Los Raptors, con un completo partido de Calderón, machacaron sin piedad a un equipo, los Heat, que en su afán por quedar últimos dieron una imagen impropia de quien hace sólo dos años fue campeón de la NBA, en tanto que Nueva Orleans arrebató a Houston el liderato del Oeste. El argentino Scola realizó un buen encuentro pero el equipo liderado por Chris Paul desarboló a los Rockets en el último cuarto apoyándose en el acierto ofensivo de Bonzi Wells.
En Filadelfia, emotivo regreso de Iverson a la que fuera su casa y emocionante encuentro decidido en los últimos segundos con derrota dolorosa para Denver, que complica mucho las opciones del equipo donde milita el mexicano Nájera, quien tuvo una noche bastante discreta, de clasificarse para la fase final.
Toronto 96 Miami 54
Escandalosa y humillante derrota la sufrida por Miami en Toronto. El equipo visitante anotó tan sólo 54 puntos, la tercera anotación más baja de la liga desde que se implantara el reloj para limitar el tiempo de posesión del balón en la temporada 54-55, sólo superada por los 53 de Denver en 2002 y los 49 de Chicago, precisamente ante Miami, en 1999. El resultado no extraña viendo el equipo con que se presentaron los de Florida en Canadá.
Y es que Miami se presentó con 7 hombres en el Air Canada Centre. Ni Wade ni Haslem ni Wright ni Alexander Johnson ni Mourning ni Banks ni Marion ni Jason Williams, todos 'oficialmente' lesionados, estaban entre ellos. Una lista de lesionados sospechosamente larga para un equipo poco interesado en ganar partidos. Viendo la lista de los que saltaron a la cancha uno podría llegar a pensar que se trataba del clásico combinado americano que allá por los 80 hacía bolos por Europa en busca de contratos para jugadores que no tenían hueco en las plantillas de la NBA.
Miami batió otras dos marcas negativas de la franquicia, la de menos puntos anotados en medio partido (26) y la de peor porcentaje de tiro de campo en un partido con un incalificable 25,6% (20 de 78). Y es que al final del partido repasar la casilla estadística de los lanzamientos a canasta del equipo de Pat Riley resultaba penoso. Sólo un jugador superó el 40% de tiro, Ricky Davis (5 de12), mientras que abundaban las que no llegaban al 20, Jones 1 de 8, Barron 1 de 10 y el novato Daequan Cook 3 de 19.
Ante un equipo como Toronto que no destaca por su juego interior ni por su capacidad reboteadora, los Heat sólo fueron capaces de anotar 10 puntos en la pintura por 40 de su rival y capturar 34 rebotes por 49 de los canadienses. Al descanso el resultado fue de 58-26. Aunque los Raptors no hubieran anotado en toda la segunda mitad hubieran ganado de 4 puntos. Pero lo hicieron y eso les permitió ganar por 42 puntos y batir la mejor marca de la franquicia en cuanto a diferencia en una victoria. Miami culminó el desastre anotando únicamente 8 puntos en el último cuarto.
En Toronto Parker y Bargnani, con 14 puntos cada uno, fueron los máximos anotadores. El base español Calderón anotó 10 puntos, repartió 10 asistencias, se llevó 5 rebotes y recuperó 4 balones en los 25 minutos que jugó y el argentino Carlos Delfino jugó apenas 8 minutos en los que únicamente anotó 2 tiros libres. La mejor noticia, victoria aparte, para los Raptors fue la recuperación de su estrella Chris Bosh tras perder 8 de los 10 partidos disputados en su ausencia. Aún en proceso de recuperación y falto de ritmo, anotó 8 puntos y se hizo con 8 rebotes en los 23 minutos que estuvo en pista.
New Orleans 90 Houston 69
Aun es pronto para saber si el reventón del globo ascendente en que se había convertido el juego de Houston a lo largo de su reciente racha de victorias va a traer consigo una caída en picado o no. Y lo es porque las dos contundentes derrotas consecutivas que han sufrido los Rockets lo han sido ante dos de los equipos más fuertes de la liga y porque el resultado de ayer puede ser engañoso. El partido de anoche fue muy igualado, los Rockets iban por delante al descanso (44-39) y se llegó con empate al final del tercer cuarto, hasta que la asfixiante defensa de los Hornets y un inspiradísimo Bonzi Wells que anotó 20 de sus 25 puntos en el cuarto decisivo contra el que era hasta hace poco su equipo, se unieron para endosar un parcial de 31-10 en el último cuarto que marcó la diferencia definitiva.
Los Rockets se quedaron en tan sólo 25 puntos anotados en la segunda mitad (igualando la peor marca de la franquicia) penalizados por su falta de acierto en el tiro (34% de campo y 10% en los triples) y sus numerosas pérdidas de balón (19). Pero buena parte del mérito del bajo rendimiento del equipo de Adelman hay que dárselo al contrario, los Hornets, que con David West recuperado volvieron a demostrar que hay que tenerlos en cuenta cuando se habla de aspirantes al título y es que cuando se tiene a un base como Chris Paul, a poco bien que se le acompañe, se puede aspirar a todo. Y Paul está bien acompañado esta temporada.
David West anotó 21 puntos y capturó 11 rebotes, Wells 25 en 27 minutos desde el banquillo y Chandler volvió a demostrar que, a pesar de sus limitaciones ofensivas, es una presencia importante bajo los tableros haciéndose con 15 rebotes y bloqueando hasta 4 veces los tiros rivales. Paul como siempre estuvo a un gran nivel en su papel de director de orquesta y sumó 21 tantos (9 de 13 en el tiro) repartió 10 asistencias y robó 4 balones.
En Houston McGrady fue el máximo anotador con 15 puntos pero las continuas defensas dobles que los Hornets hicieron sobre él dificultaron mucho sus evoluciones en ataque y consiguieron dejarle en un pobre 6 de 21 en el tiro. El ala-pívot argentino Luis Scola, también sufrió con la defensa local, falló 11 de sus 18 tiros a canasta y recibió 3 tapones, pero aun así mantuvo un buen nivel anotando 14 puntos y capturando 9 rebotes en los 36 minutos que estuvo en cancha antes de ser expulsado al cometer su sexta falta personal a tres minutos del final.
En el New Orleans Arena se volvió a colgar el cartel de 'no hay billetes' como ya ocurrió en los 11 partidos anteriores. Y es que en la deprimida Nueva Orleans, los Hornets se han convertido en un puñado de ilusión. Al menos para los aficionados al baloncesto.
Philadelphia 115 Denver 113
Lleno total en el Wachovia Center de Filadelfia para asistir al regreso de Allen Iverson, por primera vez desde su traspaso, a la cancha en que se hizo grande. La afición local demostró no ser rencorosa y, haciendo honor al lema de su ciudad ("Que continúe el amor fraternal"), se volcó en aplaudir y ovacionar a la que fuera su estrella desde que salió a calentar, hasta el punto de que Iverson, que tras el partido declaró sentirse emocionado por tan caluroso recibimiento, se vio obligado a acercarse al centro de la pista y responder a las atenciones de su antiguo público inclinándose en el suelo y besando el logo del equipo local en un gesto que hizo que los 20.674 espectadores que llenaban el pabellón redoblaran el batir de sus palmas y el volumen de sus gritos. Quedó claro que en los corazones de los 'phillies' siempre habrá un hueco para Iverson y en el de éste para ellos.
Pero tanta emotividad inicial no hizo olvidar a ninguno de los dos equipos, ni al propio Iverson, lo mucho que se jugaban en el encuentro de ayer. Y es que Philadelphia está inmersa en una disputadísima lucha por el quinto puesto de su conferencia con Toronto y Washington, mientras que Denver pugna por arrebatar la octava plaza del Oeste a los Warriors, tarea ésta que se les ha puesto todavía más complicada tras la derrota de ayer.
El partido fue muy igualado y no se decidió hasta el último segundo. Denver, como viene siendo habitual en sus últimos encuentros, dejó lanzar con demasiada comodidad al rival (60%) lo que permitió a los locales, unido a su dominio del rebote (44-34), compensar el alto número de balones que perdieron en ataque (21). Al descanso los Sixers se fueron con 7 puntos de ventaja (65-58) pero reaccionaron los visitantes en el tercer cuarto y se entró al periodo decisivo con un 92-93 a favor de Denver que dejaba todo en el aire.
El último cuarto fue el menos productivo para ambos equipos y es que la tensión dificultó el acierto. Un triple de Iverson igualó el marcador a 113 a un minuto del final del encuentro. En el siguiente ataque Andre Miller erró el tiro pero Young capturó el rebote dando una segunda oportunidad a los locales. En esa posesión la suerte se alió con el equipo de casa cuando un balón que quedó suelto tras caer Iguodala fue recogido por Dalembert que anotó en fácil bandeja a 32 segundos del final la canasta que resultaría definitiva. A partir de ahí sólo Denver tuvo el balón, pero el lanzamiento de 6 metros de Iverson a 7 segundos del final no entró como tampoco lo hizo el de Camby tras recoger el rebote ofensivo y los Sixers se hicieron con una victoria que es la décima en sus últimos 11 partidos.
Miller, que llegó a Philadelphia desde Denver en la operación de traspaso de Iverson, fue el máximo anotador de los Sixers con 28 puntos además de dar 12 asistencias. También destacaron Iguodala con 21 y el autor de la canasta decisiva, Dalembert, que sumó 17 puntos, 12 rebotes y 5 tapones, aunque tuvo un punto negro en los 8 balones que perdió. Iverson con 32, Anthony con 26 y Martin con 22 llevaron el peso ofensivo de Denver. El único jugador hispano presente en el partido, el mexicano Nájera, no anotó en los 20 minutos que estuvo en pista, sólo intentó un triple, capturó 3 rebotes y recuperó dos balones.