Los comentarios del prestigioso columnista de Fox Sports y del Kansas City Star Jason Whitlock están dando que hablar en la prensa deportiva norteamericana. Famoso por su estilo polémico y su gusto por mezclar temas deportivos y sociales, Whitlock no ha dudado en encarnar en Iverson gran parte de los males de la sociedad americana.
El columnista, tan negro como Iverson, cree que el jugador es “víctima de una educación disfuncional que le hace incapaz de asumir los conceptos esenciales del trabajo en equipo, de la victoria y el sacrificio en beneficio de los demás”.
Y no se queda ahí, ya que afirma que “somos una nación de Allen Iversons” y achaca a ello el actual colapso económico y social de los Estados Unidos, alimentado por la “codicia sin límites de Wall Street”, que ha traído consigo la “destrucción y desprecio de la familia americana” y su sustitución por una nación de “contratistas independientes” sin conexión entre sí.
Para Whitlock, la temporada de 2001, en la que Iverson llevó a los Sixers a la final, es la única en la que se alcanzó a ver lo que podría haber sido Iverson de no haberse dejado llevar por su carácter egoísta, pero duró poco.
Su comportamiento y juego narcisista le ha impedido, según Whitlock, hacer mejores a sus compañeros y ha evitado que a la sombra del jugador de Virginia haya podido aparecer “un Pippen, un McHale, un Worthy, un Dumars”, es decir, ese segundo hombre que obliga a la estrella a compartir parte de la luz de los focos a cambio hacer a un equipo grande.
Cierra el articulista su dura opinión sobre el escolta de Detroit con un negro augurio para aquel equipo al que llegue Iverson, que es agente libre este verano, el próximo año: “Será Titanic II con Allen Iceberg”.