Miami Heat elimina a los Bucks en un partido agónico con prórroga

Agónico y lleno de idas y vueltas fue el doble final del Bucks-Heat, doble final porque el quinto partido de la serie se resolvió con prórroga y supuso la eliminación del mejor equipo de la temporada regular, Milwaukee, a manos de otro que venía del play-in, Miami. No pasaba una eliminación así, del octavo al primero, desde 2012.

Miami Heat volvió a tirar de un impresionante Jimmy Butler, jugador que forzó la prórroga con una canasta en el último segundo y que terminó el partido con 42 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias, pero también gozó de un gran Bam Adebayo, autor de 20 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias para firmar un triple-doble.

Destacaron también Gabe Vincent -22 puntos y 6 asistencias- y Kevin Love -15 puntos y 12 rebotes tras irse a 32 minutos de juego-.

Heat demostró una entereza como equipo encomiable. Jugó sin los lesionados Tyler Herro y Victor Oladipo y afrontó el final del partido con el triple lastre de las eliminaciones por faltas de Kevin Love, Kyle Lowry y Bam Adebayo. Y a pesar de todo eso ganó 126-128 para imponerse en la eliminatoria por un claro 4-1. Le espera en la siguiente ronda New York Knicks.

Milwaukee dejó escapar la victoria en el final del cuarto cuarto, final que jugó rematadamente mal, vio como en el partido Giannis Antetokounmpo erraba 13 tiros libres y tuvo los 9 segundos finales de la prórroga para empatar o ganar el partido, pero... ¡se le agotó el tiempo sin tirar a canasta!

Esto último, inverosímil en una situación así, se debió a la falta de destreza o atrevimiento, que cada uno ponga la palabra que quiera, derrochado en esa última jugada por Grayson Allen, que tuvo posición para tirar en movimiento, pero prefirió penetrar hasta debajo del aro, por lo que se quedó sin tiempo. La presión pudo con él.

El equipo local tuvo a Antetokounmpo con 38 puntos y 20 rebotes, pero también con 7 pérdidas de balón y un 10 de 23 desde el tiro libre, lo que supuso una sangría inaceptable para su equipo. Gran partido de Khris Middleton con 33 puntos y 6 asistencias, mientras que Brook Lopez terminó con 18 puntos y 10 rebotes y Jrue Holiday con 16 tantos, 9 rebotes y 6 asistencias.

En el lado de las decepciones, la segunda unidad del equipo, con desapariciones en acción de Bobby Portis y Joe Ingles, dos jugadores que dejaron de ser importantes para Mike Budenholzer.

El equipo de Spoelstra, que sobrevivió a un arbitraje casero, dispuso de 28 tiros libres menos que su rival.

De no creer el final del cuarto período que desembocó en la prórroga, un cuarto que empezó con los Bucks ganando 102-86. Pero Milwaukee hizo en los primeros 8 minutos del cuarto un 1 de 13 en el tiro para ceder su ventaja.

Eso sí,  tuvo el partido en su mano el equipo local en un final agónico y vibrante cuyo mejor ejemplo fue la jugada en la que a 1:20 del final 5 jugadores acabaron por el suelo hechos una piña en busca del balón.

Un par de libres de Holiday pusieron el 117-113 en el marcador faltando 14 segundos, pero Bucks no aguantó la presión. Espectacular triple de Vincent para poner el 117-116, falta de Lowry a Middleton en un casi robo de balón que fue revisada por los árbitros y acabó en salto entre dos en el centro de la cancha, balón para Milwaukee en dicho salto, mal pase de Anteto, salvada in extremis la bola por Middleton y falta a Holiday. Todo en el límite, en el filo cortante de la navaja, al borde del precipicio y sin red. Y Holiday falla un tiro libre. Marcador de 118-116, quedaban 2,1 segundos  sacaba de banda tras tiempo muerto Miami, que tenía medio perdido el partido. Y entonces llega la jugada.

Saca en pase parabólico Vincent hasta debajo del aro y allí Butler anota a 5 décimas de segundo del final una canasta forzadísima y maravillosa, aunque pudo haber falta a Pat Connaughton, y con esa canasta manda el partido al tiempo extra.

Ya en el tiempo extra más de lo mismo, pero al revés. Milwaukee tenía el partido medio perdido: 119-126. Pero casi lo remonta gracias a Middleton y a Antetokounmpo, hasta el punto de que tuvo 9 segundos para empatarlo o ganarlo y... hay que repetirlo: ¡no tira a canasta! Y el mejor equipo de la fase regular se va de los playoffs con el gigantesco sinsabor de terminar su temporada con una jugada muy desafortunada, con una jugada poco común.