A comienzos de esta temporada muchos vaticinaban un bajón en el juego de los Celtics tras conseguir el año pasado su gran objetivo: el anillo. Pero muy al contrario, este comienzo de temporada nos deja unos Celtics mucho más fuertes y temibles de los que pudimos ver la temporada pasada.
Ayer, ante Philadelphia, sumaron su decimonovena victoria consecutiva batiendo la mejor marca de la franquicia, y no estamos hablando de una franquicia cualquiera, que databa de la temporada 1981-82.
Los Celtics han sufrido sólo 2 derrotas en sus primeros 29 partidos. Ningún equipo en la historia de la NBA había conseguido sumar tantas victorias, 27, con sólo 2 derrotas.
Parecía difícil, pero estos Celtics son sin duda una versión mejorada de los que pudimos ver el año pasado. Tienen las mismas armas -una gran defensa y un tridente de ataque formado por Garnett, Allen y Pierce al que se ha unido un Rondo que no para de mejorar- pero mejor calibradas si cabe. Y es que su juego de conjunto se hace más y más sólido con cada partido que pasa.
Y mañana -por la noche en Europa, tarde en América- llega la gran piedra de toque para estos imparables Celtics. Visita al Staples Center para enfrentarse a los Lakers. Un regalo de Navidad para todos los aficionados al baloncesto que ninguno debería perderse.