El base puertorriqueño José Juan Barea reconoció en declaraciones al diario El Nuevo Día que ni la situación de su equipo ni la suya son ahora mismo las mejores posibles. La dificultad del equipo para imponerse a conjuntos de nivel y la ausencia de su estrella el alemán Dirk Nowitzki ennegrecen el panorama del conjunto texano de cara a su clasificación para los playoffs.
"La cosa está bien díficil y ahora más sin Dirk", admitió el jugador. Los Mavericks son ahora mismo séptimos en el Oeste, tras su victoria de anoche ante los Clippers, pero tienen a Denver y Golden State pisándoles los talones. El calendario que tienen por delante no parece fácil, sobre todo si tenemos en cuenta que el equipo ha sido incapaz de imponerse a conjuntos con más de un 50% de victorias desde que Jason Kidd se incorporó como base en el mes de febrero.
Los 8 partidos que le restan a los texanos son contra equipos de su propia conferencia, la más fuerte, y sólo los dos enfrentamientos contra Seattle, el peor equipo del Oeste, parecen claramente asequibles, mientras que el resto son contra conjuntos con más victorias que derrotas y situados en lo alto de la tabla: Portland, Utah, Los Angeles Lakers, Phoenix, Nueva Orleans y Golden State, uno de sus más directos rivales, a los que reciben en Dallas el próximo miércoles en un encuentro que puede resultar decisivo.
Nowitzki ha empezado a ejercitarse y se especula con que pueda regresar al juego a lo largo de esta semana. "Hay preocupación, pero el dirigente (Avery Johnson) está tratando de mantener a todo el mundo positivo. Seguimos trabajando", declaraba al diario de su tierra el armador boricua.
Sin jugar desde el 10 de marzo
La situación personal del jugador tampoco es muy esperanzadora. Barea empezó la temporada disfrutando de minutos y con buenas actuaciones pero a medida que ha ido transcurriendo la temporada su papel ha ido mermando en el esquema de Avery Johnson. La competencia es muy dura, dado que a la presencia de dos jugadores que juegan muchos minutos como Jason Kidd y Terry, que aun siendo el teórico 2 es en muchas ocasiones el encargado de tomar el papel de Kidd cuando se ausenta de la cancha, se vino a sumar el fichaje de Tyrone Lue como tercer base del conjunto.
El principal damnificado del 'overbooking' de armadores fue el puertorriqueño, que con la llegada de Lue se vio relegado hasta el punto de quedar fuera de la lista de 12 hombres que participan en cada encuentro. Desde el 10 de marzo, Barea no ha jugado un solo minuto con el equipo y en casi todos esos partidos ni siquiera se ha vestido de corto para sentarse en el banquillo.
El jugador ve la situación con resignación y sigue trabajando para convencer a su técnico de que tiene un hueco entre los 12. "No puedo hacer nada. Hay que entenderlo y seguir trabajando", comentaba a El Nuevo Día. Barea ha disputado este año 44 partidos con Dallas, con una presencia media de 10,5 minutos en pista y un promedio de 4,3 puntos y 1,3 asistencias. Su mejor partido lo disputó allá por el 3 de noviembre contra Sacramento. Anotó 25 puntos incluidos los 4 triples que intentó.