Jornada de infarto la vivida anoche en la NBA. Denver ganó a Phoenix con una buena actuación de Nájera y se tomó así la revancha de la derrota que los Suns le habían infligido 24 horas antes. El triunfo sitúa de nuevo en puestos de playoff al equipo de Colorado.
Y decimos de infarto porque Sacramento ganó por 1 punto a Houston a pesar de la gran actuación del argentino Scola, New Orleans hizo lo propio ante Orlando, por lo que conserva el liderato del Oeste, y Milwaukee se impuso a New York en la prórroga. La noche fue una sucesión de tiros sobre la bocina final que decidieron partidos.
Denver 126 Phoenix 120
El equipo de George Karl dio cumplida réplica a la derrota sufrida 24 horas antes contra Phoenix Suns, una dolorosa derrota, ya que los de Mike D'Antoni la lograron tras remontar 22 puntos en contra.
Esta vez el desenlace fue muy distinto, si bien los dos primeros cuartos se desarrollaron de forma muy similar al partido jugado en Arizona. De hecho, Denver dominó esos dos primeros cuartos y sumó los mismos puntos que en el anterior partido, 70. Pero de los errores se aprende y en esta ocasión los Nuggets pusieron todos sus sentidos en el lance.
Esto es lo que tienen los enfrentamientos en partidos 'back-to-back', que el que ayer era villano, 24 horas después es un héroe o viceversa.
Algunos protagonistas del encuentro del lunes siguieron siéndolo el martes. Por ejemplo, las dos estrellas de Phoenix no fallaron. Steve Nash concluyó con 17 puntos y 18 asistencias y Amare Stoudemire con 25 puntos y 10 rebotes. Pero esta vez se sumaron a la fiesta la maquinaria anotadora del brasileño Leandrinho Barbosa (27 puntos) y como factor sorpresa la incorporación desde el banquillo del croata Giricek (16 puntos en 24 minutos).
Todas estas aportaciones fueron, sin embargo, insuficientes para poner freno al ánimo de revancha de los Iverson y compañía, que en este choque se jugaban mucho en sentido literal, pero también en sentido figurado.
Y si las dos estrellas de Phoenix no fallaron, tampoco lo hicieron los dos megacracks de Denver: Iverson y Anthony. Allen Iverson encestó 31 tantos y Carmelo Anthony inyectó a su equipo 25 puntos y 8 rebotes, aunque perdió 8 balones. A su estela se colocaron Kenyon Martin, J.R.Smith, ambos están en un gran momento de forma, y el base Carter, que repartió 10 asistencias, robó 6 balones -la mejor marca de su carrera- y sólo perdió 1. Mientras, el mexicano Nájera volvió a ser una pieza esencial en la defensa de George Karl y acabó con 9 puntos, con 2 triples, y 4 rebotes, buenos números si se tiene en cuenta que anoche jugó menos, 14 minutos.
El partido estuvo cargado de tensión. Los árbitros (Davis, Fehr y Rush) tuvieron que aplacar las pasiones arrebatadas de más de uno. Pitaron 6 técnicas y Bell no pudo acabar el encuentro al ser expulsado en el tercer cuarto en una polémica acción. Sus compañeros se quejaban amargamente a la conclusión y aseguraban que no le habían oído decir nada, que había sido expulsado tan solo por esbozar una sonrisa.
Pero sonrisas y gritos aparte el Pepsi Center de Denver fue anoche un hervidero de sentimientos. Los locales están en plena lucha desgarrada al estar en el límite de seguir jugando en mayo o quedarse en su casa y eso pesa. La victoria ante los Suns les vuelve a catapultar a la octava posición del Oeste, la última que da derecho a intervenir en los playoffs y para llegar ahí, al triunfo, los de la Ciudad de la Milla de Altura tuvieron que atarse los machos en un partido, como decimos, muy tenso y plagado de interrupciones por las muchas personales. Un partido de alta velocidad jugado con muchos contactos, como demuestran las 73 faltas que se pitaron. De hecho, la decisión del choque tuvo mucho que ver con lo mal que tiraron los tiros libres los visitantes (14 de 23) y lo mucho y bien, especialmente lo primero, que lo hicieron los locales (37 de 47).
Todo se decidió al final. A 1:14 de la conclusión el luminoso reflejaba empate a 120. Y en ese tiempo los Suns fueron incapaces de anotar. Barbosa y Nash fallaron cada uno 1 triple y Shaq O'Neal desperdició dos tiros libres muy importantes en los últimos segundos, cumpliendo con su faceta de horrendo tirador de faltas personales, cuestión que le ha llevado a vivir muchos momentos decisivos en los banquillos.
Frente a esa inoperancia, una canasta de Camby, dos tiros libres de Anthony y otros 2 de Martin sentenciaron el duelo.
Sacramento 99 Houston 98
El equipo del dominicano Francisco García (8 puntos y 4 rebotes en 32 minutos) se impuso al del argentino Luis Scola, que esta protagonizando a nivel personal un espléndido final de temporada. El bonaerense estuvo anoche implacable. Anotó 20 puntos, capturó 8 rebotes e incluso llegó a anotar 10 de 10 tiros libres, sobreponiéndose a una de sus facetas más flojas. Pero es que además, su espíritu ganador se traslució en los momentos de la verdad. Si anoche Houston hubiera tenido más Scolas hubiera ganado. De hecho, el ala-pívot sudamericano anotó con templanza los 2 tiros libres que pusieron a su equipo por delante en el marcador a 1:43 del final (97-98) y a falta de 6 segundos robó un balón que pudo dar la victoria a los Rockets.
Kevin Martin había puesto el 99-98 para los locales a 48 segundos de la conclusión y todo pareció decidirse tras un fallo de Alston. Con ese resultado atacaron los locales, pero Artest, que hasta entonces había hecho un gran partido, tomó una decisión más que equivocada. Intentó hacer un alley-oop con Mikki Moore, atrevimiento un tanto insensato, y Scola cortó el balón, que acabó en McGrady, la gran estrella de Houston, pero éste ejecutó un tiro en suspensión de 5 metros sobre la bocina que fracasó y así se desvanecieron las esperanzas texanas.
Los Rockets han entrado en barrena. Tras su récord histórico de 22 victorias consecutivas han perdido 5 de sus últimos 8 encuentros y ahora no se pueden descuidar si no quieren tirar por la borda todo por lo que han trabajado durante la temporada.
El encuentro fue uno de los más disputados de toda la temporada. Habría que remontarse bastante para hallar un partido en el que la máxima diferencia por ambos bandos no superara los 6 puntos. Se registraron 22 empates en el marcador y 26 veces el mando en el electrónico cambió de manos. Son datos ciertamente espectaculares que ponen en evidencia cómo los dos fieles de la balanza no pudieron estar más equilibrados.
Para que esa igualdad se hiciera realidad cada bando tuvo que contar con caballos ganadores. En Sacramento, estos fueron Artest (30 puntos y 5 robos) y Kevin Martin (27 puntos); en Houston fueron el ya mencionado Scola y McGrady (32 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias, aunque estuvo discreto en el tiro -12 de 31-). Rafer Alston estuvo acertado y sorprendente resultó la contribución de Mutombo, que a sus 41 años aportó 11 puntos y 7 rebotes en 21 minutos.
Sacramento, que seleccionó muy bien el tiro, tuvo que sobreponerse a la ausencia de su pívot Brad Miller, que fue expulsado por una doble técnica en el tercer cuarto.
Orlando 97 New Orleans 98
Los Hornets ganaron a pesar de que su gran figura, Chris Paul, estuvo a punto de meterles en un importante atolladero. Lo hicieron en un partido en el que se enfrentaban dos equipos liderados por dos estrellas jóvenes emergentes de la liga: Paul y Dwight Howard y lo hicieron en una noche en la que el puertorriqueño Carlos Arroyo tuvo una gran oportunidad en Orlando como base titular y la desaprovechó por completo (4 asistencias y ni un solo punto, con 0 de 5 en el tiro, en 23 minutos).
El atolladero en el que Paul metió a su equipo vino al final. Con 97-98 para los suyos se tuvo que ir a la línea de personal. Restaban 6 segundos para acabar. Y Paul erró los dos lanzamientos, dejando la posesión final a su rival. El balón llegó a Lewis que al toparse con dos defensores lo dobló a Keyon Dooling, pero éste falló el tiro decisivo, que se quedó corto.
Frente a esa sorprendente indefinición de Paul, el serbio Stojakovic puso el contrapunto. No hizo prácticamente nada a lo largo del partido (concluyó con 2 de 11 en el tiro) porque todo lo dejó para el final. Pedja anotó 6 puntos en el último minuto incluyendo un triple que le permitió proseguir su racha. El balcánico llevaba 35 partidos anotando al menos 1 triple y ante Orlando todo indicaba que esa racha se iba a truncar. Lejos de hacerlo, un triple suyó truncó las aspiraciones de su rival.
Se llegó a esa situación límite porque los locales sufrieron una auténtica pesadilla en el rebote. Capturaron 30 rechaces bajo los aros por 51 de los Hornets. Howard no tuvo ningún apoyo en la pelea en los tableros y ante semejante debacle New Orlans pudo ganar un partido en el que sólo metió el 40,7% de sus tiros de campo.
En los Hornets destacaron, amén del final de Stojakovic, Paul (19 puntos y 12 asistencias, aunque mal en el tiro), West (18 tantos y 11 rebotes) y Peterson (que rindió a un nivel muy alto con 19 puntos y 6 rebotes, con 5 de 6 triples). Los francotiradores del equipo acumularon un acierto bajísimo. Entre Paul, Pargo y Stojakovic se fueron a 11 canastas de 41 intentos.
Mientras, en los Magic, Turkoglu volvió con fuerza (26 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias), Lewis acabó con 24 (18 de ellos a través de triples) y Howard con 17 puntos y 15 rebotes.
Milwaukee 119 New York 115
Partido sin tensión en jugado en el Bradley Center. Una buena oportunidad para divertirse sin prejuicios, para dejar la mente. Y el divertimento sin pretensiones funcionó, al menos, para los espectadores.
Hubo puntos, emoción y prórroga. Todo ello desde la mayor laxitud defensiva, tal y como prueban los 118 puntos que se anotaron en las cercanías del aro.
El equipo del hispano Charlie Villanueva (8 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias en 25 minutos) acabó ganando en la prórroga tras un final increíble del tiempo reglamentario.
El suplente Simmons, que hizo un partidazo, anotó a 1,8 segundos del final la canasta de la victoria (109-107). O al menos eso creían todos los presentes, menos algún miembro de los Knicks. Isiah Thomas pidió tiempo muerto. Tras él, el balón llegó a la esquina y Quentin Richardson se elevó para anotar el triple ganador, pero Sessions le hizo personal. Tres tiros libres para los neoyorquinos. Richardson falló el primero, pero anotó los dos siguientes: 109-109 y a la prórroga. Pero en el tiempo extra las cosas estuvieron más claras. Los de Wisconsin se escaparon ligeramente, llegaron al minuto final con 5 puntos de ventaja y ya no dejaron escapar la victoria.
De esta forma, los Knicks suman otra derrota como equipo foráneo y ya son muchas. New York ha perdido 15 de sus últimos 17 encuentros como visitantes. Pero en la Gran Manzana, visto lo visto en los últimos años, ya nada importa.
En los Bucks sobresalieron Redd (36 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias), Bogut (24 puntos y 13 rebotes) y Simmons (24 puntos en 29 minutos); en los Knicks, Richardson (22 puntos), Randolph (19 puntos y 10 rebotes) y Crawford (19 tantos y 8 pases de canasta) fueron los mejores.