Un largo parón por un aro desnivelado enfría el Nuggets-Celtics
Los operarios tardan 35 minutos en solucionar el problema en pleno último cuarto
Jaylen Brown afirma tras el partido que al volver al juego el aro estaba todavía desnivelado
El frío invernal de Denver no fue nada comparado con la temperatura gélida que adquirió el partido estelar de Año Nuevo, Nuggets-Celtics, a raíz de tener que estar detenido el juego 35 minutos en el transcurso del último cuarto.
Los ánimos de un partido hasta entonces intenso, aunque con claro dominio local, se quedaron congelados al tener que aguantar una espera tan prolongada.
El partido se detuvo a 6:43 del final, con Denver dominando el marcador 110-97. Lo hizo a causa de un mate efectuado a 8:06 del final por Robert Williams III, que se agarró poderosamente del aro quedando colgado de él.
Fue en un tiempo muerto cuando los árbitros advirtieron de que el aro estaba ligeramente desnivelado, y a partir de ahí surgió un espectáculo poco edificante a la hora de resolver un problema que, en condiciones normales, suele llevar muy poco tiempo.
Primero se puso una escalera y un operario subió a ella para con un nivelador comprobar el desnivel del aro, pero la cosa se fue complicando hasta involucrar al final a seis trabajadores y un par de escaleras. Hubo consultas, conversaciones, llamadas telefónicas... ante la mirada atónita de los protagonistas -jugadores, técnicos y árbitros- y de una grada con ganas de ver de nuevo a los jugadores en pista.
Nikola Jokic correteaba en las cercanías de las escaleras para no quedarse frío, Marcus Smart se sentaba en la pista para hacer algunos estiramientos y se sucedían las bromas entre los jugadores y las conversaciones para saber qué estaba pasando.
Una vez solventado el problema, Jaylen Brown todavía se quejaba de que el aro seguía sin tener la nivelación adecuada. Fuera como fuere el partido se reanudó para alivio de todos, ya que la noche avanzaba sin que pareciera que el encuentro se fuera a retomar, socavando la paciencia de los aficionados.
Al final justo triunfo local (123-111) en un partido dominado por Denver casi de principio a fin, un partido largo muy largo por culpa de un aro que perdió su nivel ante el poder arrollador de Timelord.