Como si fuera poco la ya de por sí tormentosa relación entre Jamaal Tinsley y los Pacers, un nuevo conflicto entre el jugador y un empleado de la franquicia se viene a sumar a ella. Joey Qatato acusa a Tinsley de ser el responsable de las heridas que sufrió en un tiroteo ocurrido en diciembre de 2007.
La historia, una vez más, parece sacada de un telefilm sobre bandas callejeras. Todo empezó cuando Tinsley y su séquito de familiares y amigos tuvieron una discusión con otro grupo a la salida de un club en el Northwestside de Indianápolis.
Tras el enfrentamiento, 2 vehículos persiguieron a los 3 –un Rolls Royce, un Dodge Charger y un Mercedes CL6- en los que viajaban el jugador de los Pacers y sus acompañantes y terminaron disparando sobre el Rolls y el Dodge a la altura del hotel Conrad, situado en el centro de la ciudad de Indianápolis. Posteriormente, los acompañantes de Tinsley persiguieron a su vez a los atacantes, no identificados, llegando el hermano del jugador, James, a disparar sobre ellos.
Qatato fue la única persona que resultó herida, en ambos codos, en el intercambio de disparos. El empleado de los Pacers quedó encerrado en la parte trasera del Rolls Royce -en el que viajaba con el propio Jamaal Tinsley y su chófer, y al parecer primo, Mitchell H.Smith- mientras el vehículo era tiroteado desde el exterior.
Según la demanda, Qatato se vio atrapado en el vehículo –las puertas traseras sólo podía abrirlas el conductor- después de que Tinsley y su chófer saliesen corriendo para esconderse en el hotel dejándole allí sin posibilidad de huir para protegerse.
Qatato, que como consecuencia de las heridas sufre una discapacidad permanente en sus brazos, acusa a Tinsley y a su chófer de negligencia, conducta imprudente, de inflingirle daños emocionales y de detención ilegal.
Este incidente y otros de menor gravedad son los que han llevado a la dirección de los Pacers a querer prescindir del jugador a toda costa.