El neoyorquino de origen hispano Charlie Villanueva protagonizó anoche una excepcional actuación en la derrota de su equipo, Milwaukee Bucks, ante los Toronto Raptors del español Calderón y el argentino Delfino.
Villanueva volvió a recordar al mejor Villanueva. El alero de los Bucks se fue hasta los 38 puntos y 12 rebotes y anotó 7 triples de 12 intentos.
Calderón y Delfino no estuvieron ni mucho menos a su altura, pero su equipo ganó holgadamente al de Villanueva. El español, eso sí, aportó 12 asistencias saliendo desde el banco. Un dato a tener en cuenta.
El que también estuvo fino fue Carlos Arroyo, que completó una buena actuación en la victoria de su escuadra, Orlando, ante unos Chicago desquiciados. Arroyo concluyó con 13 puntos, 6 asistencias y 4 rebotes.
La jornada en el Este sirvió para atestiguar la feroz lucha que se está viviendo por la quinta plaza. Washington, Philadelphia y Toronto ganaron y siguen ocupando la quinta, sexta y séptima posición con balances de 41-37, 40-38 y 39-39. Sin embargo, sus espíritus a la hora de enfrentar los últimos cuatro partidos de la temporada regular son muy distintos. Por ejemplo, Philadelphia ha ganado 22 de sus últimos 30 partidos. En el polo opuesto está Toronto, que hasta anoche llevaba una racha de 15 derrotas en los últimos 21 encuentros.
Toronto 111 Milwaukee 93
Hubo un momento en el Air Canada Center en el que los espectadores pensaron que Villanueva iba a protagonizar una hazaña histórica del tipo de Kobe Bryant, cuando éste le endosó a Toronto 81 puntos. El miedo a una exhibición de ese tipo no era falaz dado que el jugador hispano anotó 25 de los 29 primeros puntos de su equipo y a los 16 minutos lucía en sus casilleros estadísticos un desconcertante 27 en los puntos y 9 en los rebotes. Lógicamente, Villanueva, aunque hizo un gran partido, echó el freno, pero para freno de mano bien subido el que llevaron en sus carrocerías el resto de sus compañeros, que apenas aportaron cosas dignas de mención.
Cierto es que Milwaukke nada se jugaba, muy al contrario que Toronto, para el que cada partido es una final en pos de perder de vista un cruce en primera ronda de playoffs con Detroit. La afición canadiense está preocupada y alicaída ante tal perspectiva. Y no le falta razón.
El de anoche fue, al menos, un partido para el reencuentro entre el equipo y su afición, una oportunidad que no pudieron rechazar los locales.
También fue el partido un nuevo caso en la larga tradición de memorables actuaciones de jugadores que se enfrentan a exequipos. Buena prueba de ello fueron Villanueva y T.J.Ford. El jugador de Queens le endosó 38 puntos a sus excompañeros, algunos quedan de su paso por Toronto, incluido Calderón, y Ford también estuvo muy acertado ante los Bucks, conjunto con el que debutó en la NBA, ya que acabó con 14 puntos y 7 asistencias en 22 minutos y sin pérdida de balón alguna. Además, el jugador texano anotó 10 puntos en el tercer cuarto del partido, que, a la postre, fue el decisivo. Lo hizo con 5 canastas del mismo corte. El parcial de 33-20 en dicho cuarto fue definitivo para el devenir del encuentro.
Pero a parte de estos dos exjugadores metidos a 'ángeles vengadores', el verdadero dueño de la partida fue Chris Bosh, que lideró a su equipo con 32 puntos, 11 rebotes, 4 tapones y 3 recuperaciones. Bosh también protagonizó ese tercer cuarto decisivo, como lo hicieron Parker (18 puntos) y Nesterovic (14 tantos y 6 rebotes). Los dos jugadores hispanos de Toronto tuvieron suertes diversas. Calderón apenas tiró a canasta, 2 puntos, pero repartió 12 asistencias sin pérdidas de balón en sólo 26 minutos. Delfino se quedó en 4 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias en 19 minutos. No tuvo su mejor noche.
El impresionante dato de los dos bases de Toronto en la relación asistencias-pérdidas (19 pases de canastas y 0 pérdidas en 48 minutos de juego) no deja lugar a dudas sobre la comodidad con la que jugaron ambos armadores y, en general, todo el equipo, ya que los Raptors finalizaron con 8 robos y 6 pérdidas por 3 y 14 de su rival en uno de los aspectos más influyentes del partido. Si a ello le sumamos el fantástico acierto de los canadienses en el tiro (54,2%), no hace falta ser Einstein para comprender la derrota de Milwaukee, un equipo que fue tirando con sus triples hasta que se quedó sin gas en ataque.
En los Bucks, aparte de Villanueva, no se salvó nadie, ya que su mejor hombre habitualmente, Redd, no estuvo mal, pero tampoco a su mejor nivel (17 puntos).
El novato de Toronto Jamario Moon jugó su partido número 71 como titular en lo que supone un récord de la franquicia. El anterior registro estaba en manos del base Damon Stoudamire, que en el año de su debú fue elegido Novato del Año.
Orlando 115 Chicago 83
Chicago es un equipo demolido. Que se lo digan, si no, a los espectadores del Amway Arena, que asistieron anoche al primer partido post-eliminación de los Bulls.
Los chicos de Jim Boylan fueron soportando como pudieron sus malas sensaciones hasta llegar al último cuarto. Entraron en el período decisivo con un 81-70 en contra que les otorgaba algunas esperanzas, pero sus últimos 12 minutos resultaron una catástrofe más a sumar a la cadena de desastres que han poblado la temporada de este equipo. Un 34-13 sin paliativos dejó a los de Illinois tal y como habían llegado a Florida, hundidos.
Ese parcial tan inmisericorde dejó el luminoso al final en la máxima desventaja para los visitantes (115-83). Una máxima desventaja que vino a partir de otorgar muchas ventajas al rival, especialmente en las cercanías del aro donde Howard hizo estragos de un modo brutal y completó su 67 doble-doble de la temporada.
Los locales anotaron 60 puntos en la pintura por 32 de los visitantes. Howard no pareció notar los seis puntos de sutura que llevaba en su labio, producto del encontronazo con un compañero en un entrenamiento. Hasta tal punto no sintió los puntos, que le endosó 30 puntos, valga la doble redundancia, a su rival. Como guarnición condimentó 14 rebotes y todo ello desde la más extrema naturalidad. Tan sencillo como meter 12 canastas de 15 intentos.
El paseo militar del cinco de Orlando se completó en apenas 32 minutos y pudo ser peor para el rival de no mediar la ya tradicional torpeza del pívot en los tiros libres (6 de 13). Su fantástica labor se vio complementada con el buen quehacer de muchos de sus compañeros. Entre ellos destacamos primeramente al puertorriqueño Carlos Arroyo, que hizo un gran partido. El boricua acabó con 13 puntos, 6 asistencias y 4 rebotes en 26 minutos. Gran partido desde la suplencia a partir de grandes porcentajes de tiro. También destacaron Lewis (21 puntos y 7 rebotes) y, en menor medida, Turkoglu (12 puntos, 8 asistencias y 6 rebotes).
Mientras, en los Bulls, poco que decir. Hinrich estuvo bien con 19 puntos en 25 minutos y el pívot suplente Gray, olvidado a lo largo de la temporada, hizo 13 puntos y 6 capturas bajo los aros en 22. El argentino Nocioni acabó con 7 puntos y 5 rebotes en 20 minutos y Tyrus Thomas estuvo brillante al taponar 5 tiros, aunque en el resto de las facetas del juego anduvo más bien discreto.
Philadelphia 101 Detroit 94
Los Sixers siguen en su lucha en pos del quinto puesto del Este gracias, en esta ocasión, a que Detroit decidió tomarse otra noche de asueto y ya van...
Saunders sigue protegiendo a sus hombres más importantes de cara a los playoffs y para ello promueve un día sí y al otro también una rotación generosa en el que se estila el reparto equitativo de minutos. Ante los Sixers saltaron a la pista 12 jugadores, 11 de los cuales alcanzaron los 10 minutos de juego. Todos menos el argentino Herrmann, al que parece no servirle ni el modelo igualitario de final de temporada. Herrmann jugó 6 minutos en los que anotó un triple, pero no fue un triple cualquiera, ya que los 3 puntos del alero sudamericano permitieron a su equipo acercarse a 5 puntos a 3:31 del final (93-88). Un espejismo, ya que los suplentes de Detroit nada pudieron hacer en esos minutos finales antes los titulares de Philadelphia.
Y es que Philadelphia, a diferencia de su rival, no estaba para experimentos. En los locales jugaron los que tenían que jugar. Iguodala fue el mejor (25 puntos, 5 rebotes, 6 asistencias y 5 robos), bien escudado por Dalembert (20 puntos y 13 rebotes), sin que haya que olvidar las aportaciones de Green (15 puntos) y un brillante Louie Williams (12 puntos, 7 asistencias y 5 rebotes) en 24 minutos partiendo del banco.
A pesar del descanso de los titulares, Billups lideró a los Pistons con 18 puntos y 5 asistencias. Dixon hizo 13 tantos y Stuckey 10 y 6 asistencias.
La relajación de los Pistons se hizo patente en los 58 puntos que recibieron al descanso y en los 29 puntos que permitieron a Philadelphia al contraataque. Detroit, además, nunca estuvo por delante en el marcador y aunque anduvo al filo de la remontada jamás la concretó.