Una auténtica tormenta se ha desatado en torno a una de las figuras más mediáticas del próximo draft, el ex jugador de USC (Universidad del Sur de California) O.J.Mayo. La polémica está servida y la liga universitaria (NCAA) va a tener que evaluar las informaciones que hablan de que Mayo ha percibido antes de jugar en la universidad y en su año universitario beneficios ilegales, violando las normas de la NCAA, situación que el baloncestista ha negado.
El monumental escándalo lo destapó la cadena norteamericana ESPN en su programa "Outside the Lines". En ese programa, una persona del círculo íntimo del jugador, llamada Louis Johnson, destapaba todo un entramado de ayudas económicas y de otros tipos percibidas por Mayo antes de jugar en USC y en la presente temporada, su única campaña universitaria, ya que se ha declarado elegible en el draft 2008 para dar el salto a la NBA.
Las acusaciones contra el escolta de West Virginia son muy graves. Según Johnson, Mayo percibió 30.000 dólares en efectivo y diversos regalos por parte de un promotor llamado Rodney Guillory. Entre esos regalos ilícitos se encontrarían una televisión de pantalla plana, servicio de telefonía móvil, estancia en habitaciones de hoteles, pasajes de avión para sus familiares y amigos, ropa, comidas en restaurantes...
Por si esto fuera poco, Johnson afirmó en el programa de la ESPN que la agencia deportiva Bill Duffy Associates (BDA) había efectuado pagos mensuales al jugador antes de que se enrolara en USC, unos pagos que ascendieron a alrededor de 200.000 dólares.
Parece ser que Mayo aceptó verbalmente que la citada agencia deportiva, a cambio de los favores prestados, le representara cuando diera el paso al profesionalismo. Nada nuevo bajo el sol.
O.J.Mayo se declaró elegible en abril y eligió como agente a Calvin Andrews, que pertenece a BDA.
Esta polémica historia no carece de elementos que la hacen aún más sórdida. Y es que incluye elementos de traición, bajos fondos y de reincidencia en la ilegalidad.
La traición procede del denunciante. Louis Johnson es un personaje de cuidado, y todo parece indicar que su fuerte no son los escrúpulos. Cuando estaba en el paro y en libertad condicional por vender cocaína, es decir, en uno de los momentos más bajos de su vida, allí estuvieron Mayo y Guillory para ofrecerle su apoyo. Y ahora se lo paga así, dejando a los dos a los pies de los caballos.
Pero es que Mayo debería elegir mejor su círculo de amistades porque el propio Guillory ya estuvo envuelto hace 8 años en otro turbio asunto relacionado con un jugador universitario: Jeff Trepagnier, que militó también en USC. Trepagnier fue suspendido en el año 2000 por aceptar beneficios ilegales, aunque luego se le declaró inocente.
El jugador lo niega todo
Mayo, mientras, lo niega todo, como también lo niega la agencia BDA, que ha emitido un comunicado. Mientras, USC parece estar al margen del asunto, ya que no estuvo al tanto de lo que supuestamente se cocía en el entorno de su estrella.
"No sé nada de esto, me agarró por sorpresa", aseguró el jugador a ESPN.com, para luego añadir que "desearía saber si recibí el dinero a dónde fue a parar. Fui un estudiante colegial pobre como todos. Iba a clase en bicicleta. La verdad saldrá a la luz".
Pero en su contra juega el hecho de que Johnson no sólo se ha referido a las ilegalidades con pelos y señales, sino que además ha aportado recibos y facturas de algunas compras.
El jugador sólo permaneció un año en la disciplina de USC, donde promedió 20,7 puntos, 4,5 rebotes y 3,3 asistencias, con un 40,9% en los lanzamientos triples. Ha sido uno de los jugadores más mediáticos de la NCAA, con seguidores fieles por todo el país. Su trayectoria hace que todo apunte a que será elegido entre los 5 primeros del draft.
Ahora, la última palabra la tiene la propia NCAA, que prohíbe a los jugadores recibir dinero o regalos. La liga no puede suspender a Mayo porque ya ha abandonado la disciplina universitaria, pero sí puede, como sucedió con otros jugadores e incluso con algún equipo antes, borrar su existencia universitaria, es decir, anular sus partidos y sus récords. De ser así, Mayo podría ser otro caso de jugador que accede a la NBA sin pasar por la universidad.