Los Hornets demostraron en el primer choque (101-82) de su serie ante los actuales campeones que si tienen el factor cancha no es por casualidad. El gran planteamiento táctico de Byron Scott obligó a los Spurs a jugar de modo muy diferente al habitual y de la incomodidad del rival sacaron ventaja los locales. Las dudas que algunos plantearon sobre la capacidad de un equipo joven como los Hornets para afrontar los playoff parecen haberse disipado. Los de Nueva Orleans han dejado bien claro que van a por todas y tienen capacidad para ello, aunque la lucha promete ser encarnizada.
Anoche, los aficionados del New Orleans Arena disfrutaron con toda una exhibición de los poderes de su equipo en ataque y en defensa. Nadie falló en los Hornets, empezando por un David West que anotó 30 puntos, su mejor marca en una fase final, siguiendo por Stojakovic, que se fue a 22, y terminando por su gran estrella, Chris Paul que sumó 17 puntos, repartió 13 asistencias, y volvió a demostrar que hoy por hoy es probablemente el mejor base de la liga.
Pero si importante fue la consistencia ofensiva de los locales, mucho más lo fue su planteamiento defensivo y ahí destacó, por encima de todos, el trabajo de Tyson Chandler (10 puntos, 15 rebotes y 3 tapones) sobre Tim Duncan, al que dejó, con la ayuda de sus compañeros, totalmente irreconocible.
Scott gana la partida a Popovich
El más brillante de los planteamientos tácticos puede convertirse en algo estéril si los hombres encargados de ponerlo en práctica son incapaces de hacerlo, pero anoche el caso no fue ése. Byron Scott dibujó con nitidez sobre la pizarra el juego de su equipo y sus jugadores lo ejecutaron a la perfección.
Tyson Chandler se encargó de amargar la noche a Tim Duncan, que terminó con sólo 5 puntos y 3 rebotes y una horrible serie de lanzamiento de 1 de 9, en uno de los peores partidos que se le recuerdan a la estrella de los Spurs en toda su carrera. La aplicación en defensa del pívot de los Hornets y las continuas ayudas prestadas por sus compañeros anularon al jugador de Islas Vírgenes que terminó abandonando cabizbajo la cancha. Anulado Duncan, el juego de los Spurs quedó tocado de muerte.
Los Hornets no sólo anularon a Duncan sino que dominaron de forma aplastante el rebote (50-34) y la pintura (46-26) y ahí estuvo la otra clave del encuentro. Las cercanías del aro no sólo estuvieron vedadas para Duncan sino también para Parker y Ginóbili, hombres acostumbrados a hacer daño con sus continuas penetraciones en la zona rival. Parker sumó 23 puntos y el argentino 19, a los que añadió 6 rebotes y 7 asistencias, pero se vieron obligados a moverse a una distancia del aro mucho mayor de lo habitual.
Los Spurs intentaron mantenerse en el encuentro a base de lanzamientos lejanos y la aportación de hombres poco habituales en el ataque como Bruce Bowen, que lanzó 10 triples para anotar 5 y concluir con una cifra inusualmente alta de puntos, 17. Pero ése no es el juego de los de San Antonio, que lanzaron nada menos que 31 triples, y el equipo se acabó resintiendo. Su alta tasa de acierto en la primera mitad (9 de 17) les mantuvo en el encuentro, pero cuando los triples dejaron de entrar, 3 de 14 en la segunda mitad, el partido terminó por inclinarse del lado de los Hornets.
Tercer cuarto decisivo
Los Hornets iniciaron el partido en tromba con un 8-0 de inicio, pero San Antonio reaccionó con rapidez para pasar a dominar la primera mitad en la que llegaron a alcanzar una máxima diferencia de 11 puntos. Aun así, los hombres liderados por Chris Paul no perdieron el pulso al encuentro y consiguieron llegar al descanso con una mínima desventaja de 4 puntos (45-49).
En la reanudación cambió por completo la decoración del encuentro.El acierto ofensivo de West, 11 puntos en el tercer cuarto y muy seguro en su tiro a media distancia, y Stojakovic, contrastó con el de Duncan y Ginóbili, que se quedaron a cero. Parker y Bowen intentaron mantener a flote al equipo visitante pero no lo lograron. Con 54-48 a favor de los Spurs, los Hornets iniciaron un parcial de 13-0 que acabó por darle la vuelta al choque y les hizo terminar el tercer periodo con una ventaja de 8 puntos (74-66) que les ponía el partido de cara. Aunque quedaban 12 minutos y eso, y más con un equipo como los Spurs enfrente, es mucho tiempo.
Un final que no cambió nada
Pero llegó el último cuarto y los Hornets no dieron opción a los Spurs. Los locales tenían muy claras las ideas y mantuvieron el rumbo del partido sin variar un ápice sus principios ni dejar que decayera la intensidad empleada en hacerlos valer. San Antonio no consiguió acercarse en el marcador y por si fuera poco, cuando quedaban algo más de 3 minutos y los Hornets ganaban por 10, Chris Paul inició su exhibición personal para acabar de hundir a los hombres de Popovich.
En 3:17, Paul anotó 9 de los últimos 11 puntos de su equipo y fue el autor del pase que permitió a West machacar los otros dos en el aro rival, además de robar dos balones. Y lo hizo de forma espectacular para regocijo de su público, demostrando su dominio del balón con unos cambios de dirección dignos de Pete Maravich, entrando espectacularmente a canasta y terminando con un mate a 1:11 del final que selló el marcador definitivo en 101-82 tras un 9-0 final. El alborozo en la grada no podía ser mayor, como no podían serlo las caras de decepción en el banquillo de los Spurs, entre las que destacaba la de un Duncan, sentado cuando quedaban algo menos de dos minutos, que parecía no saber muy bien qué era lo que había pasado.
La anotación del banquillo de los Spurs, más allá de Ginóbili, fue prácticamente inexistente. Fabricio Oberto jugó 20 minutos para anotar 1 punto, capturar 6 rechaces y poner 2 tapones. La anécdota de la noche se produjo en el descanso entre el primer y segundo cuarto. El partido hubo de interrumpirse durante 19 minutos debido a las dificultades de los trabajadores del New Orleans Arena para apagar el aro de fuego que había sido utilizado por la mascota local, Super Hugo, en el espectáculo del intermedio. La cancha acabó inundada por el polvo blanco de los extintores y hubo que esperar a que el mismo se disipara para poder limpiar la pista. El próximo enfrentamiento entre los dos equipos tendrá lugar, otra vez en Nueva Orleans, el lunes.
New Orleans Hornets 101 San Antonio Spurs 82 (1-0)NEW ORLEANS: Paul (17), Peterson (8), Stojakovic (22), West (30), Chandler (10) -cinco inicial- Pargo (2), Wells (10), Ely, Wright (2) y Bowen. |
SAN ANTONIO: Parker (23), Finley (13), Bowen (17), Duncan (5), Thomas (2) -cinco inicial- Ginóbili (19), Oberto (1), Horry, Vaughn (2), Barry, Stoudamire y Udoka. |
Parciales: 23-27, 22-22, 29-17 y 27-16. |