Se acerca el final de la temporada regular y con él la decisión de algunos de los galardones que premian la labor de los jugadores. Para el de Novato del Año, Kevin Durant partía como claro favorito, pero a medida que ha avanzado el año, dos jugadores hispanos le han empezado a hacer sombra: el argentino Luis Scola y el dominicano Al Horford.
Tal vez por la proximidad de la decisión parece que los medios locales de las ciudades donde juegan ambos jugadores han optado por hacer campaña en pro de sus candidaturas. En días consecutivos tanto el Chronicle de Houston como el Journal-Constitution de Atlanta publican sendos artículos elogiando las virtudes de sus respectivos jugadores y resaltando los aspectos que a su juicio les hacen merecedores de tan codiciada distinción.
Tal vez sus números no sean tan espectaculares como los del rookie de Seattle pero a su favor ambos pueden presentar sus sólidas contribuciones a dos equipos que, al contrario que los Sonics que van caminos de ser últimos en el Oeste, están haciendo una gran temporada. Houston está metido de lleno en la encarnizada lucha por el título de la conferencia Oeste mientras que Atlanta, con bastantes más derrotas, está, eso sí, a punto de conseguir entrar en los playoffs por primera vez en muchos años lo que significaría un paso de gigante para una franquicia abonada a ocupar los últimos puestos en pasadas temporadas.
Scola, el rookie veterano
El Chronicle de Houston empieza dejando claro que si bien Scola entra de lleno en la categoría de rookie, por ser éste su primer año en la NBA, ni él mismo se considera un novato, ni le han considerado como tal sus compañeros veteranos de este año (Dikembe Mutombo, como capitán, decidió en su momento que Scola no debía llevar a cabo las habituales tareas encomendadas a los novatos) ni nadie que conozca su larga trayectoria al más alto nivel internacional puede hacerlo.
El diario texano destaca el récord positivo del equipo (23-5) desde que Scola es titular, incluído un 11-2 desde que Yao Ming se lesionó y la importancia que en dicho registro ha tenido la aportación del argentino, aunque reconoce que los resultados de sus respectivos equipos no suelen ser tenidos en cuenta a la hora de elegir al mejor novato ya que los primeros puestos del draft están reservados a los peores equipos y por lo tanto no cabe esperar milagros de la aportación de los jugadores de primer año.
Eso no evita que rememore, con cierto resquemor, el hecho de que Amare Stoudemire se impusiese a Yao Ming en esta misma carrera en la temporada 2002-2003 en una votación en la que, ante la igualdad, pesó mucho el hecho de que los Suns se hubieran clasificado para la fase final y los Rockets se quedasen a las puertas.
Horford no piensa en ello
El principal diario de Atlanta, sin embargo, no incluye a Scola en la lucha por el galardón y considera que el pívot dominicano Al Horford es el único jugador que puede disputar a Durant el título de mejor novato del año.
En un artículo bastante más extenso que el del Chronicle, el diario de Georgia recuerda que Horford lidera a los rookies en diversas categorías (rebotes, dobles-dobles y eficiencia) y es segundo en minutos, tercero en tapones, cuarto en anotación y porcentaje de tiro y sexto en robos y asistencias, así como el hecho de que en 35 ocasiones ha superado los 10 rebotes y que ha sido elegido dos veces mejor novato del mes en su conferencia.
Para reforzar sus argumentos aporta las declaraciones de su entrenador y de varios de sus compañeros en las que todos destacan su solidez, su regularidad y su enorme contribución al equipo, haciendo más fácil el juego de sus compañeros cuando está en pista, por encima de sus nada despreciables números. Algunos, sin embargo, se muestran pesimistas dada la naturaleza de la elección. "Es todo política", dice el base de los Hawks Mike Bibby, "ha sido así desde antes que yo llegara, desde que estoy aquí y probablemente seguirá siendo así mucho después de que me vaya".
Entre tantos elogios y disquisiciones, el dominicano parece no estar muy interesado en el tema y sólo piensa en continuar con su buena labor: "Llegar a los playoffs es la única cosa que tengo en la cabeza. Honestamente, no he empleado ni un solo segundo en pensar en otra cosa".