Mike Rosario, uno de los jugadores más prometedores de entre los que este año debutarán en la NCAA, jugará con la selección de Puerto Rico y no con República Dominicana. El jugador tenía la posibilidad, dado su origen, de jugar también con Estados Unidos.
Finalmente fue la Federación Puertorriqueña de Baloncesto la que se llevó el gato al agua, y un ufano Felo Rivera, gerente general de la selección masculina boricua, hacía el anuncio oficial de que Rosario vestirá la elástica de Puerto Rico, según informa Diario Libre.
Rosario puede convertirse en una de las sensaciones de la próxima temporada de la Liga Universitaria de Estados Unidos, la NCAA. De hecho, la prestigiosa ESPN le coloca en el puesto 25 dentro de la lista de mejores jugadores que debutarán en la NCAA en la temporada 2008-2009.
Se trata de un escolta, que puede desempeñarse también como base, que ronda el 1,90 de altura. Mike Rosario nació en Nueva Jersey hace 18 años, su padre es dominicano y su madre –que es la que le da el apellido- es puertorriqueña. De ahí la disputa.
Todo apunta a que el joven baloncestista estrenará su internacionalidad con el equipo boricua en el Campeonato Mundial sub-19 que se disputará el año que viene en Nueva Zelanda.
Un jugador cargado de futuro
Mike Rosario promedió más de 21 puntos por partido en St Anthony’s High School la pasada temporada y en marzo jugó el McDonalds All-American Game, o lo que es lo mismo, el encuentro en el que se dan cita los 24 mejores jugadores de Estados Unidos en edad de High School. En dicho partido, el jugador hispano reivindicó su calidad y se exhibió con 18 puntos y 5 robos de balón, fascinando a más de un ojeador.
Su oportunidad en la NCAA le llegará con la Universidad de Rutgers, que confía en que Rosario sea el faro que active de nuevo su sección de baloncesto, por la que ya pasó, sin ir más lejos, el dominicano Luis Flores, que llegó a jugar en la NBA.
Se trata de un jugador con un notabilísimo tiro de media y larga distancia, es un atinado lanzador de 3, que dispone de una gran capacidad ofensiva, que domina con facilidad el balón –a pesar de su preferencia a jugar de 2- y que goza de una buena capacidad defensiva. De todos modos, todavía es muy joven y está por pulir, por lo que habrá que estar atentos a su progresión.