Arriesgada apuesta la que hace la NBA en la elección del escenario del partido de las estrellas del año 2010: el nuevo estadio de fútbol de los Cowboys de Dallas. La ciudad texana será la sede del fin de semana de las estrellas de la temporada que viene, mientras que el de la actual se celebrará en Phoenix.
El comisionado de la NBA David Stern ha necesitado nada menos que 4 meses de meditación hasta decidirse a dar el visto bueno a la propuesta de los organizadores. Y es que el nuevo coliseo de los Cowboys es un gigantesco estadio cubierto con capacidad para 100.000 espectadores consagrado al fútbol americano.
El moderno estadio se sitúa en Arlington, a medio camino entre Dallas y Fort Worth, ha costado más de 1.100 millones de dólares, está a punto de ser inaugurado y es altamente configurable para servir de escenario a todo tipo de eventos.
Para el partido del All-Star la cancha de baloncesto se situará en la parte central derecha del campo de juego y se creará una configuración de gradas especial que casi con seguridad permitirá superar la cifra récord de 44.735 espectadores que asistieron en 1989 al All-Star celebrado en el Astrodome de Houston, también en Texas.
En la sede de los Cowboys se celebrará únicamente el partido estelar del domingo. El partido de los novatos y el resto de concursos, incluidos mates y triples, tendrán lugar en el American Airline Center de Dallas, sede de los Mavericks. La última vez que Dallas acogió el fin de semana de las estrellas fue en 1986.