Celtics gana a los Lakers en la prórroga en un partido pasional y loco

Si un clásico entre los clásicos, un Lakers-Celtics, es pasión pura, el jugado esta noche en el Crypto.com Arena fue pasión pura multiplicada por mil. Porque fue un partido de locos, una bendición competitiva, una descarga de adrenalina que parecía no tener fin. Pero lo tuvo, final, un final con triunfo de Boston por 118-122 en la prórroga.

La segunda parte del encuentro fue simplemente una escalada lisérgica que llevó el marcador a extremos inesperados y a un desenlace que nadie pudo imaginar.

La primera mitad fue un monólogo de Celtics. La impresión no era otra que Boston era un equipo seguro de sí mismo, con renglones bien trazados, con claves bien codificadas, y que Lakers era un equipo necesitado de construir una identidad, varado en sus limitaciones, extinto en su retaguardia. Pero a veces las impresiones derivan en expresiones inesperadas, y la segunda parte nos dejó una expresión de baloncesto simplemente apasionante, de exigencia mental máxima.

Celtics dominaba por 20 puntos (59-79 y 61-81) jugándose el tercer cuarto, y entonces emergieron los mejores Lakers producto de la extrema necesidad. Empezaron a defender los locales con una intensidad bravía, con la agresividad que no habían mostrado en una primera mitad en la que habían encajado 65 puntos. Y la bola de nieve creció y creció hasta llevarse por delante a unos Celtics desconocidos. Desastre monumental de los de Mazzulla hasta encajar un parcial de 45-12, sí, ¡45-12!, un parcial que parecía irreal, un parcial que llevó a que Lakers dominara el partido 106-93 a 4:25 del final. Boston parecía definitivamente enterrado, y enterrado de mala manera.

Entonces, cuando los Celtics estaban con el agua al cuello, surgió el mejor Jayson Tatum, un jugador mágico, y levantó el vuelo Marcus Smart. Y Boston cerró el último cuarto con parcial de 4-17 para empatar 110-110 y llevar el partido a la prórroga.

En ese final agónico, Anthony Davis erró 2 libres cruciales a 28,2 segundos del final y Tatum metió un canastón ante la marca de LeBron James para poner el 11o-110 con 16,6 segundos por jugar.

Ya en la prórroga, Russell Westbrook hizo 4 puntos para adelantar 114-110 a Lakers y ahí llegó el arreón definitivo de Celtics, con pacial ganador de 0-12 en el que Jaylen Brown tuvo mucho que ver. Se resistió aún así Lakers, pasando de perder 114-122 a hacerlo 118-122, pero no pudieron pasar de ahí los angelinos.

Ganó Celtics con 44 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias de Tatum, colosal de nuevo, y con 25 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias de Brown, que metió 5 puntos en la prórroga. Smart sumó 18 puntos y 6 asistencias, yendo de menos a más, y el equipo volvió a sobrevivir a las bajas de Robert Williams III y Al Horford, y al mal partido de Malcolm Brogdon.

Boston evitó así que se completara la pesadilla californiana tras perder en los dos anteriores partidos con Warriors y Clippers. Y está el equipo en 22-7.

Lakers, al que le pesó su carencia de triple y al que le costó dios y ayuda equilibrar la lucha por el rebote, tuvo a Anthony Davis y LeBron James a toda máquina. Fueron ellos los que sostuvieron las opciones de Lakers, ellos y la gran defensa desarrrollada por el equipo en la segunda mitad, una defensa atosigante que provocó un cortocircuito en el ataque rival.

Davis terminó con 37 puntos y 12 rebotes y LeBron con 33 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias, incluyendo un par de robos culminados con matazos. Junto a ellos un Westbrook que contagió deseo y entrega hasta irse a 20 puntos, 14 rebotes, 5 asistencias y 4 tapones. Sí, hizo un 7 de 19 en el tiro, pero fue un jugador que tiró de sus compañeros para hacer más grande a unos Lakers que ya llegaron a ir perdiendo por 16 puntos en el primer cuarto y por 18 en el transcurso del segundo.

Buena intensidad competitiva de Austin Reaves y Troy Brown Jr., y muy mal partido de Dennis Schröder.

Lakers queda 11-16, con marca de 6-7 como local. Toca mejorar aún mucho. Pero al menos hoy el equipo de Ham dio la cara.