La tranquilidad reina en Atlanta Hawks. El equipo sigue con su buena trayectoria deportiva y la lesión del dominicano Al Horford, su gran baluarte en la pintura, no reviste gravedad. Aún no se sabe si el jugador hispano podrá jugar o no mañana ante Houston Rockets.
Horford sufrió una torcedura de tobillo en la segunda parte del encuentro que enfrentó el pasado viernes a su equipo contra New York Knicks en el Philips Arena.
El problema físico del jugador de segundo año no revistió importancia para los aficionados locales, ya que tras torcerse el tobillo derecho y ser atendido, Horford volvió a la pista y siguió jugando. Y además terminó el partido con buenos números: 14 puntos y 9 rebotes.
La tranquilidad fue máxima cuando los exámenes médicos posteriores revelaron que no sufría ninguna lesión grave en el tobillo y que se trataba simplemente de una leve torcedura.
Ausente en Dallas
A pesar de ello, su entrenador, Mike Woodson, expresó su preocupación por el estado del jugador a la hora de disputar el partido que Atlanta tenía que jugar un día después en Dallas, según recoge el diario Atlanta Journal-Constitution.
Pero llegado el momento, Woodson no indicó que su ala-pívot no fuera a jugar, por lo que minutos antes del partido todo hacía indicar que Horford saltaría a la pista del American Airlines Center. No fue así. Y en el quinteto inicial los Hawks alinearon a Zaza Pachulia. Nadie pudo disfrutar del juego del dominicano en los 48 minutos.
No jugó, por lo tanto, Horford ante Dallas Mavericks y en principio nada se sabe si se va a incorporar al equipo en el segundo partido de la gira texana de los Hawks, que se jugará mañana en Houston. Después vendrán otros dos partidos como visitantes en San Antonio –fin del viaje a Texas- y en Miami.
Un tobillo maltrecho
Lo más preocupante de la leve lesión de Horford es que afecta al mismo tobillo que le obligó a perderse un partido esta misma temporada, en el mes de noviembre.
Horford sufrió una inflamación en el tobillo derecho en el partido que enfrentó el 18 de noviembre a Atlanta Hawks con Indiana Pacers y tuvo que abandonar el terreno de juego cuando sólo había disputado 7 minutos.
Esa inflamación, un problema de escasa enjundia, hizo que el ex jugador de la Universidad de Florida se perdiera el encuentro que al día siguiente, 19 de noviembre, disputó Atlanta contra Washington.
Por eso, aunque la lesión en el tobillo es leve, hay que ser precavidos porque el tobillo derecho de Horford ya ha avisado dos veces en menos de un mes.