 tiros libres transformados a 7 segundos del final (103-105). Luego vinieron el ya reseñado 1 de 2 desde la línea de castigo de Billups y el triple final errado por Fisher. El lamento de los locales y la desbordante alegría de los hombres de George Karl.
La gran diferencia con respecto al primer encuentro es que los Lakers dieron la impresión durante los primeros 22 minutos de juego de que eran un equipo dominador y que el partido no se les podía escapar.
Esa impresión comenzó a fraguarse en un gran primer cuarto en el que Ariza defendió de cine a Carmelo Anthony, al que dejó en 2 puntos con 1 de 6 en el tiro. Si a ello le unimos el acierto anotador en el primer cuarto de Kobe Bryant y el tremendo dominio reboteador de Pau Gasol (capturó 9 rebotes en los primeros 14 minutos) no es difícil de explicar que los angelinos dominaran 31-23 el primer cuarto, con 14 puntos de Bryant, llegaran a adquirir una cómoda ventaja en el segundo acto (41-27 a 7:18 del descanso) y se plantaran a falta de 2 minutos para acabar dicho cuarto con un cómodo recorrido en el partido.
Pero esos 2 minutos finales del segundo cuarto resultarían cruciales para el desenlace del encuentro. En esos 120 segundos se les cayó a los Lakers la máscara de solidez inquebrantable, de dominio casi abusador. En esos 120 segundos los Lakers volvieron a ser un equipo inconsistente desde el punto de vista mental, un grupo de jugadores que parece irse de compras en pleno partido y dejar la puerta de casa abierta para que entre cualquiera. Y los Nuggets no son cualquiera.
Dominaban los de Phil Jackson 53-40 cuando un parcial de 2-14 dejó el resultado al descanso en un ajustadísimo 55-54. Y los artífices de tamaño desaguisado fueron dos hombres: Chauncey Billups y un resucitado Linas Kleiza, que anotaron 7 y 5 puntos en esos momentos.
Especialmente significativa fue la jugada en la que Billups colocó el 55-54 en el marcador a falta de 6 décimas de segundo para llegar al descanso. Sacó el base desde el fondo de la canasta rival y, como no veía a quien pasar, estrelló el balón contra la espalda de Bryant, el balón regresó a Billups y éste entró a canasta para anotar. Vamos que hizo una pared con la espalda de Kobe ante la inoperancia defensiva del resto de los jugadores californianos.
A partir de esa remontada, en la que mucho tuvo que ver también 'Melo' -hizo 14 puntos en el segundo cuarto-, todo el partido presentó ya hasta el final una igualdad extrema en la que cualquiera podía haber salido trasquilado.
En el tercer cuarto, los hombres altos empezaron a acumular serios problemas de faltas (Nené, Martin y Odom tuvieron que retirarse al cometer la cuarta). Y el gran hombre de este tercer período fue Trevor Ariza, que estuvo inconmensurable al anotar 11 puntos para sumar ya al final del período 19 unidades. Como espectacular volvió a estar en los tableros Gasol, que con 6 rebotes ya acumulaba en tres cuartos 15 capturas.
Lo de Ariza fue sencillamente tremendo, pues a pesar de que le tocaba lidiar en defensa la mayoría de las veces con Anthony, aún tuvo fuerzas para multiplicarse en ataque, dar espectáculo y sufrir un golpe tremendo en una entrada, que acabó con una caída del dominicano muy similar a la que él mismo provocó en su día a Rudy Fernández. El malo de la película en esta ocasión fue Kenyon Martin, que hizo una falta bastante fea cuando Ariza andaba en el aire. Afortunadamente, Ariza no sufrió daños.
Pero fuera del buen comportamiento de Bryant y Ariza en ataque y del poder reboteador de Gasol, a los Lakers les faltaron algunos jugadores que no terminan de despegar. Fundamentalmente tres: Fisher, Bynum y Vujacic.
Mientras, Denver fue un equipo compacto al que a las estrellas Anthony y Billups se unieron Martin y un gran Kleiza (que acabó la primera mitad con ¡11 puntos y 8 rebotes en 12 minutos!). Nené anduvo discretísimo en ataque pero aportó bastante en el rebote y el juego colectivo -dio 6 asistencias-. Fue Denver, en definitiva, un equipo, a pesar de los desastres individuales de hombres como J.R.Smith y Dahntay Jones. Y ese equipo, esa compacta plantilla dirigida por Karl, ya tiene el factor cancha a favor en una eliminatoria que todos los protagonistas presumen que será larga y dura.
Los números:
- L.A.Lakers: Bryant 32 pt (10 de 10 tl); Ariza 20 pt y 4 rob (6 de 7 tc); Gasol 17 pt y 17 reb.
- Denver: Anthony 34 pt, 9 reb y 4 as (12 de 29 tc y 0 de 6 t3); Billups 27 pt (13 de 16 tl); Kleiza 16 pt y 8 reb en 22 min (4 de 7 t3); Martin 16 pt y 3 rob.
- Denver llevaba sin ganar a los Lakers en playoffs desde 1985 y acumulaba 11 derrotas consecutivas.
- Kobe Bryant se convierte en el segundo máximo anotador de los Lakers en playoffs superando a Kareem Abdul-Jabbar y sólo superado por Jerry West.
- Se pitaron 56 faltas personales y se lanzaron 72 tiros libres.
- Trevor Ariza batió su mejor marca anotadora en partido de playoff y acabó los tres primeros cuartos sin fallo alguno en el tiro de campo (6 de 6).