Indiana vuelve a ganar en San Francisco y mete en problemas a los Warriors

Indiana Pacers vuelve a ganar en San Francisco (111-123) y mete en serios problemas a Golden State Warriors. Es Indiana el único equipo NBA que sigue invicto en el Chase Center desde que Warriors se trasladó a su nueva sede. Desde entonces, marca de 5-0 para los de Indianápolis.

Esa racha ha continuado esta noche, y la derrota deja en una posición compleja a Golden State, que es décimo con 36-33 por el 34-35 de Rockets. El último puesto que da acceso al play-in peligra para el equipo de Steve Kerr, que sigue ofreciendo un rendimiento deficiente ante su afición, con balance hasta la fecha de 18-19 como local.

Indiana está en otra película. Por ahora ocupa plaza de acceso directo para los playoffs. Es sexto en el Este con 40-31.

Partido de alto ritmo de juego, con 205 tiros de campo que dieron lugar a nada menos que 114 rebotes, faceta esta en la que el equipo local fue netamente superior tras capturar 24 rebotes ofensivos. Pero ese buen trabajo en tableros no sirvió para ganar.

Importante para el triunfo de la escuadra de Rick Carlisle el modo en el que cambió el chip de los jugadores en materia defensiva tras el descanso, y de encajar 67 puntos en la primera mitad pasaron a recibir solo 44 en la segunda.

Tyrese Haliburton y Pascal Siakam fueron el alma de la victoria. El base con 26 puntos, 11 asistencias, 4 robos, solo una pérdida y 3 tapones en su haber; el ex de Raptors con 25 puntos, 16 rebotes y 6 asistencias.

Pero no estuvieron solos. Les acompañaron jugadores como Andrew Nembhard (17 puntos) o Myles Turner (14 tantos, 10 rebotes y 5 tapones), con Turner convirtiéndose en el máximo taponador de la historia de los Pacers superando a Jermaine O'Neal.

Destacar también el buen trabajo desde la segunda unidad de T.J. McConnell y de Jalen Smith.

Hizo mucho daño a Warriors el 21-36 encajado en el tercer cuarto. No funcionó el tiro exterior del equipo, y sus jugadores acabaron frustrados, una frustración que encarnó como nadie Chris Paul, que terminó expulsado a 6,6 segundos del final del partido tras pitarle los árbitros su segunda técnica.

Stephen Curry fue el máximo anotador local con 25 puntos, que acompañó con 11 rebotes y 5 asistencias, haciendo un 6 de 18 desde el triple. Klay Thompson anotó 17, ayudando también desde la suplencia jugadores como Chris Paul y Trayce Jackson-Davis, jugador este que se ha hecho un hueco con bastantes minutos en la rotación de Kerr y que casi siempre responde muy bien en pista. Brandin Podziemski terminó con un doble-doble.

Funcionó mejor Warriors cuando estuvo en cancha Draymond Green, y no fue la noche ni de Jonathan Kuminga, gran temporada la suya, ni de Andrew Wiggins, deficiente campaña la suya.

Se encienden las alarmas en Warriors en una temporada de desgracias y decepciones.