Feo, muy feo lo que se vio anoche en el American Airlines Center. Un partido tenso en el que un buen número de aficionados de Dallas ofrecieron una imagen lamentable. El espectacular duelo anotador entre Nowitzki y Anthony quedó ensombrecido por los continuos incidentes.
Dallas consiguió sobrevivir en los playoffs, después de ir perdiendo la mayor parte del partido, gracias a los 44 puntos de Nowitzki y en medio de un ambiente en las gradas que por momentos recordó al de lo más denostados estadios europeos de hace no muchos años.
Si la NBA no quiere tener los mismos problemas que sufrió, y aún sufre, la FIBA para acabar con la lacra para el deporte que suponen ciertos mal llamados aficionados, debería tomar medidas.
Dallas 119 Denver 117 (3-1)
Cuando a un partido de playoff se le añaden los epítetos “intenso” y “emocionante” suelen ser acompañados de la expresión “digno de unos playoffs”. Pero, lamentablemente, no fue el caso del partido que protagonizaron ayer Dallas y Denver. El encuentro en efecto fue intenso y emocionante, pero desde luego resultó indigno no ya para unos playoffs, sino para el baloncesto en general.
En el encuentro se alternaron las grandes jugadas con los continuos rifirrafes que tal vez satisfagan a los aficionados al boxeo, pero desde luego no resultan del agrado de nadie que aprecie el buen baloncesto. 7 técnicas (4 a jugadores de Dallas y 3 a los de Denver) y 2 faltas flagrantes, de Terry y Howard, se antojan excesivas para lo que debería ser una confrontación deportiva.
Pero lo más feo fue lo que se vio en una grada excesivamente caliente, algo impropio de la NBA, donde el injustificable comportamiento de algunos mal llamados aficionados dejó por los suelos la imagen de toda una afición.
Resultó lamentable, más lamentable aún por comprensible, tener que ver a Kenyon Martin, un Nugget nacido en Dallas, amenazando desde la banda, mientras le sujetaban, a quienes se dedicaron durante buena parte del encuentro a acosar con insultos, e incluso con el lanzamiento de algún objeto, a su madre, a su novia y a la mujer de Carmelo Anthony.
Que los encargados de seguridad del estadio de Dallas, y los que acompañaban al equipo de Denver, tuvieran que rodearlas para garantizar su integridad es un hecho inaudito y la NBA debería tomar cartas en el asunto.
Pero dejando atrás todo lo extradeportivo, que fue mucho, el partido de anoche tuvo también su parte agradable. Esa parte agradable fue el espectacular duelo anotador entre Dirk Nowitzki y Carmelo Anthony. Ambos se fueron por encima de los 40 puntos, con Howard y Billups como sus respectivos escuderos, en un intercambio de grandes jugadas en ambos lados de la pista.
Los Nuggets llegaron a dominar de 14 puntos en la primera mitad y los locales fueron a remolque, aunque a escasa distancia, hasta casi los últimos instantes. El dominio del rebote por parte de Dallas permitió a los locales compensar su mal día en el lanzamiento triple (3 de 14) en un partido que resultó trabado por el gran número de faltas y las continuas interrupciones, incluidas unas cuantas visitas de los árbitros a la banda para revisar los vídeos de las jugadas más conflictivas.
Una canasta de Nowitzki a 2:44 para el final igualó el partido, a 110, por primera vez desde los inicios del primer cuarto. Poco después, 4 puntos más del alemán dieron 2 puntos de ventaja a los locales que se ampliarían a 4 depués de que Kidd le robase la cartera a Billups y el ataque de Dallas lo acabase aprovechando Josh Howard en forma de 2 tiros libres.
La tensión se mantuvo hasta el último segundo. A 3 segundos del final, un triple de Anthony acercó a Denver a un solo punto. Hubo falta sobre Terry, que anotó el primero de sus lanzamientos desde la línea de personal y falló intencionadamente el segundo. Denver no disponía de tiempos muertos y ya no tuvo tiempo de viajar de una canasta a otra.
El puertorriqueño Barea anduvo acertado en su labor desde el banquillo. Anotó 10 puntos en 17 minutos de juego (5 de 8 en el tiro) y demostró más serenidad que la mayor parte de sus compañeros, manteniéndose alejado de trifulcas innecesarias. Dallas se mantiene vivo y el quinto partido en Denver promete volver a ser caliente.
Esperemos que la afición de Colorado sepa mantenerse más templada que la texana. Por de pronto, Mark Cuban, propietario de los Mavs y uno de los principales culpables de la situación que se ha creado, ha anunciado que no viajará a Denver por tener otros compromisos. Una buena noticia.
Los números:
- Dallas: Nowitzki 44 pt y 13 reb (16 de 17 tl); Howard 21 pt y 11 reb; Kidd 13 pt, 10 reb, 6 as y 3 rob; Terry 12 pt; Bass 11 pt y 6 reb; Barea 10 pt.
- Denver: Anthony 41 pt, 11 reb y 5 rob; Billups 24 pt y 7 as (10 de 10 tl); J.R. Smith 19 pt; Jones 10 pt.
- Los árbitros señalizaron 29 faltas a cada equipo y entre ambos conjuntos sumaron 87 tiros libres intentados.