El gran traspaso parece cerrado, pues sólo está a expensas de las revisiones médicas de los jugadores implicados. El base español José Manuel Calderón será el armador titular de Toronto tras la marcha de T.J. Ford. Y los Raptors configurarán uno de los mejores dúos interiores de la liga: Bosh-O’Neal.
La operación implica que Indiana se hace con los servicios de T.J.Ford, Rasho Nesterovic y Maceo Baston, así como con el puesto 17 del Draft 2008, mientras que Toronto ficha a Jermaine O'Neal y adquiere los derechos del jugador que sea elegido en el puesto 41 del draft, que correspondía a los Pacers.
El intercambio fue dado a conocer en primer lugar por Yahoo! Sports, si bien el miércoles el diario The Canadian Press se hacía eco de una conversación con el general manager de los Raptors, Bryan Colangelo, en la que éste reconocía que mantenía 4 o 5 conversaciones en curso que involucraban a Ford y al puesto 17 del Draft 2008 que poseía su equipo.
Días antes ya se venía hablando de la posibilidad de que O’Neal recalara en el equipo canadiense y Ford se marchara a los Pacers de Indiana.
La confirmación del traspaso, que no es oficial, ya está en buena parte de los medios norteamericanos, entre ellos ESPN Magazine, que la da por hecha.
El traspaso, de todos modos, no podrá ser llevado a cabo hasta el 9 de julio, cuando finaliza el plazo que reduce en la actualidad a la mitad el valor de traspaso de T.J. Ford por encontrarse en el primer año de la extensión de contrato que firmó con Toronto (una limitación impuesta por los acuerdos salariales que rigen la NBA y conocida como 'base-year compensation'). Dicha reducción impide que hasta esa fecha se pueda dar el equilibrio salarial entre jugadores traspasados que requiere la liga para dar el visto bueno a la operación.
Se trata de un intercambio de gran calado deportivo y de enorme proyección económica, toda vez que los Raptors se quedarán con un jugador que arrastra una contundente carga salarial. Y es que no hay que olvidar que Jermaine O’Neal tiene dos años de contrato con Indiana a razón de 21,3 millónes de dólares el que viene y casi 23 millones en la temporada 2009-2010.
Eso sí, el equipo canadiense equilibra la situación quitándose los contratos de Ford (8 millones la próxima campaña y 8,5 la siguiente) y de Rasho Nesterovic (8,4 millones de dólares en la temporada 2008-2009).
Para que el acuerdo cuadrara se barajaba la inclusión de otros jugadores de Toronto. Todo apunta a que el elegido finalmente será Maceo Baston, que cobrará este año 1,9 millones de dólares, lo que sumado al valor estimado a la plaza 17 del próximo draft equilibraría monetariamente la balanza hasta hacer posible la transacción entre Indiana y Toronto.
Dudas físicas razonables
En este intercambio los dos jugadores claves han arrastrado graves problemas físicos en sus carreras deportivas, por lo que habrá que esperar a ver qué dan de sí las revisiones médicas pertinentes.
Por un lado está Jermaine O’Neal, que fue operado en abril de 2007 de su rodilla izquierda y que ha firmado en la temporada 2007-2008 sus peores números con los Pacers tras disputar sólo 42 partidos de temporada regular (13,6 puntos y 6,8 rebotes).
Por el otro está Ford, un base al que sus problemas en el cuello le dejaron al borde de abandonar el baloncesto y originaron que protagonizara una temporada en blanco cuando militaba en Milwaukee Bucks. Esos problemas se reprodujeron este año al sufrir un golpe en una entrada a canasta por parte de Al Horford. Fue su ausencia por lesión la que motivó el ascenso definitivo de Calderón como base titular del equipo, lo que ha jugado en contra de T.J.
Pero a pesar de estos problemas no se puede negar la gran calidad del base texano, como no hay que obviar el hecho de que Jermaine O’Neal ha sido 6 veces All-Star y al cien por cien es uno de los mejores pívots de la liga.
Un juego interior demoledor
T.J.Ford, de completarse la transacción, tendrá que luchar a brazo partido por la titularidad en Indiana, ya que allí se encuentra otro base de una tremenda calidad, Jamaal Tinsley.
Pero lo que podría ser una bomba sería el equipo que confeccionaría el conjunto canadiense, con Bosh y O’Neal como pareja interior, y un base titular, José Manuel Calderón, ideal para organizar un juego estático de circulación de balón y poderío en la pintura. Porque con dos hombres altos como referencia el juego rápido de Ford no hubiera tenido demasiado sentido.
Ahora los canadienses tendrán que renovar a Calderón, lo que nadie duda, y al argentino Carlos Delfino, por el que la franquicia canadiense ha demostrado un interés indudable, aunque en este caso habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos.