'Big Baby’ se convirtió anoche en el héroe de los Celtics al resolver sobre la bocina un encuentro que permite a Boston volver a casa manteniendo la ventaja de campo. El enfrentamiento más equilibrado disputado hasta ahora en la serie tuvo un final de infarto.
Orlando 94 Boston 95 (2-2)
Glen ‘Big Baby’ Davis recuperó para los suyos el factor cancha en un encuentro cuyo resultado se antojaba decisivo. Boston se vio contra las cuerdas en el cuarto partido y de ese atolladero no les sacó ni Pierce, ni Allen, ni Rondo, sino el joven jugador interior de segundo año.
El cuarto partido de la serie resultó el más equilibrado de los disputados hasta ahora. Doc Rivers debió de recitar bien la lección a los suyos tras el pobre esfuerzo defensivo del tercer encuentro y los Celtics salieron con las ideas mucho más claras sobre cómo detener la producción ofensiva de los Magic. Aun así, la tarea no resultó fácil.
La primera parte estuvo llena de faltas, 29, y de alternativas en el marcador, que cambió hasta 13 veces de dominador. Una cambio sustancial respecto a los 2 partidos anteriores en los que primero Boston y luego Orlando habían ganado de principio a fin. La defensa visitante apretó mucho más que en la anterior cita, el ataque de Orlando bajó de un 59% de efectividad a un 40% y los fallos desde el triple fueron una pesadilla para los locales, pero los Magic compensaron su menor acierto en el tiro con su mejor rebote ofensivo y un mayor cuidado del balón del que mostraron los visitantes.
Los Celtics llegaron al final del tercer cuarto con una ventaja de 8 puntos (71-79) apoyada en el tremendo acierto hasta ese momento de Paul Pierce, que sumó 27 puntos en los primeros 36 minutos. Pero Pierce se apagó por completo en el último periodo, condicionado en buena medida por su quinta falta personal, cometida a algo menos de 9 minutros del final y que le llevó al banquillo un minuto después.
Era mala cosa tener a Pierce fuera de la pista en una noche en la que el banquillo de Boston no parecía capaz de aportar nada (2 puntos y 1 canasta de 8 intentos sumaron los 4 suplentes célticos que intervinieron). Ni siquiera Eddie House, tan acertado en anteriores encuentros, supo cómo aportar a la ofensiva visitante y terminó con 0 puntos tras lanzar una sola vez a canasta.
A pesar de todo, los Celtics se mantuvieron por delante con una magra ventaja que no superó los 7 puntos hasta que una canasta de Lewis, el mejor de los locales junto a Howard, y 2 más de Courtney Lee configuraron un parcial de 6 a 1 que llevó la igualdad al marcador (90-91) a 3 minutos y medio del final.
Desde ese momento, una sucesión de errores en ambos equipos hizo que el partido entrara en el último minuto sin variar su marcador. Y ahí empezaron las sorpresas.
La primera de ellas fue ver a Dwight Howard acertar con 2 tiros libres en un momento decisivo, quedaban 49 segundos, para poner a los suyos por delante. En el siguiente ataque, Glen Davis consiguió lo que no habían podido hacer ni Allen ni Pierce en las posesiones anteriores: anotar un tiro a media distancia que volvía a dar ventaja a los Celtics.
Rashard Lewis fue el encargado de jugarse el siguiente ataque y forzó una falta en su entrada a canasta. No falló desde la línea de personal y los Magic se ponían un punto arriba con 11 segundos por jugar.
Rivers pidió tiempo muerto. En el otro banco, Stan Van Gundy tenía claras las instrucciones para sus jugadores: no había que dejar tirar a Ray Allen y Paul Pierce bajo ningún concepto. Y sus hombres cumplieron a la perfección con sus instrucciones.
Con el resto del equipo lejos del balón y bien cubierto por la defensa local, Pierce y Glen Davis se jugaron un 2 contra 2 ante sus defensores. Cuando el balón llegó a las manos de Pierce, Howard, tal y como quería Van Gundy, abandonó a Davis para intimidar el tiro del alero de Boston.
Entre tanto, en una perfecta interpretación del 2 contra 2, Davis ganó la esquina en solitario, Pierce le buscó y ‘Big Baby’ se elevó desde casi 6 metros con el reloj buscando el 0 a toda velocidad y la respiración cortada en las gradas del Anway Arena. Justo en el momento que el marco del tablero se iluminaba anunciando el final, el balón lanzado por Davis atravesaba limpiamente el aro de la canasta rival. La victoria era de los Celtics.
Estallido de alegría entre los verdes y caras de incredulidad entre los locales, que ven escapar una gran oportunidad, quién sabe si tendrán otra, de inclinar la balanza de la eliminatoria a su favor.
Los números:
- Orlando: Howard 23 pt, 17 reb y 3 tap; Lewis 22 pt; Turkoglu 11 pt (4 de 14); Pietrus 11 pt.
- Boston: Pierce 27 pt y 4 as; Davis 21 pt y 6 reb; Rondo 21 pt y 14 reb; Perkins 12 pt, 13 reb y 5 tap.
- Los Celtics sólo anotaron 1 de su 10 intentos triples y los Magic 5 de sus 27.