En el American Airlines Center de Dallas el equipo local vivió una doble desgracia: perder en casa el duelo texano ante uno de sus grandes rivales, San Antonio Spurs, y, lo que es peor, ver con verdadera preocupación cómo su mejor hombre, el alemán Dirk Nowitzki, tenía que abandonar lesionado la cancha en la recta final del tercer cuarto.
El partido tuvo un nombre propio: el argentino Manu Ginobili, que fue el brazo ejecutor de la derrota de los Mavs al anotar 26 puntos y no temblarle la mano en los momentos decisivos. Dallas pierde a su estrella en un momento muy delicado ya que es séptimo de su conferencia y está en riesgo de ser eliminado ya que el noveno, Denver, se encuentra a sólo dos victorias.
Mientras, Washington Wizards derrotó a Detroit Pistons y mantiene su fuerza en pos de terminar quinto en el Este, puesto que actualmente ocupa. Parecía que el partido iba a ser, por fin, el momento del regreso a las canchas de Gilbert Arenas, pero no fue así. Los médicos no dieron su visto bueno a última hora y el base de los Wizards se quedó con las ganas.
Dallas 81 San Antonio 88
Dallas dominaba 54-42 a 6:24 para la conclusión del tercer cuarto, pero a partir de ahí todo fue de mal en peor para el equipo de Avery Johnson. Un parcial de 0-11 llevó a los Spurs a colocarse 54-53 y en ese momento todas las alarmas saltaron en el banquillo de Dallas y en las gradas. Faltaban 3:19 para acabar el cuarto cuando Udoka entró a canasta y Nowitzki saltó y le taponó, pero la caída del teutón hizo temblar los cimientos de los Mavericks. Tendido en el suelo, doliéndose de su pierna izquierda, el jugador germano ya no pudo seguir en el partido. Se fue lesionado y con él todas las ilusiones de Dallas. A partir de ahí, San Antonio completó un parcial de 0-8 hasta sumar un 0-19 en cuatro minutos y medio, una espectacular remontada que resultó decisiva, ya que, aunque el partido siguió vivo, los locales ya no fueron capaces de liderarlo ante tamaño contratiempo.
El gran verdugo de los Mavs fue Ginobili, que volvió a protagonizar una actuación estelar con 26 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias y 1 robo sin pérdida alguna en 34 minutos. Los otros dos hispanos de la noche no corrieron tanta suerte: Oberto fue titular en San Antonio y logró 4 puntos, 5 rebotes y 1 tapón en 14 minutos y el puertorriqueño Barea ni siquiera se vistió con Dallas.
A Ginobili le apoyó en el ataque Duncan (19 puntos y 13 rebotes, aunque mal en el tiro) y poco más, ya que los Spurs fueron capaces de ganar un partido en el que anotaron el 33% de sus tiros, algo realmente increíble. Parker firmó 4 canastas de 21 intentos, Duncan 7 de 21 y Finley 0 de 7 y aún así los de Popovich no se descompusieron, rozaron la perfección en los tiros libres (23 de 24), sufrieron pocas pérdidas de balón y estuvieron muy brillantes en el rebote, logrando 16 rechaces en el aro rival y cediendo sólo 3 en el propio.
En Dallas, Stackhouse anotó 19 puntos y Terry 17, mientras Nowitzki, en los 26 minutos que jugó, hizo 11 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias y 3 tapones.
La cara y la cruz del encuentro se pudo ver en los rostros de Ginobili y Stackhouse. Éste fue expulsado por una doble técnica cuando restaban 13 segundos para terminar el partido y el argentino anotó 5 tiros libres sin fallo en esos últimos 13 segundos. Los semblantes de uno y otro eran como la noche y el día.
Tras esta derrota Dallas afronta con gesto más que serio la parte decisiva de la temporada regular. Empieza a tener problemas para seguir el ritmo de los mejores del Oeste, desde la llegada de Kidd el equipo es incapaz de ganar a rivales de postín, de esos que llevan más de un 50% de victorias, y ahora es muy probable que la recta final de cara a la clasificación para los playoffs la tenga que afrontar sin Nowitzki. Parecen avecinarse malos tiempos para Mark Cuban.
Washington 95 Detroit 83
Los Wizards se afianzan en la quinta plaza del Este tras derrotar a uno de los grandes de la liga, Detroit Pistons, y hacerlo con solvencia.
La noticia del día surgía horas antes del encuentro cuando Gilbert Arenas se ejercitaba por la mañana en el tiro y todo hacía indicar que su reaparición iba a hacerse realidad ante los de Michigan, pero finalmente la evaluación de los servicios médicos del equipo de la capital del país aconsejó posponer el regreso de la estrella de los Wizards, que lleva ya 61 partidos seguidos sin jugar debido a una lesión de rodilla.
Sin embargo, visto lo visto en la cancha una vez más, estos Wizards juegan mejor, hoy por hoy, sin su estrella. Anoche volvieron a demostrarlo al acabar el partido por encima del 50% en el tiro y arrasar en las canastas desde la pintura a una defensa de Detroit que fue un coladero en su centro (50 puntos de los locales por 20 de los visitantes).
Jamison lideró a los capitalinos con 24 puntos y 12 rebotes y Butler aportó 17 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias. Mientras, en los Pistons, Hamilton acabó con 19 puntos, Billups con 11 puntos y 11 asistencias, McDyess con 14 rebotes y el argentino Walter Herrmann sin participar en el juego nuevamente.
El partido no estuvo exento de emoción, aunque los de Eddie Jordan gestionaron muy bien sus exiguas ventajas. De hecho, el último cuarto se inició con un marcador apretado, 71-65, que Washington amplió por fin a 10 de diferencia a falta de 4:48 para el final con una canasta de Jamison (83-73). A partir de ahí, el conjunto local supo mantener sin agobios la delantera en el marcador hasta la conclusión.
Con este triunfo, los Wizards logran su séptima victoria en los últimos diez encuentros disputados y se colocan quintos con 36 triunfos y 33 derrotas, impidiendo que Detroit llegue a los 50 partidos ganados. Y todo esto sin contar prácticamente durante toda la temporada con Arenas y superando la ausencia también durante muchos partidos de Butler. Una trayectoria sorprendente de la que Eddie Jordan tiene buena 'culpa'.