Los Angeles Lakers han sufrido en New Orleans una doble derrota al perder ante los Hornets (108-98) y quedarse a las primeras de cambio sin su fichaje estrella Pau Gasol, que cuando no se habían cumplido ni tres minutos de juego se torció el tobillo y tuvo que retirarse. A pesar de ello, los angelinos siguen liderando el Oeste, aunque empatados con Houston Rockets, que no para de ganar partidos.
Por otra parte, Denver Nuggets endosó una auténtica paliza a Toronto Raptors. El resultado, 137-105, lo dice todo. El equipo de George Karl sumó su segunda máxima anotación de la temporada y vapuleó a los canadienses. En el Pepsi Center los Nuggets llevan un balance de 13 victorias y 2 derrotas con equipos del Este. Anoche, sin ir más lejos, un equipo que está fuera de los playoffs del Oeste no tuvo rival en otro que está clasificado cómodamente para los del Este.
New Orleans 108 L.A. Lakers 98
La vida es así. Los Lakers esperaban sacar buenos dividendos en la pintura ante los Hornets aprovechando los problemas que tenía en un tobillo el ala-pívot local David West, que jugó tocado, pero lo que era una ventaja se trocó en una severa desventaja nada más empezar el encuentro cuando Gasol se torció el tobillo izquierdo al ir a pelear por un rebote.
A pesar de la importante baja, los californianos se defendieron con mucha solvencia hasta el descanso (46-49) gracias a la gran labor de Lamar Odom tanto en ataque como en su defensa a West, el brillo individual de Kobe Bryant y, por momentos, de Radmanovic y el inicio errático de Chris Paul, que luego se entonó y dio otro espectáculo impresionante, tal y como hiciera contra San Antonio Spurs. Y es que no hay que olvidar que los Hornets han ganado de forma consecutiva a los Spurs y los Lakers y lo han hecho con brillantez.
El mejor del partido fue Paul y eso que sólo empezó a carburar al partir del final del segundo cuarto. Acabó el base local con 27 puntos, 17 asistencias, 4 robos y una sensación de poderío y calidad difícilmente superable. La ausencia de Gasol, unida a la prolongada de Bynum, quebró el poder de los de Phil Jackson bajo los tableros, donde entre West y Chandler capturaron para New Orleans 34 rebotes. Chandler hizo un gran partido (14 puntos y 20 rechaces) y Stojakovic anotó 5 triples.
Por el equipo visitante, que vistió de púrpura, Bryant completó un gran partido (36 puntos y 9 rebotes), echando del mismo a su defensor Peterson, y Odom estuvo bien (15 puntos y 13 rebotes), si bien se diluyó en la segunda mitad. Mientras, en lo colectivo los Lakers estuvieron muy erráticos en el tiro y perdieron 16 balones.
El partido fue de menos a más y el tercer cuarto resultó decisivo. Y es que aunque los Lakers consiguieron sostenerse con cuatro jugadas de tres puntos seguidas de Bryant (65-65 a 5 minutos del final del cuarto), los locales acabaron endosando a su rival un parcial en el cuarto de 34-23 para irse al último acto con 8 puntos de ventaja merced a una jugada final en la que Paul ejecutó un increíble pase picado a larga distancia, Pargo recibió el balón y lo dobló atrás y Chandler que venía en carrera por el carril central culminó con un fantástico mate. Esta jugada fue toda una declaración de intenciones de lo que sería el cuarto final, un cuarto en el que apenas hubo historia porque Chris Paul lo dominó a su antojo, aunque en plena exhibición estuviera a punto de lesionarse un tobillo.
Denver 137 Toronto 105
Debacle del equipo de Sam Mitchell en Colorado. El conjunto canadiense hizo aguas y volvió a echar de menos a su estrella, Chris Bosh, que sigue en el dique seco.
En el partido intervinieron tres jugadores hispanos. El mejor fue el argentino Delfino, de Toronto, que finalizó con 16 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias en 29 minutos. Su compañero Calderón jugó 23 minutos en los que anotó 4 puntos, dio 7 asistencias y perdió 4 balones. Mientras, el mexicano Nájera, de Denver, hizo 6 puntos y 2 rebotes en 14 minutos.
El primer parcial (44-23) resultó demoledor. Denver no metía tantos puntos en un arranque de partido desde que le endosara 42 a Milwaukee en enero de 2000.
El partido comenzó, sin embargo, teñido de igualdad. A los 7 minutos de juego el resultado era 21-19, pero en los últimos 5 minutos del primer cuarto un parcial de 23-4 tiró por la borda cualquier estrategia visitante.
Lo peor para los canadienses es que en esos 5 minutos el estilete ofensivo que arruinó sus planes no fue Iverson ni Anthony... fue Marcus Camby, que anotó 8 puntos para alcanzar los 12 en el primer cuarto, incluido un triple final, algo impensable en su repertorio.
Al descanso los locales habían anotado 79 puntos y el banquillo de los Raptors era un poema. Caras largas y miradas perdidas.
Los mejores en los Nuggets fueron Iverson con 28 puntos, Anthony con 22, Camby (17 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias) y Atkins (17 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias); en Toronto salvaron los muebles, además de Delfino, Parker con 19 puntos y Nesterovic con 15.
Denver alcanzó un 55,3% en el tiro, anotó 10 triples de 27 intentos y tiró 38 lanzamientos de personal por 16 de su rival, que volvió a estar muy gris en los lanzamientos triples, aspecto que fue su mayor virtud en gran parte de la temporada.
Además, dos estadísticas demoledoras enterraron a los Raptors. Perdieron 16 balones y recibieron 33 puntos al contrataque mientras que sólo anotaron 9.