Buenas noticias para el dominicano Al Horford por lo que respecta a su lesión, que le ha mantenido fuera de juego en los últimos 9 partidos. El jugador, que se recupera de un fuerte golpe en su rodilla derecha, ha viajado con el resto de sus compañeros a Miami, pero en principio no jugará ante los Heat y tampoco lo hará contra los Knicks en Nueva York.
En principio, Horford no iba a desplazarse con el resto de la plantilla a Florida, estado en el que triunfó en su etapa universitaria. De hecho, su entrenador, Mike Woodson, había afirmado que el pívot caribeño se iba a quedar en Atlanta y había insistido en que la idea era que se quedara sin viajar para así poder progresar y entrenar con los preparadores un poco mientras sus compañeros jugaban ante Heat y Knicks.
Se estimaba que Horford, que en los últimos días ya había comenzado a correr suavemente, podría entrenarse ya el próximo jueves. "Ese debería ser tiempo suficiente para tener de verdad entrenamiento a sus espaldas", aseguraba Woodson al diario Atlanta Journal-Constitution, para luego añadir que "quiere jugar a toda costa, pero no vamos a presionarle para que regrese si no está listo".
Por todo ello, se especulaba con que el objetivo trazado como fecha de regreso podría ser el 4 de febrero en el partido que ha de enfrentar ese día a Atlanta con Minnesota.
Cambio de planes
En apenas unas horas los planes han cambiado. Ahora, el regreso podría adelantarse al sábado o al domingo, días en los que los Hawks se verán las caras con New Jersey y Milwaukee, por lo que el regreso de Horford podría coincidir con el enfrentamiento de su equipo con los Bucks, el conjunto del jugador de origen dominicano Charlie Villanueva.
Lo cierto es que a día de hoy parece arriesgado fijar un día de regreso, aunque lo que se antoja seguro es que esa fecha está muy cercana. Y es que si el equipo le ha hecho subirse al avión junto al resto de la plantilla es porque considera que en algún momento de la gira de Atlanta por el Este Horford podría reaparecer.