Los Lakers no podían fallar en su segundo enfrentamiento en casa ante los Rockets y no lo hicieron. Un encuentro lleno de tensión en el que el acierto ofensivo de Kobe Bryant y Pau Gasol y la gran labor defensiva del español sobre Yao Ming inclinaron la balanza a favor de los locales.
Bryant anotó 40 puntos y Gasol 22, con 14 rebotes, mientras la aportación del gigante chino quedaba reducida a 12 puntos. Scola sumó otros 12, aunque perdió protagonismo a favor de un inspiradísimo Carl Landry y Ariza cumplió, sin brillo, con su labor en el quinteto titular.
L.A. Lakers 111 Houston 98 (1-1)
Si el primer encuentro entre Lakers y Rockets fue muy físico, el segundo le superó con creces. Los Lakers salieron dispuestos a no dar más ventaja a los hombres de Rick Adelman y el resultado fue un partido de una enorme intensidad en el que la calidad, la dureza e incluso las malas artes tuvieron cabida.
Los locales tenían muy claro que esta vez no podían arrugarse ante el rival y Phil Jackson extrajo del primer encuentro una clara conclusión: esta no es eliminatoria para el todavía verde Bynum. Después de que en el primer asalto el pívot de los Lakers se cargara de faltas y demostrara su incapacidad para defender a Ming, Jackson optó por dejarle en el banquillo asignándole un papel marginal -terminó con 0 puntos y 1 rebote en 9 minutos de juego-, y apostar por la veteranía y el oficio de la pareja Gasol-Odom.
Fue un acierto, sin duda. La labor del español en defensa y en ataque contra el chino mereció anoche la nota más alta. El pívot de Sant Boi cargó de faltas a Ming en la primera mitad, lo que limitó su tiempo de juego, y Yao sólo fue capaz de anotar una canasta en juego en los 3 primeros cuartos.
Los Lakers salieron como un ciclón y endosaron 39 puntos a los Rockets en el primer cuarto (39-25) con Bryant, 15, y Gasol, 13, como máximos exponentes ofensivos de esos primeros 12 minutos. Con semejante arranque y Ming en el banquillo tras cometer 2 faltas sobre Gasol en los primeros 9 minutos, el encuentro parecía ponerse viento en popa para la escuadra local.
Pero estos Rockets no son sólo Ming y lo demostraron en un segundo cuarto en el que salieron a por todas con el claro objetivo de volver a entrar en el partido. Y vaya si lo hiceron. Le devolvieron el parcial a los Lakers (18 a 32) para dejar el partido empatado a 57 en el descanso.
Artest, 17 puntos, y un increíble Landry, 16 tantos, lideraron la remontada de los Rockets en la segunda docena de minutos. El ala-pívot terminaría sumando 21 puntos y 10 rebotes en los 24 minutos que estuvo en pista y su gran actuación restó presencia en pista a Scola, por mérito del suplente que no por demérito del argentino que tampoco estuvo nada mal y terminó con 12 puntos y 4 rebotes en idéntico tiempo de juego.
Con empate en el marcador al descanso, la segunda parte se prometía intensa y emocionante y vaya si lo fue. Más intensa que emocionante puesto que la mejor labor defensiva de los Lakers en la segunda mitad (la efectividad de los Rockets descendió del 56,8% al descanso al 45,9% al final) les permitió finalmente llevarse el triunfo con cierta holgura.
Eso sí, hasta la bocina final ocurrió de todo en la pista del Staples Center. El partido empezó a embarullarse en el final del tercer cuarto, cuando los Rockets empezaban a ceder terreno ante el empuje ofensivo de Bryant, 32 puntos por entonces, y la más presionante defensa local.
A 29 segundos del final del tercer periodo, Luisito Scola inició un intercambio de palabras con Lamar Odom que terminó en trifulca entre los jugadores de ambos equipos y técnicas para el argentino, Odom y Walton. En la siguiente jugada, Fisher embiste en un bloqueo a Scola que cae aparatosamente al suelo.
Con Fisher sangrando, por culpa de un corte cerca de su oreja derecha, y los jugadores de los Lakers protestando ante los árbitros la supuesta teatralidad de Scola, los colegiados revisan el vídeo y terminan expulsando a Fisher con una falta flagrante de tipo 2. No sería la única expulsión del encuentro.
El cuarto acaba en medio de una tensión tremenda, pero no los incidentes, ya que, al dirigirse hacia el banquillo, esta vez es Von Wafer el que se enzarza en una discusión con su propio técnico, Rick Adelman, y acaba enviado a los vestuarios por su entrenador para no volver a salir de ellos.
El último cuarto no ayudó precisamente a que el caos sobre la pista disminuyera, algo que terminó por beneficiar a los Lakers, que no vieron peligrar su ventaja ante unos Rockets que parecían más pendientes del cuerpo a cuerpo y los continuos rifirrafes que del marcador.
El último en marcharse del campo antes de tiempo fue Ron Artest, hasta entonces el mejor de los Rockets con 25 puntos. Restaban 6:57 para el final. El alero de los Rockets protestó como un loco ante los árbitros un supuesto golpe de Bryant en un rebote, larga es ya la historia de piques entre estos dos, y ante el escaso eco de sus protestas no se le ocurrió mejor idea que encararse con Bryant de malas maneras, logrando así que los colegiados le expulsaran y que con su marcha a vestuarios se esfumaran las últimas esperanzas de remontar de su equipo.
Al final, victoria de los Lakers, empate en la eliminatoria, y el viernes, tercer partido a disputar en Houston en el que la sangre de ambos equipos promete volver a hervir. Habrá que estar atentos.
Los números:
- L.A. Lakers: Bryant 40 pt (16 de 27 tc); Gasol 22 pt, 14 reb, 4 as, y 4 tap; Fisher 12 pt.
- Hosuton: Artest 25 pt y 5 as (4 de 7 t3); Landry 21 pt y 10 reb; Brooks 13 pt; Ming 12 pt y 10 reb; Scola 12 pt.
- Los Lakers anotaron 20 puntos al contraataque y los Rockets 5.