Los Lakers han encadenado 3 victorias en el inicio de temporada y Pau Gasol ha contribuido con buenos números a ellas. Sin embargo, hay un dato que no ha pasado desapercibido a nadie: la diferencia entre su aportación ofensiva en la primera y la segunda mitad del partido.
El primero que es consciente de ese desequilibrio es el técnico de los Lakers, Phil Jackson, y por eso tiene claro que hay que tomar medidas para hacer más equilibrada la aportación del jugador español y del equipo en su conjunto.
En los 3 partidos que se llevan disputados Gasol ha promediado 14,7 puntos y es el segundo anotador del equipo después de Bryant. Pero esa anotación se distribuye de forma muy desigual. Mientras que en las primeras partes de los 3 encuentros Gasol acumula 25 lanzamientos a canasta, con 15 aciertos, en las segundas tan solo ha lanzado 8 y anotado 2.
No le llega el balón
Para Phil Jackson está claro que la culpa no es del jugador catalán, cuyo trabajo en defensa y rebote sigue siendo igual de intenso en una y otra mitad. El problema es que el balón no llega a sus manos en el ataque y ahí aparece el otro factor de la ecuación, la superestrella del equipo Kobe Bryant, cuyo balance ofensivo se desequilibra en sentido justamente opuesto al del español.
Lo dice el técnico, poniendo como ejemplo el último partido ante Denver, en el que Bryant anotó 22 puntos en la segunda mitad tomando un protagonismo en ataque que Jackson cree que fue excesivo por momentos y dejó fuera de juego a algunos de sus compañeros y en particular a un Gasol que había hecho una excelente primera mitad. En su opinión esa ofensiva, unidimensional en ocasiones, no permite aprovechar todo el potencial del equipo.
“Para ser justos con Kobe”, dice Jackson, “está jugando en equipo en la primera mitad y buscando sus tiros en la segunda. Esa distribución tiene que equilibrarse un poco más”. En definitiva, el técnico quiere que Bryant mantenga un estilo de juego más uniforme a lo largo del partido de forma que sus compañeros se sientan partícipes en todo momento y así el equipo pueda mantener todas sus armas activas.
Gasol no se queja
En cuanto a Gasol, se puede decir que vive con resignación, y sin quejas, el asunto. “En la primera mitad recibo más balones. En la segunda, no tantos. Con un poco de suerte, encontraremos un equilibrio”, comenta el pívot de Sant Boi cuando le preguntan por el asunto.
Pau reconoce que es difícil cambiar el estilo de juego de Bryant y evitar que haya momentos en que acapare el balón. “Una vez que Kobe entra en ese modo, lo hace realmente bien, así que, ¿qué vamos a hacer?”, dice Gasol, “Le tenemos un gran respeto por el tipo de jugador y de líder que es”.
Para Gasol, hay poco que se le pueda decir a un compañero tan bueno y efectivo en el ataque como Kobe y, por lo tanto, tiene claro que si no le llega el balón ha de concentrarse en el resto de sus tareas: defender, rebotear y moverse sin el balón para abrir espacios a sus compañeros.
Ya que sus compañeros no se sienten autorizados para decirle nada, tendrá que ser Phil Jackson el que intente convencer a Bryant de que un mayor control de los impulsos individualistas que sufre en determinados momentos puede suponer un beneficio importante para un equipo que aspira a ganar el título. Veremos si lo consigue.