Fue la noche de Walter Herrmann. El jugador santafesino jugó 27 minutos en el Pistons-Clippers y los aprovechó al 100%. El alero argentino completó un memorable último cuarto en el que hizo trizas al equipo angelino al anotar 13 puntos, 9 de ellos desde la línea de 3 puntos.
Esos fueron todos los puntos que hizo Herrmann en el partido, pero resultaron decisivos. El internacional albiceleste se deslizó mucho tiempo en la pista porque las bajas de su equipo eran mayúsculas, pues anduvo ausente prácticamente todo el quinteto titular. Aún así, Detroit ganó la partida a unos decepcionantes Clippers, que se presentaron en The Palace of Auburn Hills con toda su artillería. Una artillería que tiene, evidentemente, la pólvora mojada.
También tienen la pólvora mojada los Toronto Raptors de José Manuel Calderón y los Memphis Grizzlies de Marc Gasol. Ambos volvieron a perder, pero de muy distintas maneras. Mientras que el equipo canadiense lo hizo de mal modo, cayendo en casa sin presentar una batalla real a los Bobcats, el conjunto de Tennessee sólo bajó los brazos al final, tuteando el resto del partido a unos poderosos Hornets. Calderón firmó 8 puntos y 11 asistencias y Gasol hizo 12 tantos y 6 rebotes.
Detroit 108 L.A.Clippers 90
A río revuelto ganancia de pescadores. Algo así debió de pensar el bueno de Walter Herrmann antes de iniciar el partido cuando vio la alineación de los suyos. Era una noche para pescar y Herr lo hizo, ¡vaya si lo hizo!.
El argentino resultó capital en el éxito de los suyos. Anotó sus 13 puntos en los últimos 9 minutos del partido en un último tiempo para enmarcar en el que Herrmann enchufó 3 triples y lideró con mano firme la ofensiva de Detroit, anotando además en momentos puntuales del encuentro que vistos con atención fueron realmente cruciales.
El primer intento de Herrmann de desequilibrar el partido fue cuando iniciada la última parte enlazó 2 triples consecutivos para poner 8 arriba a los Pistons. Fue un intento que no fructificó, pues los Clippers se rehicieron. Pero el segundo sí fraguó. Dominaban 89-83 los locales cuando Will Bynum anotó 1 tiro libre y fue en ese momento cuando 1 triple del argentino -el tercero de su cuenta- colocó a los Michigan con 10 de ventaja (93-83) a menos de 5 minutos del final.
A partir de esa mínima brecha, los Clippers se mostraron incapaces de recomponer la situación y terminaron bajando los brazos para acabar el partido 18 puntos abajo. Herrmann, a base de triples, había doblegado su frágil moral. Porque en la cabeza estuvo el partido, no hay otra explicación para la actuación de unos y otros.
Los locales acudieron al choque sin casi todo su equipo titular. Faltaban Stuckey, Iverson, Hamilton y Wallace, la columna vertebral del equipo. Tuvieron que asumir el empezar el encuentro con un quinteto de circunstancias: Bynum, Afflalo, Prince, McDyess y Brown. Pero si bizarro era el quinteto inicial más aún lo era la segunda unidad. Daba grima mirar al banquillo, ¡4 suplentes y todos ala-pívots!. Fue una circunstancia ciertamente curiosa que obligó, por ejemplo, a jugar a Will Bynum 44 minutos porque no había base suplente.
Al otro lado, los Clippers recuperaban todo su glamour, su cinco inicial era una acumulación de jugadores brillantes: Baron Davis, Gordon, Thornton, Randolph y Kaman. Mucha calidad y poca cabeza por parte de los más veteranos, y eso siempre se nota... porque de nada sirve la calidad si la mentalidad del jugador no es ganadora porque tiene la cabeza en otro sitio.
Ésa es la única explicación plausible para que un quinteto de circunstancias que apenas sumaba un salario conjunto de cerca de 16 millones de dólares ganara a un quinteto con nombres que cobra alrededor de 40 millones. Sólo Zach Randolph cobra este año tanto como todo el quinteto que sacó ayer Michael Curry. Un lamentable espectáculo por parte de los angelinos. Un despilfarro. Por cierto, Randolph -el de los 15 millones de dólares- se fue del partido con 9 puntos, 3 rebotes y 4 de 17 en el tiro de 2. Un despilfarro doble.
Y eso que los californianos llegaron vivos hasta los minutos finales del partido. Lo hicieron gracias al novato del quinteto de arranque, lo que dice muchas cosas de este equipo. Gordon fue el mejor con 22 puntos, si bien Baron Davis se comportó dignamente al acercarse al triple-doble. Pero la mala defensa -permitieron anotar a su rival más del 55% de sus tiros- y su errático balance de balones robados y perdidos (1 a 12) fueron su tumba.
Mientras, en Detroit todo funcionó. Antonio McDyess lo bordó -24 puntos y 17 rebotes en 41 minutos-, demostrando que cuando se le necesita ahí está, al igual que ocurre con Tayshaun Prince -23 puntos y 12 asistencias-. Fueron los hombres del partido junto a Bynum -22 puntos- y ese final magistral protagonizado por un jugador de Venado Tuerto llamado Walter Herrmann.
Los números:
- Detroit: McDyess 24 pt y 17 reb; Prince 23 pt, 12 as y 6 reb; Bynum 22 pt, 6 as y 3 rob; Herrmann 13 pt y 3 reb (3 de 4 t3).
- L.A.Clippers: Gordon 22 pt; B.Davis 19 pt, 8 as y 7 reb.
- Los locales robaron 6 balones y perdieron otros seis; los suplentes recuperaron sólo 1 y extraviaron 12.
- Detroit encestó el 55,7% de sus tiros de campo.
New Orleans 96 Memphis 84
Algo parecido a lo de los Clippers le ocurrió a Memphis en Nueva Orleans, pero con importantes matices, claro. Los Grizzlies hicieron 3 grandes primeros cuartos y se presentaron en el último período con una sorprendente ventaja (67-68). Pero la lógica, a diferencia del partido Pistons-Clippers, se impuso y la mayor calidad de los locales terminó pasando factura al equipo de Marc Gasol, que se hundió irremisiblemente en los últimos minutos.
Fue una pena, porque ayer Memphis jugó durante muchos minutos como un equipo. Un ataque más equilibrado, más reparto de juego, más balones interiores para Marc Gasol... que no siempre estuvo bien.
Empezó bien el español. Ausente Chandler, el catalán se encargó en los primeros minutos de mandar al banquillo a Hilton Armstrong por acumulación de personales. Se sintió cómodo Gasol en la cancha hasta que Byron Scott apretó las tuercas en las ayudas defensivas al poste y ahí el pívot español empezó a sufrir. Sí, anotó 12 puntos y atrapó 6 rebotes, pero es que también perdió 7 balones. Esa fue, como le ocurrió a los Clippers, la tumba de los Grizzlies. Su balance robos-pérdidas (5 a 20).
A esa facilidad para regalar balones se unió la inocencia del equipo a la hora de buscar el partido en los últimos minutos. Esa candidez se paga cara en esta liga. Y es que con empate a 79 a falta de menos de 5 minutos, con todo por jugar, los Hornets sometieron a un auténtico varapalo a los Grizzlies en forma de parcial de 17-1, una orgía baloncestística en la que participaron, obviamente, Chris Paul y David West, pero también Wright y Butler.
Ese 17-1 finiquitó el partido y trazó lo que fue ante lo que pudo ser. El buen partido de Gay, la vuelta de Milicic y el giro de Memphis hacia un juego colectivo no fueron suficientes. Y es que los visitantes echaron bastante de menos el juego de Conley y Mayo, muy apagados anoche.
Mientras, Chris Paul (32 puntos, 9 asistencias y 5 robos) y David West (29 tantos y 7 rebotes) no fallaron, convirtiéndose en los auténticos dueños del partido.
Los números:
- New Orleans: Paul 32 pt, 9 as, 5 rob y 5 reb (8 de 8 tl); West 29 pt y 7 reb.
- Memphis: Gay 23 pt.
- Los Hornets robaron 12 balones y perdieron 9; los Grizzlies robaron 5 y perdieron 20.
- Los locales anotaron 58 puntos en la pintura por 34 de los visitantes.
Toronto 89 Charlotte 102
Otra trayectoria errática es la de los Raptors. Los de Ontario no levantan cabeza. Ayer, nueva derrota en el Air Canada Centre, esta vez ante los Bobcats de Larry Brown.
El partido enfrentó a un equipo en destrucción (Toronto) ante un equipo en construcción (Charlotte). Mientras que la mano de Jay Triano apenas se nota en los Raptors, la de Larry Brown modela a su gusto los Bobcats. Y eso se nota.
Anoche, sin ir más lejos, el partido fue de Brown en la pizarra y de Gerald Wallace y Boris Diaw en la pista. El estadounidense y el francés ofrecieron todo un muestrario de lo rico que es su arsenal ofensivo y de sus excelentes maneras en el otro lado de la cancha.
En ataque rompieron a los canadienses. Poco importó que Raja Bell tuviera una nefasta noche (3 de 14 en el tiro) o que Emeka Okafor jugara poco por encontrarse enfermo... allí estaban Wallace y Diaw, Diaw y Wallace para erigirse en la pesadilla de Calderón y los suyos. Cada uno anotó 30 puntos. Wallace añadió además 9 rebotes y 8 asistencias para flirtear con el triple-doble. Diaw también ayudó lo suyo en los tableros -7 capturas-.
A estos 2 hombres contra los que Triano nunca halló un antídoto se sumó como lugarteniente Raymond Felton. El base visitante pudo en la dirección con el español Calderón y se fue hasta los 14 puntos y 7 asistencias. Suyo fue el control del partido.
Mientras, en Toronto más de lo mismo. Bosh y Bargnani, como dos Quijotes, lucharon contra molinos de viento. El primero anotó 35 puntos y el segundo 27. No hubo nada más. Parker y Marion estuvieron poco metidos en el choque, la suplencia sólo aportó 8 puntos y Calderón se salvó de la quema, pero poco más. Dio 11 asistencias el extremeño, pero le faltó dar un paso adelante en la ofensiva propia (8 puntos) en algunos momentos del partido. Se le ve al español menos explosivo de lo habitual, y eso se nota en los desplazamientos defensivos y en las entradas a canasta.
Pero lo peor, como casi siempre, fue la defensa de los locales, proclive a permitir que los rivales entren hasta la cocina para hacer canastas fáciles. Hasta 62 puntos anotó Charlotte desde la pintura. Y es que los Bobcats se permitieron el lujo de ganar anotando sólo ¡4 canastas de rango medio -media distancia!. Todo fueron canastas en la zona, triples y tiros libres. Sobre todo lo primero. Toronto, sin defensa, camina hacia el fondo del pozo.
Los números:
- Toronto: Bosh 35 pt y 7 reb (19 de 20 tl); Bargnani 27 pt y 7 reb (4 de 7 t3); Calderón 11 as.
- Charlotte: Wallace 30 pt, 9 reb y 8 as; Diaw 30 pt y 7 reb (15 de 21 tc); Felton 14 pt y 7 as.
- Los visitantes anotaron 62 puntos en la pintura, 21 desde el triple y 11 tiros libres, logrando sólo 4 canastas desde media distancia.
- Chris Bosh batió el récord de su franquicia de tiros anotados sin fallo en una primera parte con 14.
- El ex entrenador de Memphis Grizzlies Marc Iavorini presenció el partido desde la grada.