Los Memphis Grizzlies han anunciado el despido de su actual técnico, Marc Iavaroni, y su sustitución por Lionel Hollins. Finalmente, el criterio de los que creían que Iavaroni no era el hombre adecuado para enderezar el errático rumbo de los Grizzlies parece haberse impuesto en la franquicia de Tennessee.
Año y medio ha durado la presencia al frente de los Grizzlies del ex jugador NBA y ex asistente de Mike D’Antoni en Phoenix. Un año y medio cuyo resultado no puede considerarse sino decepcionante, dadas las esperanzas que había depositadas en su labor.
La falta de progreso, motivo del despido
Fuentes de los Grizzlies han citado el pobre récord de victorias del equipo y la falta de progreso de los jugadores como las principales razones que han motivado la decisión de la franquicia de prescindir de Iavaroni.
De esas razones, parece que ha sido la segunda la que más ha pesado en las mentes de los responsables de la franquicia. Los Grizzlies son un equipo joven en plena reconstrucción por lo que un pobre récord de victorias era algo que podía entrar en los cálculos de sus dirigentes. Pero lo que sin duda no entraba en ellos es la pobre imagen que ha dado el equipo esta temporada, la escasa progresión que se ha podido ver respecto a la pasada y la imagen de estancamiento que ofrecen algunos de sus jugadores más jóvenes.
El año pasado la excusa del traspaso de su jugador franquicia, Pau Gasol, y la juventud de la plantilla sirvió para justificar la lamentable temporada de unos Grizzlies que hicieron del individualismo en ataque y la laxitud en defensa su seña de identidad.
Este año esas excusas ya no valen. Los jóvenes son 1 año más veteranos y han llegado piezas importantes como O.J. Mayo o Marc Gasol que deberían haber dado un impulso al juego del equipo a nivel de conjunto. Sin embargo, el equipo sigue cometiendo los mismos errores que el año pasado, ni defiende con intensidad ni es capaz de realizar un ataque organizado.
Además, algunos de sus jugadores más jóvenes como Rudy Gay y los bases del equipo, Kyle Lowry y Mike Conley, parecen caminar más hacia detrás que hacia delante, especialmente en lo que a fundamentos del juego en equipo se refiere.
Por si fuera poco, las declaraciones críticas de algunos jugadores hacia el estado del equipo, realizadas en los últimos días, apuntaban, sin nombrarlo, a la labor de un entrenador incapaz de poner orden en un corral con demasiados gallos y casi ninguna gallina ponedora. Puede que haya sido la puntilla que necesitaba Chris Wallace, general manager del equipo, para rematar a Iavaroni.
Lionel Hollins, sustituto una vez más
El asistente Johnny Davis será quien se haga cargo provisionalmente del equipo en el partido de hoy ante los Knicks y el del sábado ante los Nets, pero el sustituto de Iavaroni será un viejo conocido de la afición de los Grizzlies, Lionel Hollins, a quien se espera que la franquicia firme este fin de semana. El actual asistente de los Milwaukee Bucks y antiguo asistente de los Grizzlies ya ocupó hace años la posición de entrenador jefe en Memphis de forma interina.
Hollins, un hombre con una carrera de 10 años como jugador NBA a sus espaldas y ganador de un anillo de campeón con los Trail Blazers en la temporada 1976-77, asume a sus 55 años por tercera vez la labor de entrenar a los Grizzlies, donde ejerció muchos años de asistente.
En las anteriores ocasiones lo hizo como interino, primero cuando la franquicia estaba en Vancouver (1999-2000) y luego en Memphis (2004). Su récord en esas ocasiones no resulta especialmente bueno, 18-46, y en Memphis ya se han alzado voces diciendo que los Grizzlies buscan, más que una solución, un recambio barato para el banquillo.
Habrá en todo caso que dar un margen de confianza al nuevo técnico y esperar a ver si a la tercera va la vencida. Por de pronto, se anuncia la presencia de dos hombres con experiencia en su equipo técnico, el hasta esta misma temporada técnico de los Sixers, Maurice Cheeks, y el ex asistente de los Clippers Barry Hecker.