La Liga Universitaria de Estados Unidos (NCAA), cantera más próxima a la NBA, llega al ecuador de marzo, el mes en el que todo empieza a definirse.
Es éste un buen momento para hacer un repaso a lo que está dando de sí la temporada 2007-2008 desde el punto de vista hispano.
Acogiéndonos a las clasificaciones de la temporada elaboradas por Associated Press y USA Today, la tabla de los 25 mejores equipos de la temporada, actualizada a 10 de marzo, está encabezada, con algunos matices en las posiciones, por North Caroline, Memphis y UCLA y en el Top 5 hay dos equipos del estado de Tennessee, Memphis y la propia Universidad de Tennessee, lo que explicaría la gran locura desatada por el baloncesto universitario en dicho estado y el escaso interés existente por las andanzas y desventuras de unos desestructurados Memphis Grizzlies.
Pero centrándonos en nuestro análisis de los mejores jugadores universitarios hispanos hay que decir que en las plantillas de los mejores 25 equipos de la NCAA sólo militan 7 jugadores de origen hispano.
Hispanos en los grandes equipos
El que lo hace en un equipo de mayor rango es el pívot californiano Lorenzo Mata-Real, que está en edad senior (cuarta temporada universitaria) y forma parte del plantel de UCLA, el equipo que más títulos ha ganado en la historia y que está entre los tres mejores este año con un balance de 28 victorias y 3 derrotas.
Sin embargo, Mata-Real está siendo un jugador marginal en los angelinos, ya que promedia 3,4 puntos y 3,7 rebotes por partido, habiendo descendido su rendimiento con respecto a la pasada campaña, en la que sufrió una importante lesión al romperse la tibia derecha.
Los segundos en el ranking de jugadores hispanos si miramos la trayectoria de sus universidades son los hermanos López. Dos jugadores gemelos de segundo año y de 2,13 de estatura que también son californianos, concretamente de El Fresno, y que juegan en la Universidad de Stanford con muy buenos números.
Especialmente brillante es Brook López, que se desenvuelve como ala-pívot y que se perdió los primeros 9 partidos de la temporada al arrastrar problemas académicos. Su regreso a las canchas ya fue espectacular al endosarle 20 puntos a Santa Clara en 19 minutos. Su promedio en la liga es de 18,9 puntos, 8,5 rebotes y 2,2 tapones y estará, a buen seguro, entre los diez mejores del draft 2008 si las cosas no se tuercen.
Su hermano, Robin López, no es tan brillante en ataque como Brook, pero también está completando una buena campaña con 10 puntos, 5,5 rebotes, 2,3 tapones y un 52,5% en el tiro de campo.
En otro de los mejores equipos juegan el neoyorquino de origen dominicano, Edgar Sosa, que ejerce de base, y su compañero Juan Palacios, jugador senior que nació en Medellìn, Colombia, y que tiene un gran número de seguidores en su país. Ambos defienden los colores de Louisville.
Palacios es un ala-pívot de 23 años y 2,03 de altura que ha visto cómo este año se han reducido sus números en la cancha con respecto a pasadas temporadas, si bien está jugando en un equipo de gran nivel. El jugador colombiano presenta los siguientes números: 6,1 puntos, 4,1 rebotes y 1,2 asistencias en 18,1 minutos de juego y al igual que Brook López también se perdió los primeros 9 partidos de la competición debido, en este caso, a problemas físicos.
Edgar Sosa es uno de los dos jugadores neoyorquinos de origen dominicano que destaca en la liga. El otro es Manny Quezada, de la Universidad de San Francisco. Sosa es un armador que mide 1,83 y que hasta la fecha anota por partido 7,8 puntos, captura 1,7 rebotes y da 1,9 asistencias. Es un buen tirador de 3 (36,4%).
El último de los 7 jugadores que se encuentran en la elite universitaria no por sus números en sí sino por jugar en los mejores equipos es el venezolano David Cubillan, un base de 1,83 de altura que está en su segundo año universitario (sophomore). Cubillan milita en Marquette, centro académico que cierra la tabla de los 25 mejores equipos del año. En dicho equipo, el de Maracaibo promedia 5,7 puntos, 1,3 rebotes y 1,7 asistencias, con un 35,5% en triples y un 84,2 en tiros libres, lo que le acredita como un excelente tirador.
Estrellas universitarias en equipos de menor rango
Junto a los jugadores citados anteriormente existe un exiguo ramillete de baloncestistas hispanos que están protagonizando una brillantísima temporada, aunque no lideren equipos del máximo rango. Entre ellos destacan Gary Forbes, Jonathan Rodríguez y Greivis Vasquez.
Gary Forbes es jugador de cuarto año en Massachussetts, un equipo que está completando un muy buen curso con 21 victorias y 10 derrotas.
Forbes nació hace 23 años en Brooklyn (New York), pero tiene la nacionalidad panameña con cuya selección participó en el Torneo de Las Américas organizado por la FIBA en Las Vegas en verano de 2007. El alero hispano, de 2,01, se ha convertido en una pieza clave de Panamá. De hecho, en la ciudad del juego promedió 17,8 puntos y sus números este año en Massachussetts evidencian su continuo progreso, su inabarcable ambición y su poderío técnico y físico. Tras el parón que sufrió su carrera en la temporada 2005-.2006, que pasó en blanco, Forbes madura a pasos agigantados y este año presenta la siguiente estadística: 20,1 puntos, 7,9 rebotes, 3,1 asistencias y 1 robo. Es un alero que se mueve mucho mejor en zonas próximas al aro que en el juego exterior, ya que si algo le falta por mejorar es el tiro a media y larga distancia y si algo le sobra, y mucho, es su tremendo instinto reboteador.
Otro jugador que se está reivindicando, y de qué manera, hasta la fecha, es Jonathan Rodríguez, jugador nacido en Miami (Florida), pero de origen puertorriqueño. Y éste si que tiene una capacidad reboteadora desbordante.
Rodríguez es un alero de apenas 1,96 de estatura que captura 10 rebotes por partido. Jonathan integra el plantel de Campbell, una universidad bastante discreta (10 triunfos y 20 partidos perdidos). Es el auténtico faro de su universidad con 20,9 puntos, 10, 1 rebotes (promediar 20-10 en la NCAA está al alcance de muy pocos), 2,5 asistencias y 1,6 recuperaciones.
El jugador de origen boricua ya alcanzó unos números considerables en su primer año universitario y en su segundo está corroborando la grata impresión que dejara en su debú. Ha anotado dos veces 34 puntos y en un partido acompañó esos 34 puntos con 15 rebotes en la que fue su actuación estelar de la temporada.
Greivis Vásquez, un venezolano de gran clase
Venezuela tiene dos bases de cuidado. Al ya mencionado Cubillan hay que añadir otro armador que tiene aún más clase y que juega en una buena universidad. Greivis Vásquez es un organizador de juego completísimo que hace mejores a sus compañeros en la Universidad de Maryland (18 victorias y 14 derrotas).
El venezolano anota 17,3 puntos, reparte 6,9 asistencias, atrapa 5,7 rebotes y roba 1,4 balones. Se trata de un base altísimo (1,98), prototipo del señor triple-doble, al ser un gran reboteador y un fenomenal pasador. Y es que Greivis es el sexto mejor pasador de toda la NCAA, un puesto de privilegio que ningún hispano alcanza en las estadísticas mayores de la liga. Su capacidad para destacar en la triple faceta puntos-rebotes-asistencias le ha llevado a rozar el triple-doble varias veces esta temporada sin conseguirlo. Su récord de asistencias en lo que va de año es de 15, una cifra altísima tal y como se mueve ese apartado en la NCAA.
Finalmente, cabe mencionar a un jugador que ya hemos citado anteriormente: el neoyorquino de origen dominicano Manny Quezada, hijo de Amaurys Quezada. Manny juega en San Francisco, un equipo que está llevando a cabo una discreta campaña, pero sus números son buenos, aunque lejos de los de Rodríguez, Forbes y Vásquez. Quezada se sitúa en los 13,9 puntos, 4,6 asistencias y 1,5 robos.