El escolta de los Phoenix Suns Jason Richardson sigue sumando párrafos a su historial penal desde que está en Arizona. Si en diciembre fue detenido en las cercanías de Phoenix y acusado de conducir bajo los efectos del alcohol, ayer fue arrestado en otra localidad de Arizona, Scottsdale, por conducción temeraria.
El coche de Richardson fue detectado inicialmente por un patrullero sobre las 8 de la tarde circulando a 108 km/h en una zona limitada a 64. El policía siguió al jugador de los Suns y le dio el alto después de que éste llegara a conducir a 145 km/h en una zona limitada a 56.
Richardson se identificó como jugador de los Suns y reconoció el exceso de velocidad. El jugador afirmó que había salido con su hijo a cenar y regresaba a su casa en Paradise Valley, una exclusiva zona residencial en las afueras de Phoenix donde viven, entre otros, Steve Nash o Shaquille O’Neal.
Fue entonces cuando el policía que le había dado el alto comprobó que el hijo de 3 años del jugador iba sentado en el asiento de atrás sin la obligatoria silla de protección. El jugador fue detenido y hubo que avisar a la madre del niño para que se hiciera cargo de él.
Richardson fue puesto en libertad unas horas después bajo los cargos de imprudencia temeraria, conducción temeraria, incumplimiento del deber de usar la silla infantil para el transporte de menores y dos cargos de exceso de velocidad.