Stephon Marbury, base de los Knicks de Nueva York, ha manifestado que no sólo no tendría ningún inconveniente en jugar en el futuro en Europa, sino que le gustaría hacerlo. Su destino preferido sería la ciudad italiana de Milán.
La otrora estrella de la NBA está en el ocaso de su carrera en Estados Unidos tras llevar varios años en la cuerda floja por su mal juego y su difícil carácter. Pero sigue cobrando un contrato espectacular: la próxima temporada percibirá 20,8 millones de dólares.
En declaraciones a New York Post, Marbury dice que una vez expire su contrato con los Knicks el año que viene le gustaría jugar en Milán porque “fue allí donde me enamoré de Italia”. Se da la circunstancia de que en los Knicks hay ahora dos ex milanistas: el entrenador Mike D’Antoni y el novato Danilo Gallinari.
Según Marbury, no ve ningún problema en seguir disfrutando del baloncesto algunos años más ganando dinero en un lugar de ensueño como Milán.