Tras la mala temporada protagonizada por Milwaukee Bucks, los rumores acerca de cambios en la plantilla no se han hecho esperar, y entre esos comentarios, más o menos certeros, uno de los nombres que se está barajando es el del neoyorquino de origen dominicano Charlie Villanueva.
Los Bucks acabaron la campaña con un pobre balance de 26 victorias y 56 derrotas, y una vez acabada la temporada regular afrontan ya la próxima con una profunda renovación que afecta tanto a sus cargos ejecutivos (John Hammond es el nuevo General Manager) como a su banquillo (Scott Skiles es el nuevo entrenador).
Charlie Villanueva no es tonto, y en una entrevista telefónica concedida desde su casa de Nueva York al periódico Milwaukee Journal Sentinel afirma que “va a haber algún cambio; es una obviedad”.
El jugador de origen dominicano es uno de los que más suena a la hora de hablar de traspasos, aunque no se ha precisado todavía cuál podría ser su destino. De todos modos, nadie parece ajeno a los rumores en Milwaukee, toda vez que incluso se empieza a hablar de una posible marcha del equipo de su jugador franquicia, Michael Redd, entre otros miembros de la plantilla.
Es algo habitual una vez termina la temporada, más aún cuando la franquicia termina el año con resultados más que deficientes, que los rumores se disparen.
A Villanueva no le sorprende
El ala-pívot de Queens ha regresado hace unos días de Corea del Sur, donde ha estado con su compañero Mo Williams participando en un programa patrocinado por la NBA y por la Liga de Baloncesto Coreana. El programa se dirigía a los 40 mejores jugadores del país en edad de high-school.
A su regreso de Seúl, Villanueva se ha encontrado con que los rumores que había cuando se marchó al país asiático han crecido, pero no parece preocupado.
En un artículo firmado por Charles F.Gardner en el Milwaukee Journal Sentinel, el ala-pívot de los Bucks asegura que para él no es una sorpresa, que ve normal que se produzcan cambios en el equipo y que está preparado para cualquier cosa que ocurra este verano, incluyendo un traspaso.
“Estoy empezando a oir los mismos rumores que escuché cuando estaba en Toronto”, advierte el baloncestista de origen dominicano, que se muestra tranquilo, entre otras cosas porque no puede controlar la situación y porque ya tiene la experiencia previa de lo que vivió en Toronto cuando tras un gran año como novato fue traspasado a Milwaukee en el intercambio que llevó a los Raptors al base T.J Ford. Por ello, el jugador hispano insiste en que no es una situación fácil de llevar, pero advierte de que ahora está más preparado para afrontar este tipo de situaciones.
Lo que tiene claro Villanueva es que juegue en los Bucks o lo haga en otro equipo, lo que quiere es ganar. En este sentido ha declarado que “no puedo estar perdiendo temporadas en lo que me resta de carrera”. Y es que el jugador nacido en Queens, de 2,11 de altura, en sus 3 años en la NBA aún no ha disputado ni un solo partido de playoff.
Villanueva, de 23 años, se refiere también al nuevo cuerpo técnico. Dice haber hablado con Ben Gordon y Luol Deng acerca de Scott Skiles. Y es que no hay que olvidar que Skiles entrenó a ambos jugadores en Chicago y que Gordon fue compañero de Villanueva en la Universidad de Connecticut. “Ellos dicen que es un buen entrenador”, asegura su nuevo pupilo, que destaca el buen trabajo que hace Skiles con sus equipos en materia defensiva.
En cuanto al cuerpo técnico se da otra circunstancia. La presencia como técnico asistente de Kelvin Sampson, un viejo conocido de Villanueva, ya que coincidieron cuando el jugador tenía 19 años y formó parte de la selección sub-21 de Estados Unidos. Sobre Sampson tiene Charlie palabras de elogio, mostrándose encantado de que forme parte de los Bucks.
Villanueva tiene aún en vigor el multicontrato procedente de su elección en el draft (séptimo en el año 2005). Por ello le queda aún una temporada más a razón de casi 3,5 millones de dólares al final de la cual se convertirá en agente libre restringido, salvo que acepte la oferta cualificada de su equipo, valorada en 4,6 millones de dólares, para jugar una segunda temporada y convertirse en agente libre sin restricciones al final de la misma.