Houston Rockets derrotó a Los Angeles Lakers por 104-92 en el partido más interesante de la jornada. La vigesimosegunda victoria consecutiva de los tejanos les permite acceder al liderato de la Conferencia Oeste.
Alston fue la figura de un partido en el que el argentino Scola volvió a reivindicarse con buenos números y en el que los Lakers no pudieron contar con sus dos jugadores hispanos, Gasol y Ariza, que están lesionados.
Lejos de Texas se vivió otra 'Noche Latina'. Fue en New York. En el Madison Square Garden los Knicks perdieron 98-109 con los Atlanta Hawks de Al Horford, que empatan en la octava plaza del Este, puesto que da derecho a disputar los playoffs. 'La Noche Latina' supuso la presentación en español de los quintetos iniciales de ambos equipos.
En otro estado con claro sabor hispano, Florida, Miami Heat volvió a exhibir su ambición por la derrota y cayó sin paliativos ante Dallas Mavericks por 73-98. El puertorriqueño Barea se quedó otra vez fuera de la convocatoria.
Houston 104 L.A. Lakers 92
Houston encadenó su vigesimosegunda victoria consecutiva, solo superada históricamente por las 33 que lograran en la temporada 1971-1972 Los Angeles Lakers, precisamente el equipo al que se enfrentaba anoche. Y lo hizo con dos espectadores de excepción: Hakeem Olajuwon y Jim Cleamons, técnico asistente de Phil Jackson que era jugador de los Lakers en aquella temporada 71-72 del record. Entonces era novato. Han pasado casi 37 años.
Este cúmulo de éxitos ha obrado una revolución en Houston, un equipo que hace dos meses no estaba ni siquiera en los puestos de playoff y que con la victoria ante los angelinos se encarama a la primera posición del Oeste con un balance de 46-20.
La confianza del equipo texano ha alcanzado tal nivel que ni les importó en su momento la baja por lesión de Yao Ming ni les importó anoche el deficiente partido de su estrella, Tracy McGrady. Houston llegó al descanso con 15 puntos de ventaja (59-44) a pesar de que McGrady no anotó en los dos primeros cuartos ni un solo punto. En su lugar aparecieron jugadores como Rafer Alston (16 puntos en el primer cuarto), Scola (11 puntos al descanso con una gran parte final del segundo acto) y el banquillo, que a lo largo del partido superó a la segunda unidad de los Lakers.
El partido discurría por la senda de la igualdad hasta que los locales endosaron a su contrincante un parcial de 35-21 en el segundo cuarto basando su juego en los suplentes. Y es que los Rockets doblegaron a los Lakers con un quinteto integrado por Head, Bobby Jackson, Battier, Mike Harris (que tiene un contrato de diez días) y Hayes, mientras que los californianos mantenían en pista a Kobe Bryant.
Tras la bronca de Phil Jackson en el descanso, sus jugadores salieron con propósito de enmienda. Jackson sacó de inicio tras la reanudación a Mbenga y el equipo mejoró tanto en su trabajo de conjunto en defensa que dejó a los locales en 12 puntos en todo el cuarto, reestableciendo la igualdad en el marcador (71-66). McGrady logró sus primeros puntos cuando habían transcurrido 33 minutos de juego, pero su equipo ganaba.
El último cuarto lo afrontó Houston con cuatro hombres bajos (con Battier de falso 4) y Scola como jugador interior. Mientras, Jackson ya había decidido depositar la confianza como base en Farmar ante el desastre de Fisher en ataque y, sobre todo, en defensa, ya que nunca pudo con Alston. Y la igualdad se mantuvo hasta que Bobby Jackson rompió el partido con dos acciones y dejó el marcador en 100-86, una ventaja que sería irrecuperable.
En Houston, la gran figura fue Alston con 31 puntos y 5 asistencias, si bien emborronó su partidazo con una acción innecesaria a 43 segundos del final: intentó burlarse del rival y la cosa estuvo a punto de terminar en una tángana. También destacaron Bobby Jackson (19 puntos en 20 minutos) y el argentino Scola (13 puntos y 11 rebotes en 28). McGrady sólo anotó 11 puntos, todos en la segunda mitad, con una serie de 4 de 16.
Los Lakers, que acusaron la ausencia de Gasol, tuvieron en Bryant a su máximo anotador con 24 puntos en una horrenda serie de 11 canastas de 33 intentos. Odom hizo 17 puntos y 11 rebotes y Turiaf cumplió con 13 y 8.
New York 98 Atlanta 109
'Noche Latina' en la Gran Manzana y triunfo de los Hawks que empatan en la octava posición del Este con New Jersey Nets, una lucha que les podría llevar a los playoffs por primera vez desde 1999. El dominicano Horford volvió a ser titular anotando 8 puntos y capturando 10 rebotes en 30 minutos.
Los del estado de Georgia se basaron en el trío integrado por Joe Johnson (28 puntos y 11 asistencias), Marvin Williams (25 puntos, 20 de ellos en la segunda parte, y 8 rebotes) y Josh Childress (22 puntos, 14 en la segunda mitad, y 9 rebotes).
En cuanto a los neoyorquinos, desbandada general que dejó solo a Nate Robinson (23 puntos). Zach Randolph volvió a desaparecer y se quedó en 13 puntos y 8 rebotes.
El equipo de Thomas sucumbió a partir de su pésimo porcentaje de lanzamiento, una falta de efectividad que se hizo especialmente patente en el triple (3 de 16) y desde la línea de personales (15 de 28).
Miami 73 Dallas 98
La desvergüenza de Miami en su carrera por acabar como el peor equipo de la liga no tiene límites. El último capítulo en esta desenfrenada carrera llena de excesos lo vivió como espectador Dallas, que ganó con comodidad por 73-98.
Los Heat tiraron el partido nada más iniciarse. Su primer cuarto fue un canto a la desidia que acabó con un inapelable 12-35 que les permitió sestear durante el resto del choque sabiendo que la derrota estaba asegurada.
Llegaron a perder los de Florida por 33 puntos, pero al final la cosa quedó en 25 tras jugar los Mavs medio partido con sus suplentes.
Barea volvió a quedar excluido de la convocatoria en un equipo cuyos mejores jugadores fueron Nowitzki (21 puntos en 25 minutos), Josh Howard, que anotó 15, y los suplentes Terry y Bass, ambos con 14. Mientras, en los locales el máximo artillero fue Barron con 21 puntos, dato que lo explica todo.
Miami tiró mal a canasta, se mostró muy endeble en el rebote, perdió 18 balones y sumó, por lo tanto, otra derrota en un camino hacia la autodestrucción que empezó en el mismo instante que conquistó el título de la NBA en 2006.
Dallas respira y ahora le espera una semana más que complicada con tres emparejamientos de cuidado: Lakers, Boston y San Antonio.