Los contratos de 10 días son acuerdos temporales por los que los equipos pueden incorporar a un jugador por dicho periodo (o por 3 partidos si estos se celebrasen en un periodo superior a los 10 días) para paliar bajas o con el fin de probar a jugadores jóvenes.
Los equipos pueden empezar a utilizarlos a partir del 5 de enero de cada temporada, nunca antes, y no pueden utilizarlos una vez que restan menos de 10 días para el final de la temporada regular.
Cada equipo puede ofrecer un máximo de 2 contratos de 10 días a un mismo jugador y si quiere mantenerlo en plantilla una vez expirado el segundo, debe ofrecerle un contrato que esté, como mínimo, garantizado hasta el final de temporada.
Un equipo no puede tener más jugadores con contratos de 10 días de los que tiene en la Lista de Inactivos (lesionados), salvo que tenga 13 jugadores en la Lista de Activos, en cuyo caso pude firmar a uno más de los que figuren como inactivos.
El importe del salario es negociable, aunque, en la práctica totalidad de las ocasiones, los jugadores firman por la parte proporcional del salario mínimo de veterano.
Los contratos de verano, o de pretemporada (training camp), son los que firman la mayoría de los jugadores que participan en las ligas de verano o la preparación de los equipos sin tener garantizada una plaza en los mismos, y son diferentes a los de los jugadores que afrontan la pretemporada con un contrato parcialmente garantizado.
Los contratos de verano suelen ser por el salario mínimo (aun cuando su importe y duración no está limitado en el convenio) y no contienen garantía alguna ni se contabilizan en los salarios del equipo a no ser que el jugador llegue a iniciar la temporada.
El jugador que tiene un contrato de este tipo no puede recibir salario alguno del equipo antes de que se inicie la temporada, si bien sí que tiene derecho a percibir dietas y al pago de gastos mientras está con el equipo, así como a disponer de un seguro para el caso de que sufra una lesión grave en el transcurso de la preparación. Pueden firmarse a lo largo de todo el verano y hasta el día previo al inicio de la temporada regular.
Hay que recordar que los equipos pueden afrontar la pretemporada con un máximo de 20 jugadores, si bien deben reducir sus plantillas a un máximo de 15 (más dos contratos duales) antes de que se inicie la temporada.