La polémica está servida. El que iba a ser el base con mayor talento de la NCAA el año que viene, Brandon Jennings, podría saltar directamente de la High School a Europa y renunciar a jugar con Arizona en la NCAA. Su idea sería jugar una temporada en España o Grecia para luego dar el salto a la NBA.
La cuestión es tratada por Sport Illustrated en su página web, SI.com, dependiente de la cadena CNN. En ella, Kevin Armstrong se hace eco de que el futuro inmediato del jugador podría estar fuera de su país, lo que sería un cataclismo teniendo en cuenta que se trata del armador estadounidense más prometedor de cara al draft del año que viene.
La intención de Jennings -base de 1,88 de altura- ha levantado una auténtica polvareda entre los entrenadores universitarios de Estados Unidos.
Algunos de los más prestigiosos ya han dado su opinión sobre la posibilidad de que el base californiano prefiera pasar su temporada previa al draft cobrando un suculento contrato en Europa a hacerlo en la Liga Universitaria de Estados Unidos sin contrato profesional alguno.
El técnico jefe de la Universidad de Florida, Billy Donovan, lo tiene muy claro: “Estoy triste por el baloncesto universitario”. Esa tristeza genérica de Donovan se concreta además en uno de los mejores entrenadores universitarios, el legendario Lute Olson, que este año ha cumplido 25 años al frente de Arizona. Y es que el equipo de Tucson había firmado un acuerdo por el que Jennings proclamaba su intención de jugar con Arizona en su salto a la NCAA, y Olson y los suyos daban por hecho su incorporación, con el consiguiente crecimiento del equipo, ya que Jennings es un base que en las previsiones para el Draft 2009 sólo es superado en su puesto por el español Ricky Rubio, que juega en la liga de su país.
Y precisamente España podría ser el destino de Jennings. Algunos entrenadores universitarios familiarizados con el baloncesto internacional, y en concreto con el baloncesto europeo, aseguran que equipos de la liga española y griega podrían ofrecer al base de Los Angeles un contrato de un año próximo a los 300.000 dólares, abriéndole la posibilidad de jugar en ligas muy competitivas.
Entrenadores universitarios del prestigio de Rick Pitino (Louisville) o John Calipari (Memphis) admiten la inquietud que les causa el hecho de que un jugador tan joven abandone su país y se embarque en una aventura de cortísimo recorrido en Europa, lugar en el que tendría que aprender el idioma, o al menos intentarlo, y adaptarse a otro modo de vida y a un tipo de baloncesto de un corte muy distinto al que se juega en Estados Unidos, con jugadores experimentados y hechos, una cosa que no ocurre en la NCAA.
Lo que sí tiene claro Pitino es que en la actualidad la evolución de Jennings en Europa sería seguida por los ojeadores profesionales de la NBA del mismo modo que sería observada si jugara en Estados Unidos, ya que en este sentido las cosas han cambiado mucho en los últimos años.
Un peligroso precedente
Si ya era cuestionable la situación actual en la que la mayoría de los jugadores universitarios apenas juegan una temporada en la NCAA para dar el salto a la NBA, aún más podría serlo esta nueva vía, no utilizada por ahora por los grandes jugadores universitarios.
La nueva vía consistiría en no pasar por la universidad. Saltar directamente del instituto a las ligas europeas y hacerlo durante una sola campaña para poder ser drafteado y acceder a la NBA, ya que ahora la normativa exige que los jugadores jueguen un año en alguna competición después de su paso por High School si quieren pasar a la NBA.
Brandon Jennings, que es primo del base de los Nets Marcus Williams, tiene ahora 18 años, una edad ciertamente complicada a la hora de adaptarse en un tiempo récord a la vida y el juego europeos.
De confirmarse su intención, ¿será rentable deportivamente para Jennings?. De lo que no cabe duda es que sí será rentable económicamente.