Miami sorprende a Boston en el Garden anotando 23 triples

Nadie puede dar nunca por enterrado a Miami Heat. Este equipo, con Butler o sin Butler, tiene personalidad, luce coraje, atesora calidad y dispone de un entrenador, Erik Spoelstra, del máximo nivel. Hoy Boston lo ha comprobado al morir bajo una auténtica tromba de triples.

Miami ha vencido 101-111 en el TD Garden para arrebatar el factor cancha a los Celtics y ponerse 1-1. Lo ha hecho anotando 23 triples con un 53,5% de acierto, 23 triples que constituyen un récord para la franquicia en playoff (el anterior estaba en 20).

Pero Miami no solo ha sido triples, no. Miami ha sido también defensa de la más excelsa categoría en la segunda parte, dejando a Boston en 18 puntos en el tercer cuarto y en 40 los 24 minutos jugados tras el descanso.

Por si fuera poco eso, Heat ha añadido una joya extra a su corona de hoy. El equipo había perdido 12 balones en los 3 primeros cuartos, en lo que era su gran lastre, y llegado el partido al cuarto final no ha cometido ni una sola pérdida de balón en los 12 últimos minutos. Control de juego y emociones llevados al extremo.

El quinteto inicial de Heat ha tirado con inusitada fuerza del equipo y Tyler Herro ha liderado a su escuadra de un modo espectacular, con 24 puntos, 14 asistencias, 6 triples y excelentes porcentajes. El dato de las 14 asistencias habla bien a las claras de lo bien que se ha sabido mover Herro en un ambiente de enorme presión, haciendo en cada momento lo que tenía que hacer.

Bam Adebayo ha hecho 21 puntos y 10 rebotes, Caleb Martin ha sumado 21 puntos estando muy acertado desde el triple y Jaime Jáquez Jr. ha vuelto a demostrar que no es un novato al uso.

Es el jugador estadounidense-mexicano un baloncestista que irradia confianza en sí mismo, que se mueve a muy buen nivel en los dos lados de la cancha y que proyecta iniciativa en el juego y arrojo en los momentos en los que la bola pesa. Ha terminado con 14 puntos en 31 minutos de juego.

Además, buen partido de Nikola Jovic en los 25 minutos que ha jugado, si exceptuamos las pérdidas de balón que ha cometido especialmente en la primera mitad, y buen aporte de Haywood Highsmith, que jugó los minutos decisivos del encuentro.

En Boston, los Jays acapararon el ataque. Jaylen Brown hizo 33 puntos y 8 rebotes y Jayson Tatum 28 puntos y 8 rebotes. El resto anduvo muy lejos, con Derrick White como tercer anotador con 13 puntos. Al Horford terminó con 6 puntos y 8 rebotes en 23 minutos. Y la mayor decepción corrió a cargo de Kristaps Porzingis, que se quedó en solo 6 puntos con 1 de 9 en el tiro. Adebayo es mucho Adebayo, y las ayudas han surtido mucho efecto.

Solo 4 partidos había perdido Boston de los 41 jugados en el Garden en temporada regular. Ese poderío en casa, su dominio de la temporada con 64 victorias y la lesión de Jimmy Butler parecían encaminar esta serie a un mero trámite, pero no hay trámites con el equipo de Spoelstra, que ya el pasado curso pasó de jugar el play-in a disputar las Finales de la NBA.

Se trata ahora de saber si esto ha sido un mero accidente o si Miami va a ser capaz de mantener, no este nivel de triples, claro está, algo prácticamente imposible, pero sí este nivel defensivo y de resistencia.

Este segundo partido discurrió en términos inversos al primero. Miami cedió más pintura para aminorar el daño que podía recibir de Boston desde el triple y el ataque de Heat pasó a incidir una y otra vez en el tiro de 3, aunque la auténtica diferencia en el partido vino de la intensidad defensiva de Heat en la segunda parte.

Tras el 61-58 de la primera mitad, Heat sacó a relucir sus mejores cartas defensivas en el tercer cuarto y llegó a tener una máxima ventaja de 12 puntos (Boston en todo el partido solo tuvo como máxima ventaja 6). Esos 12 de diferencia, 70-82, llegaron tras un parcial de 15-3 para Miami y fueron culminados con un par de canastas de Caleb Martin.

Boston fue incapaz en todo el cuarto final de apretar realmente a su rival en el marcador. Una extraorinaria defensa de Jáquez Jr. en la pintura aguantando la acometida de Tatum fue ejemplo de por donde se movió el equipo visitante, cuyo final fue modélico a la hora de administrar su ventaja, con un buen número de aficionados locales abandonando la grada cuando se jugaba el minuto final.

Inesperado traspié del equipo dirigido por Joe Mazzulla. Lo bueno para Boston es que ha llegado en un momento en el que es recuperable.