Triste, muy triste resultó anoche el ver salir en camilla, gravemente lesionado, al veterano Dikembe Mutombo, un hombre que representa la dignidad y la honestidad fuera y dentro de la cancha como pocos en la NBA.
A sus 42 años, muy cerca ya de los 43, Mutombo aspiraba este año a ayudar a los Rockets a llegar lo más lejos posible en la fase final, pero ya no podrá hacerlo. Su rodilla izquierda hizo ‘crack’ y la carrera del jugador congoleño acabó de la forma que nadie deseaba, abandonando la pista en camilla.
Mutombo será examinado hoy por los médicos, pero dada la gravedad de la lesión y su edad, tratar de recuperarse para volver a jugar no tiene sentido. “Se acabó para mi”, afirmaba el jugador.
“Todo lo que puedo decir ahora mismo es que he tenido una magnífica trayectoria de 18 años sin lesiones. Agradezco a Dios tanta fortuna y que haya puesto a mi alrededor tanta gente estupenda durante toda mi carrera en la NBA. Simplemente, soy feliz”, declaraba Mutombo.
“Me voy con la cabeza alta, sin sentirme decepcionado y sin nada que lamentar. Tengo muchas cosas por las que sentirme agradecido a lo largo de estos 18 años”, afirmaba el gigantón africano que, aunque reconocía haber llorado sobre la pista al sentir romperse su rodilla, prefiere quedarse con todos los buenos recuerdos que su paso por la NBA le ha dejado.