El largo conflicto entre el propietario de los Mavericks, Mark Cuban, y el ex entrenador y ex director general del equipo, Don Nelson, terminó ayer, legalmente hablando, con la victoria de este último, después de que el juez encargado de resolver el arbitraje entre ambas partes le concediera la mayor parte de sus demandas.
Cuban tendrá que abonar 6.276.638,46 dólares a Nelson en concepto de salarios pasados y futuros por el contrato que le unía al equipo como asesor hasta el año 2012 y que dejó de pagar cuando Nelson se fue a entrenar a los Warriors en julio de 2006. Cuban heredó el contrato del anterior propietario, Ross Perot Jr., hijo del que fuera candidato independiente a la presidencia de los EE.UU.
De lo agrio del conflicto dan idea las declaraciones de algunos de los protagonistas. “Los abogados de Cuban hicieron un excelente trabajo poniéndole lápiz de labios al cerdo, pero lamentablemente no consiguieron que dejara de gruñir”, dijo el abogado de Nelson, John O’Connor, sobre el que Cuban afirmó que “es una de las pocas personas que me he encontrado que hace que el resto de su profesión parezcan ángeles”.