El sindicato de árbitros de la NBA ha criticado abiertamente la decisión de la liga de sancionar a su compañero Bill Kennedy por el incidente que costó la expulsión al técnico de los Celtics, Doc Rivers, en el partido que enfrentó a su equipo con los Bulls.
Rivers fue sancionado por la liga por discutir con el colegiado y criticar su actuación con posterioridad, pero el motivo de la polémica reside en que la NBA decidió también multar, con una cantidad no hecha pública, al colegiado por el mismo incidente, un hecho fuera de lo común.
El entrenador había acusado a Kennedy de mirarle fijamente para provocarle. Los árbitros, sin embargo, coinciden con su compañero de silbato, que ha anunciado que apelará, en que éste no hizo sino aquéllo para lo que está entrenado.
Los manuales de arbitraje de la propia liga aconsejan a los colegiados, en este tipo de incidentes, mirar fijamente a los entrenadores no como medio de provocarles sino de establecer claramente que “ya es suficiente” en lo que se refiere a las protestas que están dispuestos a admitir. Lo que tienen estrictamente prohibido es entrar en un intercambio verbal subido de tono con los técnicos.
El sindicato de árbitros considera que Kennedy ha “seguido todas las normas del manual de los árbitros en lo referente al manejo de este tipo de situaciones” y que la sanción está fuera de lugar.